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Los momentos gloriosos de un deportista son eternos; pero, a veces, lo que es pasajero es ese instante de gloria. Trascender, quedar en la memoria de la gente, es algo que pocas deportistas pueden lograr. Y no hay calle, centro deportivo, reunión ni barrio donde al sonar los nombres de estas tres mujeres no haya una sola persona que no las aplauda, que no sepa de ellas y mucho menos entienda lo que hicieron. María Isabel Urrutia, nuestro primer oro olímpico; Jackeline Rentería, doble medallista olímpica, y Cecilia Baena, la “Chechi”, múltiple campeona mundial, todas, hoy desde diferentes esquinas, aportan a la dirigencia deportiva y trabajan para fortalecer el deporte femenino en Colombia.
Muchas veces en el deporte cuesta tanto ganar porque no se tienen referentes. Asistir por primera vez a una copa mundo, clasificar a un certamen continental o sencillamente competir en el exterior... todo esto ha sido difícil para el deporte colombiano por falta de un camino. Pero esas dificultades no fueron un impedimento para que cada una de estas tres mujeres brillara.
Urrutia contará para la historia de nuestro olimpismo como la primer atleta colombiana en colgarse una medalla de oro en Sídney 2000. Las imágenes de esa gesta, además de verse en baja resolución, parecen hasta un triunfo de otro tiempo. Hoy es fácil verla en el rol de ministra del Deporte, acompañando inauguraciones de centros deportivos, planeando inversiones de millones y millones de pesos, y hasta hablando en radio y respondiendo de forma protocolaria y ministerial por las afugias que implica un cargo como ese.
Eso sí, el presente está lejos de cuando le tocó hacerse pasar por ciudadana de Guinea Ecuatorial para poder comer y tener dónde dormir en Europa. Los sacrificios para un deportista en este país son casi innatos, al igual que la disciplina. Esos sacrificios son algo que espera combatir desde la máxima cabeza directiva del deporte en el país .
“La reconocida deportista María Isabel Urrutia será nuestra ministra del Deporte. Promovió la profesionalización de los deportistas durante su paso en el Congreso y será una representante del pueblo afrocolombiano en el gabinete”, publicó el pasado 6 de agosto el presidente Gustavo Petro, confirmando los rumores que la ponían de ministra.
Incluso, otro medallista olímpico como Óscar Figueroa se le adelantó a Petro y mostró su entusiasmo. “Estoy seguro de que con su experiencia, ejemplo y disciplina, guiará la administración por la senda ganadora, como nunca antes lo hemos visto los atletas colombianos. La apoyaremos en su gestión. Que nuestros logros sean todos los pilares de todo lo que queremos”.
Las primeras palabras de la nueva ministra incluyeron el agradecimiento al presidente y el compromiso con los deportistas. “Agradezco la confianza y la designación que el presidente Gustavo Petro me ha hecho para encabezar la completa profesionalización del deporte en Colombia. Desde el Ministerio del Deporte, ayudaré a edificar ese país con el que tanto hemos soñado”.
Esa edificación fue algo que viene construyendo. En el período 2002-2006 se lanzó a la Cámara de Representantes por el Movimiento Popular Unido, luego hizo lo mismo en el período 2006-2010, pero por el Partido Alianza Social Afrocolombiana. Urrutia desde ese cargo siempre buscó aportar para mejorar las condiciones laborales de los deportistas. “Logramos legislaciones que hoy nos permiten disfrutar de campeonas como Mariana Pajón y Catherine Ibargüen”. En su paso por estos cargos legislativos promovió leyes, incluyendo una que permite a los deportistas de alto nivel obtener cuatro salarios mínimos mensuales.
Esa gestión es algo que hoy la ministra busca profundizar y trabajar en pro del deporte femenino. “El programa del presidente electo tiene líneas muy similares a las nuestras, sobre todo en el tema de equidad de género”. Durante este gobierno, Urrutia espera promulgar leyes que protejan a las jóvenes deportistas, que haya protocolos y ayudas a tiempo ante casos de abuso o acoso sexual, al igual que un pago más justo para las mujeres que ven en el deporte una manera de salir adelante.
Precisamente, ese pago igualitario es algo por lo que Cecilia Baena lleva trabajando en la última década. La Chechi, como la conoce toda Colombia, tras ganarse el reconocimiento del país por ser múltiple campeona mundial de patinaje. “En algunos deportes todavía hay brechas no solo en participación, sino en cuánto recibe una mujer por ser deportista. Esos pagos hay que equilibrarlos y sé que con la nueva ministra este tema debe avanzar, porque si miramos la historia, la mayoría de medallas y éxitos han sido gracias a las mujeres”.
Esa voz para opinar sobre la dirigencia y gerencia en el deporte se la ha ganado. Después de su retiro, Baena se preocupó por terminar sus estudios de Administración de Empresas y de Comunicación Social. En 2017 fue designada coordinadora de los Juegos Nacionales Bolívar 2019. Esa experiencia la llevó a desempeñarse y tener un rol mucho más activo en el departamento. Su liderazgo la encaminó a ser consultora del Ministerio del Deporte cuando estaba en cabeza de Ernesto Lucena, tarea que sigue cumpliendo con un poco más de distancia.
“Creo que nosotras, como mujeres, nos hemos ganado la posibilidad de estar en este rol. Infortunadamente, menos del 15 % de las mujeres son dirigentes de federaciones o estamentos del sistema nacional del deporte, pero es algo que debemos cambiar poco a poco”, cuenta la Chechi minutos antes de abordar un avión, porque su escuela de patinaje Chechy Baena, donde promueve nuevos talentos del patinaje colombiano, ocupa buena parte de su tiempo.
El tiempo es un estado relativo: lo aprovechas o se va. Por eso Jackeline Rentería, doble medallista olímpica, quien puso al país a esperar sus combates de lucha en dos juegos olímpicos, fue la primera opción para presidir la Liga de Lucha del Valle del Cauca. Desde su tierra, Jackeline se puso la meta de que “la próxima medalla olímpica en 2024 salga de este departamento”. Desde agosto pasado está cumpliendo el rol de directiva, mientras culmina sus estudios de Derecho. “La capacitación es clave al asumir este tipo de cargos”. Rentería y Urrutia planean trabajar desde el Estado para que otros tengan más oportunidades y no sufran las carencias que ellas vivieron. “Tuve muchos compañeros que quisieron una medalla olímpica y una preparación internacional, pero lastimosamente no lo lograron. Mi lucha será para que la empresa privada ayude a darles ese respaldo y confianza que necesitan los deportistas”.
Respaldo y confianza, en buena parte ese es el reto y el rol que estas tres mujeres han asumido para trabajar en pro de los derechos del deporte, en especial del femenino. Ellas ya brillaron como deportistas y seguramente lo harán ahora como dirigentes.
