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Novak Djokovic ganó por 5-7, 7-6(4) y 7-6(4) contra Alcaraz, que se quedó a un paso de conquistar el quinto Masters 1.000 de su carrera. El serbio, por su parte, ganó el título número 95 de su carrera y se tomó la revancha tras la derrota sufrida contra Alcaraz en la final de Wimbledon.
Djokovic puso sus manos en su tercer título en Cincinnati, donde había perdido cinco de sus siete finales, y se tomó la revancha tras la derrota sufrida en la final de Wimbledon, cuando Alcaraz ganó el segundo ‘grande’ de su carrera.
La forma en la que el serbio se lanzó al suelo para celebrar el punto de la victoria explica el nivel de intensidad alcanzado en esta final.
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Tres horas y 49 minutos de magnífico nivel tenístico entre una leyenda y un talento con un presente ya brillante y un futuro dorado por delante. Había más de quince años de diferencia entre “Nole” y “Carlitos”, pero en el campo reinó la igualdad en una batalla para la historia de este deporte.
Porque terminó ganando Djokovic en el tercer set, pero pudo ganar Alcaraz en el segundo, cuando no logró aprovechar una bola de partido con 6-5 en el desempate.
Alcaraz, a un paso de la gloria
El murciano, que buscaba ser el tercer español campeón en Cincinnati tras Carlos Moyá (2002) y Rafa Nadal (2013), perdió la primera final de su carrera en un Masters 1.000 tras coronarse en Miami y Madrid 2022 y en Indian Wells y Madrid de este año.
Recibió las sentidas felicitaciones de un Djokovic agotado al acabar el partido y, pese a reconocer que le costaba contener las lágrimas, Alcaraz se despidió de la central con una sonrisa y consciente de que dejó hasta la última gota de sudor en la pista.
“Nole” y “Carlitos” fueron protagonistas de una nueva batalla espectacular. Si es posible, ésta con una calidad tenística incluso superior a la de Wimbledon. Ambos lucieron un nivel estelar.
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Y si en Wimbledon Alcaraz tuvo un comienzo traumático, con un 1-6 en apenas 34 minutos, en el cemento de Cincinnati Carlitos arrancó con convicción. Conectó dos saques ganadores para abrir su turno y tuteó a Djokovic en cada punto.
El serbio aprovechó el único momento de indecisión del murciano para ponerse una rotura arriba, pero Alcaraz cambió el guion, la recuperó de forma inmediata y logró otra con 5-5 para llevarse el primer set por 7-5 tras una hora de batalla.
Un encuentro de boxeo en el tercer set
El nivel aumentó a medida de que crecía la tensión. Como dos boxeadores, Djokovic y Alcaraz intercambiaron golpes tremendos. Rompió el serbio con 3-3 y se escapó 5-3. El murciano, aparentemente tocado, encontró en el tanque las fuerzas para darse otra oportunidad. Anuló dos bolas de partido con el 3-5 y otras dos en el 4-5, con Djokovic al saque.
Su derecha pasante para anular bola de partido en el 3-5 puso de pie a los espectadores. El ‘drive’ que conectó para anular la cuarta también dejó boquiabierto al público.
Encadenó tres juegos seguidos y Djokovic envió el partido al desempate. Alcaraz remontó un 0-3 y se fue a sentar con 3-3 en el marcador tras una volea de pura clase.
Fue sólo en ese momento cuando Djokovic dio el golpe al partido. A base de saques se colocó arriba 6-4 y, en la quinta bola de partido, consiguió un triunfo épico.
Tras lanzarse al suelo, se levantó y regaló su raqueta a un aficionado. Se quedó sin trofeo Alcaraz, pero su primer partido en superficie rápida contra Djokovic dejó igualmente señales para su optimismo de cara a la defensa del título en el Abierto de Estados Unidos.
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