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Las informaciones que llegan desde Japón sobre los juegos Olímpicos son confusas. Un día los organizadores del evento afirman que la competición sigue en firme y a la jornada siguiente, el gobierno japonés pone en duda la realización de las justas deportivas.
Sobre los Juegos Olímpicos de Tokio, el ministro japonés Taro Kono declaró este viernes que “todo puede ocurrir”, en relación a una eventual suspensión evento deportivo. Las Olimpiadas, que ya fueron aplazadas de 2020 a este año, podrían ser pospuestas nuevamente, ya que Japón vive una nueva ola de coronavirus, seis meses antes de la ceremonia de apertura.
Kono, que es ministro de Reforma Administrativa en el país asiático, y una persona clave del gobierno, no niega la posibilidad de que eventualmente se anulen los Juegos, pues Tokio y otros diez departamentos de Japón han decretado estado de urgencia hasta el próximo 7 de febrero, con el objetivo de frenar la pandemia. ”Dada la situación del coronavirus, es una posibilidad”, reconoció Kono a la prensa.
“Los organizadores y el Comité Olímpico Internacional (COI) claramente deben reflexionar sobre planes de contingencia”, dijo, aunque también insistió en que el gobierno nipón prepara “firmemente” los Juegos Olímpicos y los Paralímpicos.
Kono es el primer responsable político de alto rango que toma públicamente distancia con el primer ministro Yoshihide Suga, que ha reiterado en varias ocasiones que Japón podrá organizar unos Juegos “seguros” este año, como está previsto.
Pese a la llegada de vacunas a Japón en los próximos meses, el apoyo de la población nipona a los Juegos Olímpicos se ha reducido. Un reciente sondeo en el país mostró que el 80% de las personas encuestadas piensan que los Juegos deberían ser aplazados de nuevo o simplemente anulados.
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El primer ministro está convencido de que la opinión del pueblo japonés cambiará cuando su Estado comience el programa de vacunación a finales de febrero.
Por su parte, Yoshiro Mori, que es el presidente del comité de organización de los Juegos, declaró que era “absolutamente imposible” aplazar la competencia tras las grandes inversiones, económicas y humanas que se han realizado.
Y añadió que Japón deberá determinar, en función de la evolución de la pandemia, si se aceptan espectadores extranjeros. “Debemos tomar una decisión muy difícil entre febrero y marzo”, adelantó.
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Incluso, este viernes los medios locales citaron a la ministra encargada de los Juegos, Seiko Hashimoto, que anunció que Japón había decidido suspender la exención que permite a los deportistas extranjeros entrar en el país antes para entrenarse durante el estado de urgencia.
De hecho, los atletas japoneses que estén afuera podrán volver al país, pero tendrán que someterse a una cuarentena de 14 días cuando regresen. “Queremos que la prioridad sea salvar vidas, por lo que, como medida preventiva para eliminar riesgos, vamos a reforzar nuestra primera línea de defensa”, señaló Hashimoto.
Además, añadió: “Tomamos en consideración la situación infecciosa que hay en nuestro país y en el extranjero para reaccionar en consecuencia”. De esta manera, la prohibición de acceso para los deportistas foráneos y no residentes en Japón podría afectar el rendimiento de los atletas en la competición.
Sin embargo, el comité de organización de los Juegos cree que las medidas tomadas por las autoridades “contribuirán a mejorar la situación”. Así lo señalaron en un comunicado: “Esperamos que la vida cotidiana pueda volver a la normalidad lo más rápido posible y seguiremos trabajando en estrecha colaboración con todas las partes implicadas para que los Juegos se desarrollen con total seguridad”, añadieron.
Colombia espera superar las medallas que se consiguieron en eventos pasados. En ese orden de ideas, el objetivo será lograr 10 medallas para sobrepasar las nueve que se consiguieron en Londres 2012.
Una aspiración difícil pues la participación del equipo de pesas sigue en duda por varios casos de dopaje y el nivel de Mariana Pajón, que viene de una lesión, y el de Catherine Ibargüen, que no ha tenido los mejores resultados en las competencias previas, dificultarán la obtención de varias medallas que se consiguieron en anteriores justas.