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Moisés Fuentes: Esto es para mi hijo, que viene en camino

El nadador santandereano, de 37 años, consiguió la primera presea para Colombia en los Juegos de Londres 2012. Hace cuatro, años en Pekín, había ganado el bronce.

Sandra Martínez / Corresponsal, Londres /
04 de septiembre de 2012 - 09:40 p. m.
El nadador colombiano Moisés Fuentes exhibe orgulloso la presea de plata que ganó ayer en los Paralímpicos de Londres. / AFP
El nadador colombiano Moisés Fuentes exhibe orgulloso la presea de plata que ganó ayer en los Paralímpicos de Londres. / AFP

El nadador Moisés Fuentes llegó a Londres con un solo objetivo: el de mejorar lo hecho hace cuatro años en los Juegos Paralímpicos de Pekín, cuando conquistó la medalla de bronce. Lo dijo y lo cumplió. Este martes, en la quinta jornada, ganó la primera presea para Colombia en estas justas, la de plata en los 100 metros pecho SB -4.

Con un tiempo de 1.36.92, el santandereano, de 37 años, fue superado por el brasileño Dan Dias, quien estableció récord del mundo con 1.32.27. El bronce quedó en poder del español Ricardo Ten con 1.37.23.

Fuentes nació el 22 de septiembre de 1974 en San Gil. Es un hombre con un optimismo desbordante y unas ganas por vivir impresionantes. A pesar de estar en una silla de ruedas, ha continuado su vida con normalidad. Estudió tres carreras universitarias y es secretario ejecutivo de la Liga de Discapacitados Físicos de Santander.

Cuando tenía 17 años sufrió el momento más duro de su vida, la muerte de su hermano Rodrigo y la pérdida del movimiento de sus piernas por una lesión medular a nivel de las vértebras 9 y 10.

Rodrigo había recibido amenazas de muerte y el 13 de octubre de 1992, cuando los hermanos Fuentes se encontraban en Santa Marta, fueron víctimas de un atentado. Su hermano falleció por un impacto de bala, mientras que Moisés quedó parapléjico.

En 1999 se inclinó por la natación y desde ahí comenzó a escalar. Ese mismo año obtuvo el cupo para ir a unos Juegos Nacionales para discapacitados y más adelante integró la selección Colombia de natación que fue a los primeros Parapanamericanos, en Ciudad de México. Fue precisamente ahí donde consiguió su primera clasificación a unos Paralímpicos, al lograr cupo para Sídney 2000, donde terminó quinto. También estuvo en Atenas 2004 y allí finalizó séptimo.

Así le habló a El Espectador ayer en Londres, minutos después de alcanzar el segundo lugar en el podio.

Esta es la primera medalla para Colombia en estos Juegos Paralímpicos, ¿qué significa para usted?

Es un orgullo, un honor, es una gran responsabilidad la que teníamos a cuestas. Creo que a mí, por ser medallista en Pekín, me recaía la mirada de toda Colombia y hoy podemos retribuirle esa esperanza.

La medalla de plata la ganó además rompiendo su propio récord personal...

Me siento contento. Creo que para mí lo más importante fue justamente el tiempo. Indudablemente que la presea de plata significa muchísimo, pero bajamos casa seis segundos en comparación con Pekín y eso es algo enorme. Eso lo debemos al trabajo que llevamos con el entrenador Luis Carlos Calderón, que es mi sobrino y con el que hacemos un gran equipo. Estoy feliz, no pudimos hacer más, pero estamos contentos con lo que logramos.

¿Qué fue lo primero que pensó cuando llegó a la meta?

Vi dos estrellitas ahí y grité. Luego vi el tiempo y me ratificó la felicidad. Creo que es la prueba más emocionante que he tenido en la vida, la que más he disfrutado. En Pekín estaba bastante tenso porque teníamos la ilusión, pero quizás era la falta de experiencia. En cambio para Londres nos preparamos tanto física como sicológicamente para la prueba y la disfrutamos al máximo. Creo que nunca lo vi demasiado grande, sino a mi altura, a mis capacidades, y salimos de tú a tú.

¿Cómo vio a sus dos rivales, el brasileño Dan Dias y el español Ricardo Ten?

Dias, enorme. Como decimos nosotros, ese cabrón está batiendo todos los récords, pero me ayudó mucho, porque lo vi al frente y sabía que venía bien. Sin embargo, no sabía que el español estaba detrás mío, entonces qué alegría tan grande cuando vi que le gané. Obtener un puesto en este nivel es cosa seria.

¿A quién le dedica este triunfo?

A Dios, porque me dio una segunda oportunidad en la vida; a mi esposa, a mi hijo José David, que viene en camino; a mi entrenador, el profesor William. A todos los que de alguna manera han hecho parte de lo que hoy es Moisés. Le debo tanto a Colombia y a mi familia que tal vez no me alcance la vida para devolverle la felicidad que me ha dado representar al país. A Coldeportes, que me ha permitido dedicarme a lo que me gusta, la natación.

Por Sandra Martínez / Corresponsal, Londres /

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