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No es ninguna ‘Bobadilla’

En la ida de la final del Clausura, Independiente Medellín logró un valioso triunfo 1-0 anoche en su visita al Atlético Huila, gracias a las atajadas del arquero paraguayo y al olfato del goleador Jackson Martínez.

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Redacción Deportiva
16 de diciembre de 2009 - 11:33 p. m.
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Hacía una semana en Barranquilla se había encargado de transmitirles tranquilidad y confianza a sus compañeros desde el arco, al punto que despreocupados por completo intentaron ir al frente, ganaron y aseguraron de manera anticipada su cupo a la última instancia de la Mustang II.

Y el miércoles, como buen caballero, Aldo Bobadilla repitió otra noche excepcional en Neiva, donde los locales buscaron el triunfo, pero todas las intenciones quedaron en los guantes del paraguayo y al final tuvieron que ver el festejo visitante con el triunfo por la mínima que sentencia en buena parte la final del Clausura, cuya vuelta será el próximo domingo en un Atanasio tan rojo como entusiasta.

Las cuatro opciones claras del local, que se quedaron en eso por el guaraní, además de la efectividad del goleador Jackson Martínez, quien en la única que tuvo no perdonó para silenciar el Plazas Alcid y confirmarse de paso como el máximo artillero del campeonato, fueron las claves de la victoria.

La precaución fue premisa en ambos finalistas, luego de que la estadística indicara primero que el que marcara diferencia en la ida siempre ha dado la vuelta olímpica, y también que los opitas tenían al frente a un equipo que durante el Clausura había sumado 25 de 33 puntos posibles fuera de casa, nueve de ellos en los cuadrangulares, y que además en su única visita del segundo semestre a Neiva se había llevado los tres puntos y el liderato de paso.

Ese respeto se vio reflejado tras el pitazo inicial, porque era el visitante el encargado de manejar con más criterio la pelota en los primeros minutos, en los que tuvo la ventaja en la derecha de Felipe Pardo, pero apareció Luis Estacio para irradiar tranquilidad en el dueño de casa, que a partir de ese susto empezó a hacerse al control del juego.

Un remate de Frank Pacheco y luego dos de Carlos Rentería fueron los encargados de amenazar seriamente el arco de Bobadilla, quien, con la franja de capitán más que merecida, demostraba en la capital huilense por qué es el mejor meta del Clausura y uno de los pilares de la gran campaña poderosa en la Mustang II.

Huila llegó más y con mayor riesgo, pero ahí estuvo el Uno para espantar cualquier ilusión amarilla y las manos del guaraní fueron las únicas encargadas de justificar el cero a cero con que los equipos se fueron al vestuario para el entretiempo.

Y el receso entre un tiempo y otro sobró, porque los locales siguieron arremetiendo, el DIM aguantando como podía y esperando que en cualquier parpadeo huilense aparecieran Luis Fernando Mosquera y Jackson Martínez. De hecho, una falta sobre el primero le permitió generar una aproximación en cobro de tiro libre.

Igual el Huila fue cediendo terreno en iniciativa y hasta en ímpetu, tanto que su primera llegada seria fue a 15 del final, cuando el panameño Nelson Barahona volvió a probar los reflejos del arquero rival en un tiro libre.

Y tras fracasar en ese nuevo intento, Medellín tomó aire, encontró en el recién ingresado César Valoyes la explosión y en la primera descolgada del atacante dejó a Jackson mano a mano para que resolviera con lujo incluido.

“Fue importante llevarnos el triunfo, pero no nos podemos confiar, porque el Huila tiene jugadores para hacer daño, así que todavía no se ha ganado nada”, sugirió el delantero chocoano que se reconcilió con la red en el momento más oportuno.

Y mientras el nueve era abrazado por varios de sus compañeros, cerca de él, Bobadilla abandonaba la cancha con la tranquilidad del deber cumplido y aparte de advertir “que se debe mantener el resultado y si es con triunfo, mejor”, resaltó que “todos somos responsables siempre cuando ganamos, empatamos o perdemos”.

El miércoles en la noche pegaron primero los visitantes y de acuerdo con la tendencia, el que lo hace termina levantando la Copa. ¿Se repetirá la tendencia?

Por Redacción Deportiva

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