"No me afectan las críticas": Yovanny Arrechea
El goleador, quien le anotó tres al Real, dice que ni los elogios ni las rechiflas lo sacan de casillas.
Olga Lucía Barona Torres
Yovanny Arrechea levantó sus brazos hacia el cielo y dio las gracias por los goles recibidos. Fueron tres, en la goleada 4-0 de Millonarios sobre el Real Cartagena, que le abrió al equipo bogotano la esperanza de clasificar a la siguiente ronda de la Liga Postobón.
Arrechea, nacido hace 27 años en Santander de Quilichao, Cauca, suma ahora ocho tantos en la clasificación de goleadores del campeonato y aunque la cifra no lo trasnocha, sí le permite acallar las voces críticas de quienes pusieron su talento en tela de juicio ante un pésimo comienzo de temporada de Millonarios.
“Me fui a dormir feliz, feliz que marqué tres goles, pero orgulloso de que esos tantos sirvieron para que el equipo ganara, sumara los tres puntos y se acercara al grupo de los ocho”, le dijo Arrechea a El Espectador, mientras este domingo departía en casa con su esposa Jazmín Acosta, con quien tiene un hijo de tres años, Santiago, y otro que viene en camino.
¿Qué sensaciones pasan por su cabeza luego de anotar tres goles en un mismo partido?
Pues estoy muy contento, pero no por mis goles, sino seguir el camino hacia la clasificación. Gracias a Dios, en los últimos partidos la balanza se ha inclinado a nuestro favor y hemos podido fortalecernos espiritualmente y salir de la crisis del comienzo de la temporada.
Pero sin duda esos tres goles que usted le marcó al Real Cartagena son una forma de callarles la boca a quienes lo critican.
La verdad no lo siento así. Igual mi deber es seguir luchando por sacar adelante a Millonarios. El fútbol es una circunstancia indescriptible, en donde priman los sentimientos de los hinchas y ellos, obvio, sólo se van a guiar por los resultados y cuando éstos no se dan, como nos pasó al comienzo del torneo, pues es entendible que te critiquen.
Entonces, ¿no le afectan las críticas?
Nunca me han afectado ni las críticas ni los elogios. Ninguna de las dos me sacan de mis casillas. Uno como profesional debe saber manejar esas situaciones. El miércoles pasado, cuando perdimos contra Itagüí, por la semifinal de la Copa Colombia, salí chiflado y esos mismos hinchas fueron quienes el sábado me aplaudieron, así que no vale la pena desgastarse por esto.
¿Los últimos triunfosde Millonarios les ha permitido a los jugadores recobrar la confianza?
Sin duda. Gracias a Dios ahora el grupo se siente más fortalecido y unido. Todos sentimos ahora más confianza, y seguro que eso se ha notado en la cancha.
¿Cree entonces que el equipo seguirá creciendo y que le alcanzará para clasificar?
Pues esa es la idea. Cada partido que juguemos tenemos que afrontarlo como una final. Sólo de esta manera podremos conseguir nuestra clasificación. Pero ahora lo que tenemos en mente es el partido del próximo miércoles ante Itagüí; debemos ir a ganar y poder así llegar a la final de la Copa Colombia. No será una labor fácil, pero tengo fe en que lo podemos lograr.
Arrechea se despide. Dice que su almuerzo, un rico arroz con pollo que su esposa este domingo le cocinó, le espera servido en la mesa, así como sus goles en El Campín.
Yovanny Arrechea levantó sus brazos hacia el cielo y dio las gracias por los goles recibidos. Fueron tres, en la goleada 4-0 de Millonarios sobre el Real Cartagena, que le abrió al equipo bogotano la esperanza de clasificar a la siguiente ronda de la Liga Postobón.
Arrechea, nacido hace 27 años en Santander de Quilichao, Cauca, suma ahora ocho tantos en la clasificación de goleadores del campeonato y aunque la cifra no lo trasnocha, sí le permite acallar las voces críticas de quienes pusieron su talento en tela de juicio ante un pésimo comienzo de temporada de Millonarios.
“Me fui a dormir feliz, feliz que marqué tres goles, pero orgulloso de que esos tantos sirvieron para que el equipo ganara, sumara los tres puntos y se acercara al grupo de los ocho”, le dijo Arrechea a El Espectador, mientras este domingo departía en casa con su esposa Jazmín Acosta, con quien tiene un hijo de tres años, Santiago, y otro que viene en camino.
¿Qué sensaciones pasan por su cabeza luego de anotar tres goles en un mismo partido?
Pues estoy muy contento, pero no por mis goles, sino seguir el camino hacia la clasificación. Gracias a Dios, en los últimos partidos la balanza se ha inclinado a nuestro favor y hemos podido fortalecernos espiritualmente y salir de la crisis del comienzo de la temporada.
Pero sin duda esos tres goles que usted le marcó al Real Cartagena son una forma de callarles la boca a quienes lo critican.
La verdad no lo siento así. Igual mi deber es seguir luchando por sacar adelante a Millonarios. El fútbol es una circunstancia indescriptible, en donde priman los sentimientos de los hinchas y ellos, obvio, sólo se van a guiar por los resultados y cuando éstos no se dan, como nos pasó al comienzo del torneo, pues es entendible que te critiquen.
Entonces, ¿no le afectan las críticas?
Nunca me han afectado ni las críticas ni los elogios. Ninguna de las dos me sacan de mis casillas. Uno como profesional debe saber manejar esas situaciones. El miércoles pasado, cuando perdimos contra Itagüí, por la semifinal de la Copa Colombia, salí chiflado y esos mismos hinchas fueron quienes el sábado me aplaudieron, así que no vale la pena desgastarse por esto.
¿Los últimos triunfosde Millonarios les ha permitido a los jugadores recobrar la confianza?
Sin duda. Gracias a Dios ahora el grupo se siente más fortalecido y unido. Todos sentimos ahora más confianza, y seguro que eso se ha notado en la cancha.
¿Cree entonces que el equipo seguirá creciendo y que le alcanzará para clasificar?
Pues esa es la idea. Cada partido que juguemos tenemos que afrontarlo como una final. Sólo de esta manera podremos conseguir nuestra clasificación. Pero ahora lo que tenemos en mente es el partido del próximo miércoles ante Itagüí; debemos ir a ganar y poder así llegar a la final de la Copa Colombia. No será una labor fácil, pero tengo fe en que lo podemos lograr.
Arrechea se despide. Dice que su almuerzo, un rico arroz con pollo que su esposa este domingo le cocinó, le espera servido en la mesa, así como sus goles en El Campín.