Jeter Downs, el prospecto colombiano que busca abrirse paso hacia Grandes Ligas

El sanandresano es un campocorto que fue seleccionado por los Rojos de Cincinnati en la ronda 32 del Draft de la MLB. Es catalogado como uno de los mejores jugadores jóvenes en este deporte.

Jesús Miguel De La Hoz
13 de junio de 2017 - 05:08 p. m.
Jeter Downs se convirtió en el cuarto colombiano en ser seleccionado en el draft de la MLB. / MLB.com
Jeter Downs se convirtió en el cuarto colombiano en ser seleccionado en el draft de la MLB. / MLB.com

A finales de los 90 la figura de Derek Jeter apenas estaba emergiendo en el béisbol de las Grandes Ligas. El campocorto era un jugador más de los Yanquis de Nueva York. Aún le faltaba mucho camino por recorrer para convertirse en el capitán de esta mítica organización y más aún para ser la leyenda en la que se terminó convirtiendo. Pero esas primeras pinceladas de este pelotero cruzaron fronteras, se extendieron por todo el caribe hasta aterrizar en los ojos de Lucila Michelle, una sanandresana casada con Jerry Downs. En 1998 esta pareja esperaba a su segundo hijo y sin dudarlo decidieron bautizarlo, Jeter.

Jerry y Lucila siempre fueron fanáticos del béisbol. Es el deporte que los apasiona. Los duelos entre lanzadores y bateadores son un poema convertido en realidad para esta pareja. No existe nada mejor. Sin embargo, son como agua y aceite, ella es fanática de los Yanquis y él de los Medias Rojas, una de las más grandes rivalidades que existe en el béisbol de Las Mayores. Pero no pasa de allí. Jerry Downs, además, fue profesional de este deporte en Colombia. Fue pitcher. Nunca llegó a firmar para un equipo de Grandes Ligas, pero su brazo lanzaba rectas que alcanzaban velocidades hasta de 143 kilómetros por hora. Sus lanzamientos no eran imbateables, sin embargo, siempre practicó este juego con devoción y entrega.

Cuando tuvo sus dos hijos se convirtió en su mentor. Les enseñó las bases fundamentales para practicar este deporte, como coger un bate, correr las bases fildear una pelota. Todo. Y tanto Jerry Jr. como Jeter absorbieron todos los consejos de su padre. En 2003 la familia se mudó a Miami y se instalaron en ‘Little Havana’, un barrio que se ubica a dos cuadras de donde queda el Marlins Park. Allá esa pasión por el béisbol aumentó de manera considerable en los dos niños Downs. “Dios me dio dos hijos maravillosos que juegan el deporte que amo”, dijo Jerry Downs en diálogo con USA Today.  

Aunque ninguno de los dos fue lanzador. Ambos se enamoraron del bate y la manilla. Escogieron posiciones diferentes. Jerry Jr. jugó en primera base y en los jardines. Mientras que Jeter, tal vez influenciado por el peso de su nombre, optó por jugar en el campocorto en su escuela Monsignor Pace. “Sus padres fueron proféticos al darle ese nombre y que jugara en esa posición”, resaltó al periódico norteamericano Jerry Albert, quien fue manager del equipo de béisbol del colegio Miami Belen Jesuit, rival del equipo de Jeter.

En Monsignor Pace el sanandresano explotó sus condiciones. Expuso su calidad tanto con el guante como corriendo las bases y con el bate. Demostró que tiene herramientas que pocos poseen. Rápidamente abrió los ojos de sus entrenadores. Y maravilló a sus rivales con su capacidad dentro del terreno de juego. “Es un jugador que tiene las cinco herramientas”, afirmó Albert. El modelo a seguir de Jeter siempre fue su hermano, quien firmó con los Medias Rojas de Boston. Siempre intentó seguirle los pasos. Pero por sus condiciones físicas tomaron rumbos diferentes dentro del diamante.

La versatilidad del menor de los Downs lo llevó a convertirse en un jugador anhelado por algunas organizaciones de las Grandes Ligas. A diferencia de su hermano, Jeter tiene velocidad y puede batear a cualquier parte del parque. Tal vez no tenga ese poder descomunal de Jerry Jr. pero eso lo compensa con la agresividad con la que compite en cada juego. Y él lo tiene claro. “Si no tengo un buen juego en el plato, no puedo ayudar ofensivamente a mi equipo y me pasa lo mismo con el guante. No puedo darme ese lujo”, se repite siempre como gota de gotera, el campocorto.

“Los cazatalentos aman la forma en la que hace swing con el bate, además tiene poder y velocidad para coger bases extras. Es un jugador muy agresivo al que le gusta robar bases”, explicó del jugador la página de la MLB, que lo ubicó entre los mejores 50 prospectos en el draft -espacio en el que las organizaciones de Grandes Ligas escogen jugadores colegiales o universitarios para formarlos en sus divisiones menores- que se llevó a cabo el martes. Y así lo demostró con su colegio, en donde siempre se destacó por ser un jugador de contacto y velocidad. Además, en los últimos dos años sumó a su repertorio el poder. El campocorto colombiano en sus últimas dos temporadas bateó 20 cuadrangulares.

Jeter fue escogido por los Rojos de Cincinnati en la selección 32 del draft y se convirtió en el cuarto colombiano en haber sido seleccionado. Se unió a su hermano Jerry Downs, a Oscar Mercado y a Milton Ramos. Este sanandresano aún tiene mucho por potenciar y desde ahora la organización de Cincinnati -si llega a un acuerdo económico con el jugador- será la encargada de llevarlo por el mejor camino para se convierta en una realidad.

Por Jesús Miguel De La Hoz

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