Andrés Villa, el receptor del “football” criollo

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Hazlo realidad. Ese es uno de los lemas que tiene Andrés Villa en su mente cada vez que sale de su casa para el trabajo, cada vez que sale del trabajo hacia el gimnasio y cada vez que sale del gimnasio hacia la cancha para entrenar football americano. Realmente, este deporte no es muy reconocido en Colombia. En total hay 18 equipos en el país que se dividen en dos conferencias: la Centro y la Occidental.

El torneo de la Federación Colombiana de Football Americano (Fedecofa) se organiza de la siguiente manera: cada equipo juega dos veces con los seis rivales de su conferencia, seis encuentros de local y seis de visitante; totalizando 12 partidos. Además, se enfrenta una vez contra tres equipos de la otra conferencia. Los clasificados a la postemporada serán los dos mejores de cada zona, que se medirán entre sí en la final de conferencia y, los ganadores de ambos partidos, disputarán el título nacional.

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Andrés milita en el equipo más laureado del país: los Hunters de Medellín. Mientras él estudiaba para ser ingeniero sanitario en la Universidad de Antioquia, practicaba baloncesto. La dinámica de la salida en ataque rápido, los pases largos y la velocidad de los jugadores en estas situaciones era lo que más le gustaba a Andrés, ya que cumplía con todas esas cualidades en su estilo de juego, cosas que después encontró en Hunters. Un día, un amigo lo invitó a jugar en el equipo de football americano por su afición a este deporte. “No veía que el deporte estuviera muy desarrollado porque, en ese tiempo, jugaban sin hombrera y sin casco”, dice.

En 2011 decidió aceptar y fue a probarse como receptor abierto, que es, jugando a la ofensiva, quien atrapa el pase que lanza el mariscal de campo. Él hace recepciones con una mano, con saltos acrobáticos, pero siempre con los ojos en el balón. Además de jugar en el equipo ofensivo de los Hunters, es el entrenador de esta sección y dice que el principal error de los jugadores que vienen a reemplazarlo es no mirar el ovoide en todo momento.

Desde marzo de este año, Andrés Villa ha estado trabajando en un nuevo sueño: jugar en una liga profesional de mayor envergadura. Como cualquier otro amante del deporte, Villa sueña con llegar a lo más alto, debutar en la National Football League (liga de football americano de Estados Unidos, más conocida por su sigla NFL) y poder hacer historia como lo hicieron en su momento Jairo Peñaranda (1981), Fuad Reveiz (1985) y Fernando Velasco (2009), los otros colombianos que han estado en el campeonato más prestigioso del mundo. Su humildad y sus 33 años le hacen poner los pies en la tierra, pero no dejar de soñar ahora que llegará a otro país que es potencia en esta disciplina: México.

Andrés se levanta temprano para trabajar como ingeniero de proyectos en las Empresas Públicas de Medellín (EPM). Después de su jornada laboral, va a verse con su segunda familia, su equipo de football. Allí también se encuentra con su novia, quien comparte su pasión por este deporte. Hasta el 31 de diciembre podrá seguir viendo a estos deportistas que lo acompañan desde hace ocho años dentro y fuera de la cancha. Ese día viajará a México para incorporarse a su nuevo equipo y vivir una vida como deportista profesional.

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Por si alguna vez se le olvida esa frase que siempre lleva en su cabeza para perseverar en sus objetivos, tiene un afiche frente a su cama que dice: “Cuando pienses en renunciar, piensa por qué iniciaste”. Andrés asegura que estas ocho palabras, junto a la disciplina por el deporte que le enseñó su papá, con el apoyo de la familia dentro de su casa y la otra, dentro del campo, lo han convertido en lo que es hoy, un referente del football en un país en el que el otro fútbol es el que se lleva toda la atención. “Este deporte me lo ha brindado todo y, por ende, se lo quiero dar todo de vuelta”.