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Un año de controversias

El año 2007 se fue raudo y veloz para la Fórmula Uno, pero estuvo cargado de noticias y controversias, que en cierta medida hicieron olvidar el retiro de Michael Schumacher.

Editorial
01 de noviembre de 2007 - 11:02 p. m.

Y aunque en esta temporada el inglés Lewis Hamilton surgió como una figura inesperada y con su protagonismo le dio un nuevo aire a la categoría, hay que decir que el tema del espionaje y las decisiones acomodadas de la FIA terminaron por opacar un campeonato que parecía de ensueño. Este fin de semana se conocerá el nombre del nuevo campeón, y quienes estén enfrascados en un bando determinado tienen la opción, por los sucesos extradeportivos, de justificar la derrota.

En caso de que el inglés sea el campeón (para nosotros ha hecho los méritos suficientes para quedarse con el trofeo mayor), los seguidores del bicampeón Fernando Alonso se irán lanza en ristre contra el piloto de color, aduciendo que tuvo un trato preferencial en el equipo y que sus ‘errores' dentro de la pista no fueron medidos con el mismo rasero por los encargados de impartir justicia.

Si por el contrario es el español Fernando Alonso quien logre la hazaña del tricampeonato, sus detractores no dudarán en hablar de su falta de lealtad con el equipo de Ron Dennis y lo culparán, en gran parte, de lo sucedido con el tema de espionaje y la imposibilidad del equipo de luchar por el título de constructores, que para las escuderías tiene una importancia trascendental.

Y, si en su defecto es el finlandés Kimi Raikkonen (quien la tiene más difícil) el destinado para celebrar en Interlagos, se dirá que pescó en río revuelto y que una vez más la presión de Ferrari sobre la FIA imperó, como muchas veces aconteció en la era de Michael Schumacher.

Suceda lo que suceda, la Fórmula Uno tendrá un nuevo campeón y éste saldrá de una generación joven de pilotos, que se mantendrá por mucho tiempo en la categoría. Eso sí, todos esperamos que en la pista impere el ‘Juego Limpio' y que el título se defina por méritos y no por acciones extradeportivas.

La Fórmula, pase lo que pase, seguirá siendo la máxima categoría del automovilismo mundial y continuará despertando pasiones. Quizás estemos a las puertas de la era de Lewis Hamilton, el primer piloto de color que podría figurar como campeón mundial, un joven que llegó a la escudería McLaren sin los pergaminos del español Fernando Alonso, pero que con inteligencia logró superarlo en buena parte de la temporada.

Sea cual sea el resultado en Brasil, de lo que sí estamos seguros es de que el paso de Fernando Alonso por McLaren no tendrá el final esperado, como tampoco lo tuvo el de nuestro compatriota Juan Pablo Montoya, quien hoy hace grandes esfuerzos por figurar en la categoría Nascar.

Esperamos que en el año 2008 el protagonismo se dé en la pista y no fuera de ella. Deseamos que la Fórmula Uno no se vea involucrada en más escándalos y se rescate buena parte de su credibilidad. De igual manera, queremos que el campeonato sea mucho más competitivo y no sea exclusivo de dos escuderías y cuatro pilotos. En la medida que existan más candidatos al título, mayor será la expectativa.

Por Editorial

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