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En marzo de 2010, meses antes del Mundial de Sudáfrica, Thomas Müller tuvo su primer contacto con la selección de Argentina. Fue el día anterior a un amistoso que jugaba Alemania contra el equipo que dirigía entonces Diego Armando Maradona.
El mediapunta del Bayern Múnich fue escogido para presentarse a la rueda de prensa, en la que el ídolo argentino lo confundió con un recoge bolas. El Pelusa se negó a compartir mesa con Müller, que no olvidó la ofensa.
El partido lo ganaron los albicelestes 1-0, con gol de Gonzalo Higuaín, pero en el Mundial los alemanes tuvieron la revancha. En cuartos de final, bastaron tres minutos para que Müller marcara en la goleada 4-0 que dejó fuera al equipo de Maradona. “Ahora ese gordito sabe quién soy yo”, disparó el jugador alemán, que terminó como goleador del torneo, con cinco tantos, los mismos que David Villa, Diego Forlán y Wesley Sneijder, a quienes superó por tener mayor número de asistencias.
Y esta tarde se volverá a enfrentar a Argentina, ahora con la misión de ganarle para conseguir el cuarto título mundial para Alemania, el mismo que ganó en 1954, 1974 y 1990. Müller, nacido el 13 de septiembre de 1989, se formó en las divisiones menores del Bayern Múnich, al igual que sus compañeros Philip Lahm, Bastian Schweinsteiger y Tony Kroos. Llegó al club rojo cuando apenas tenía 11 años, procedente del TSV Pähl, el equipo del pequeño pueblo en el que nació, a 50 kilómetros de la capital bávara.
Thomas, quien en la selección luce siempre el número 13, el mismo que hizo famoso el legendario artillero alemán Gerd Müller, quien anotó 14 goles en dos mundiales, comenzó jugando como volante externo, pero poco a poco se ha convertido en delantero. “Es un futbolista polifuncional, puede actuar en cualquier posición, pero por su condición técnica y física prefiero dejarlo en punta”, explica Joachim Löw, el técnico que lo llevó al equipo nacional.
Además del desafío que supone ganar la Copa con la Mannschaft, Müller tiene un desafío personal: quiere convertirse en el máximo anotador de los mundiales y superar a su compañero Miroslav Klose, quien el martes pasado llegó a 16 goles, superando a Ronaldo. Con 24 años y medio, podría jugar dos ediciones más y ya lleva 10 tantos y seis asistencias.
“Estoy seguro de que Thomas superará todos los registros. Espero que marque en la final ante Argentina y gane su segunda bota de oro”, señaló Gerd Müller, el Bombardero, con quien siempre lo comparan, no por su apellido ni su estilo de anotar, sino por la efectividad.
En apenas seis temporadas como profesional, Thomas ha marcado 118 goles, 22 de ellos con la selección alemana, en 300 partidos. Ha ganado ocho títulos locales y tres internacionales. Y en Sudáfrica 2010 además de ser el goleador, fue elegido el mejor jugador menor de 23 años.
En Brasil se estrenó con una tripleta ante Portugal. Después hizo el de la victoria 1-0 sobre Estados Unidos y el martes abrió la cuenta en el histórico 7-1 sobre Brasil, uno de los momentos mágicos en su carrera. “No esperábamos un partido así, nos salió todo casi perfecto, jugamos como un equipo y ahora queremos ganar la final”, dijo este viernes tras la última práctica alemana antes de la final ante Argentina, desde las 2:00 p.m., en el estadio Maracaná de Río de Janeiro.
Brasil quedó atrás, ahora tendrán en frente a Argentina.
Sí, pero es imposible no seguir recordando todo lo que pasó ese día, el ambiente, los cinco goles en media hora, la reacción de la gente. Fue un partido totalmente loco, que nunca se me va a olvidar. Pero claro, eso ya es pasado y ahora queremos llevarnos la copa a casa. Faltan 90 minutos para cumplir nuestro objetivo.
¿Se sienten favoritos por el nivel con el que llegan?
Todos los partidos son muy diferentes. En este nivel cualquier cosa puede pasar. Nadie esperaba que goleáramos a Brasil, pero ocurrió. Recibieron un gol, luego tuvieron que salir a buscar el empate y nos dejaron espacios. Habrá que ver cómo se plantea el juego ante Argentina, pero está claro que comienza 0-0, sin ventaja para ninguno.
¿Cuál es la clave para ganarle a Argentina?
No olvidar que es Argentina, que tiene a varios de los mejores jugadores del mundo y, como nosotros, quieren llevarse la Copa para su país. Hay que jugar con mucha intensidad e inteligencia, mover rápido la pelota y ser directos.
¿Es más Argentina que Brasil?
Son diferentes, muy diferentes. No tienen la misma presión que tenían los brasileños, el factor emocional no creo que los afecte. En lo futbolístico, no sé si van a salir a proponer o esperarán que nosotros tengamos la iniciativa, pero está claro que serán un rival difícil de superar.
Y tienen a Lionel Messi...
Contamos con que puede aparecer en cualquier momento, pero creo que nunca he perdido un partido oficial contra él. Hay que acompañarlo todo el tiempo, molestarlo, que reciba el balón lo menos posible, sin olvidar a los demás miembros del equipo.
¿Todavía recuerda el episodio con Maradona, en 2010?
Creo que se equivocó, pero eso quedó atrás y prefiero no recordarlo ahora.
¿Argentina espera la revancha tras dos eliminaciones en cuartos de final ante Alemania, en 2006 y 2010?
El destino quiso que nos encontráramos en esas instancias. En Sudáfrica ganamos bien, pero no nos alcanzó para llegar a la final, porque España nos ganó en semifinales. Ojalá ahora el triunfo sí signifique el título.
¿Y también puede ser goleador, tiene un tanto menos que el colombiano James Rodríguez?
Sí, pero ya fui goleador de un Mundial, en cambio no he sido campeón del mundo. Lo que quiero es que Alemania gane, con goles de Thomas Müller o de quien sea, pero que gane. Este es el partido más importante que puede experimentar cualquier jugador y voy a darlo todo.