
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El boyacense Nairo Quintana, ganador del Giro de Italia en 2014 y de la Vuelta a España en 2016, además de varias veces podio en el Tour de Francia, recuperó este domingo su impronta de ganador al coronarse campeón del Tour de Provenza, carrera en territorio galo que había dejado prácticamente sentenciada el sábado con su contundente triunfo en el mítico Mont Ventoux.
Es la primera celebración del colombiano con los colores del equipo Arkea, al que llegó en esta temporada procedente del Movistar, en el cual brilló desde 2012.
El británico Owain Doull dio al equipo Ineos la primera victoria del año al batir en el embalaje de la cuarta y última etapa al austríaco Mathias Brändl y a sus otros dos compañeros de escapada. La fuga, al cabo de una larga persecución, arribó a meta unos segundos por delante del pelotón.
Otro triunfo en el World Tour
Desde la Tirreno-Adriático de 2017, Nairo Quintana no había podido saborear la victoria general en una prueba por etapas. Y no ganaba una fracción desde el 24 de agosto pasado, cuando, todavía en el Movistar, se impuso en la segunda etapa de la Vuelta a España. Este sábado había resucitado en el Mont Ventoux, donde dominó la jornada reina y se enfundó la camiseta de líder, su primer éxito con el Arkea Samsic.
Su tremenda clase, sin embargo, nunca estuvo en duda, sobre todo porque apenas tiene 30 años de edad y al menos cuatro o cinco temporadas para competir en el más alto nivel. Será difícil que pueda pelear el Tour de Francia, su gran objetivo, pero no cabe duda de que seguirá luchando por títulos en carreras importantes y enriqueciendo su ya grandioso palmarés.
Quintana completó 17 títulos en pruebas del World Tour, así como 42 victorias de etapa, unas cifras que serán muy difíciles de superar, sobre todo porque, al parecer, con este nuevo aire en el Arkea seguirá celebrando.
La última jornada en el Tour de Provenza, sobre 170,5 kilómetros entre Aviñón y Aix-en-Provence, presentaba una ruta con un puerto de primera categoría, otro de segunda y uno de tercera, este último a 15 km de la meta, por lo que la general no estaba totalmente decidida. Pero Quintana y su equipo la afrontaban con un margen confortable de 1:04 minutos sobre el campeón de Rusia, Alexandr Vlasov, y 1:28 sobre el kazajo Alexei Lutsenko.
La fuga del día, de cuatro corredores (Doull, Brändl, el estadounidense Ian Garrison y el francés Romain Combaud) tenía una renta de 3:35 a 30 km de meta, pero cuando el equipo Education First, luego con la ayuda de BMC y Astana, empezó a tirar a bloque, la diferencia se redujo rápidamente.
Por la cima del último puerto el cuarteto delantero pasó ya con solo 52 segundos, aunque un recorrido favorable de ahí hasta la meta le permitió jugarse la victoria en un reducido embalaje.
“Trabajo para devolver al equipo la confianza que me ha dado y espero que este sea el primero de una larga serie de éxitos. Hicimos un gran trabajo en esta carrera y seguramente servirá para darnos mayor seguridad para lo que resta de la temporada”, aseguró Quintana tras la ceremonia de premiación como sucesor de los ganadores anteriores, Thomas Voeckler, Rohan Dennis, Alexandre Geniez y Gorka Izagirre.