Ben Jonhson (159) ganó la final de la prueba de los 100 metros en Seúl 1988, pero 55 horas después fue descalificado por dopaje.
Foto: Agencia AP
La práctica del dopaje en el deporte llegó para quedarse. Año a año aumenta la lista de nombres de hombres y mujeres que, en busca de la gloria, terminan –unos– con un manto de dudas sobre su rectitud deportiva, y otros hundidos en el desprecio social por engañar al mundo y arrebatarles el triunfo a atletas que se presumen limpios y honestos.
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Por Ricardo Ávila Palacios
Periodista bogotano y abogado en uso de buen retiro. Creador de Tip Legal, con la pretensión de difundir pedagogía jurídica como una forma de servicio a la comunidad de lectores de El Espectador. Autor de los libros “Derecho a la información” (2005) y “La fabulosa historia del atletismo colombiano” (2019).@ricardoavilapalaciravila@elespectador.com