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El estadounidense Tiger Woods, quien llegó con plena confianza al Másters, espera aún por su primera tarjeta bajo par después de tres rondas en Augusta, y el domingo luchará por evitar la peor actuación de su carrera profesional en el primer torneo del Gran Slam de la temporada.
Woods cerró este sábado una tercera ronda de 72 golpes, justo el par del campo, para un total de 219 (3 sobre el par), lo cual le aleja a ocho golpes de los líderes provisionales, cuando aún quedaban muchos jugadores por terminar la jornada.
Su peor actuación en el famoso campo de Augusta como profesional fue en 2004, cuando quedó empatado en el puesto 22, 11 golpes detrás del ganador, su compatriota Phil Mickelson.
"No he jugado tan mal. Simplemente, no he sabido aprovechar las oportunidades que se me presentaron.", apuntó el exnúmero uno mundial.
Las esperanzas de ganar su decimoquinto título Gran Slam prácticamente se evaporaron, a menos que logre la hazaña en la ronda final del domingo en el Augusta National Golf Club (Georgia), donde ganó cuatro veces, pero la última de ellas hace siete años.
"Estoy tan lejos de los demás que lo que necesito es la ayuda de los otros muchachos que están por delante de mí (sacando puntuaciones bajas), además de tener que jugar de forma espectacular", dijo el estadounidense, que hizo dos birdies y dos bogeys en el los primeros nueve hoyos el sábado, y luego logró mantenerse en el par en el resto de las cotas.
El viernes, el "Tigre" de la PGA había firmado un cartón de 75 golpes, tres sobre par, sólo un golpe menos que su peor ronda como profesional en Augusta.
Toda la confianza ganada tras su triunfo en el Arnold Palmer Invitational de Orlando (Florida) hace dos semanas, su primer título de la PGA en dos años y medio, se esfumó en los links de Augusta, donde ha presentado reiterados problema con la mecánica de sus tiros.
Woods parece haber perdido la confianza en su swing, que decidió cambiar las dos últimas temporadas bajo la dirección del entrenador Sean Foley, y mostró signos de irritación al patear un palo tras perderse el par del hoyo 16.
Sus peores resultados en el campo de Augusta fueron en 1995, cuando debutó como aficionado y quedó en la plaza 41, mientras al siguiente año, en su debut profesional, no hizo el corte de segunda ronda. Un año después se anunció al mundo con su victoria en el legendario templo del golf.