Óscar Tabárez: "Este trofeo une al equipo y a todo el país"
En su tercer ciclo como seleccionador de Uruguay, el Maestro Óscar Washington Tabárez logró el domingo su primer título de Copa América, tras vapulear en la final a Paraguay por 3-0.
El Espectador
Tenía como cuenta pendiente lograr el primer lugar que le fue esquivo en 1987 y 2007, torneos en los que fue segundo y cuarto, respectivamente. Pendiente porque Tabárez es el único DT en disputar dos eliminatorias y clasificar a Uruguay en ambas, a los mundiales de Italia 1990 y Sudáfrica 2010.
En el torneo africano condujo a la celeste al cuarto puesto, en la mejor actuación de Uruguay en los mundiales desde México 1970, mientras que en Italia 1990 había alcanzado los octavos de final, instancia en la que fue eliminado por el anfitrión.
También bajo su égida, las selecciones juveniles charrúas han logrado destacadas actuaciones, como el vicecampeonato mundial logrado por la Sub-17 hace dos semanas en México y la clasificación para los Olímpicos de Londres alcanzada en febrero último por la Sub-20 en Perú.
Por eso no es casualidad todo lo que está pasando. Porque acaso su radiografía del fútbol celeste es una de las más claras y fidedignas que tiene en su mente un técnico en el mundo. Su roce con la absoluta así lo ratifica. Dirigió en dos procesos a la selección Sub-20 y otras dos a la de mayores, la primera entre 1988 y 1990 y la segunda desde 2006, cuando reemplazó a Jorge Fossati, con quien la selección fue superada en el repechaje por un cupo al Mundial de Alemania 2006.
Ayer Tabárez se convirtió en la prueba de que los procesos triunfan. Los cinco años que lleva al frente de la selección han estado llenos de alegrías y aunque él sabe que ésta es la cereza del postre, no se confía. “Sólo hemos ganado una Copa América. Eso sí, se la dedico a todos los que fueron parte de las 14 anteriores, porque ellos también son parte de todo este proceso. Ya hay gente en Uruguay disfrutando y vamos a estar con ellos en un rato”, dijo.
Lo único que lo motiva es que “esto sirve para unir, para unir a un país. Para que padres e hijos puedan compartir sentimientos. Así como cuando Peñarol ganó el título de Libertadores. Es muy bonito”.
En cuanto a la eliminatoria que empieza el próximo mes de octubre, Tabárez guardó prudencia e incluso quiere empezar con perfil bajo el camino hacia Brasil 2014: “Tenemos que sacarnos esta Copa. No es garantía para que ganemos la eliminatoria o clasifiquemos. Será otra cosa distinta. Sólo sé que estamos bien y que por ahora vamos a disfrutarlo”.
Él ha reconocido siempre los méritos y deméritos de su equipo. Sabe que en esta Copa luchó contra las limitaciones, las lesiones y expulsiones. Fue crítico también con el torneo en general y calificó como novedoso e interesante el planteamiento de Colombia ante Argentina en la primera fase.
Pero, pese a su seriedad, no le han faltado momentos para el humor, como cuando en el Mundial de Sudáfrica reconoció que las manos de Luis Suárez ante Ghana habían sido las de “Dios y la Virgen María”.
El Maestro, apodado así por ejercer esa profesión en las escuelas del Cerro, Paso de la Arena y La Teja, sigue con perfil bajo, aunque en realidad su equipo hoy sea el mejor del continente.
Tenía como cuenta pendiente lograr el primer lugar que le fue esquivo en 1987 y 2007, torneos en los que fue segundo y cuarto, respectivamente. Pendiente porque Tabárez es el único DT en disputar dos eliminatorias y clasificar a Uruguay en ambas, a los mundiales de Italia 1990 y Sudáfrica 2010.
En el torneo africano condujo a la celeste al cuarto puesto, en la mejor actuación de Uruguay en los mundiales desde México 1970, mientras que en Italia 1990 había alcanzado los octavos de final, instancia en la que fue eliminado por el anfitrión.
También bajo su égida, las selecciones juveniles charrúas han logrado destacadas actuaciones, como el vicecampeonato mundial logrado por la Sub-17 hace dos semanas en México y la clasificación para los Olímpicos de Londres alcanzada en febrero último por la Sub-20 en Perú.
Por eso no es casualidad todo lo que está pasando. Porque acaso su radiografía del fútbol celeste es una de las más claras y fidedignas que tiene en su mente un técnico en el mundo. Su roce con la absoluta así lo ratifica. Dirigió en dos procesos a la selección Sub-20 y otras dos a la de mayores, la primera entre 1988 y 1990 y la segunda desde 2006, cuando reemplazó a Jorge Fossati, con quien la selección fue superada en el repechaje por un cupo al Mundial de Alemania 2006.
Ayer Tabárez se convirtió en la prueba de que los procesos triunfan. Los cinco años que lleva al frente de la selección han estado llenos de alegrías y aunque él sabe que ésta es la cereza del postre, no se confía. “Sólo hemos ganado una Copa América. Eso sí, se la dedico a todos los que fueron parte de las 14 anteriores, porque ellos también son parte de todo este proceso. Ya hay gente en Uruguay disfrutando y vamos a estar con ellos en un rato”, dijo.
Lo único que lo motiva es que “esto sirve para unir, para unir a un país. Para que padres e hijos puedan compartir sentimientos. Así como cuando Peñarol ganó el título de Libertadores. Es muy bonito”.
En cuanto a la eliminatoria que empieza el próximo mes de octubre, Tabárez guardó prudencia e incluso quiere empezar con perfil bajo el camino hacia Brasil 2014: “Tenemos que sacarnos esta Copa. No es garantía para que ganemos la eliminatoria o clasifiquemos. Será otra cosa distinta. Sólo sé que estamos bien y que por ahora vamos a disfrutarlo”.
Él ha reconocido siempre los méritos y deméritos de su equipo. Sabe que en esta Copa luchó contra las limitaciones, las lesiones y expulsiones. Fue crítico también con el torneo en general y calificó como novedoso e interesante el planteamiento de Colombia ante Argentina en la primera fase.
Pero, pese a su seriedad, no le han faltado momentos para el humor, como cuando en el Mundial de Sudáfrica reconoció que las manos de Luis Suárez ante Ghana habían sido las de “Dios y la Virgen María”.
El Maestro, apodado así por ejercer esa profesión en las escuelas del Cerro, Paso de la Arena y La Teja, sigue con perfil bajo, aunque en realidad su equipo hoy sea el mejor del continente.