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Carlos Ñáñez, arquero de la selección de Futsal: como un muro

El arquero caleño es uno de los jugadores más destacados de la selección colombiana que disputa el Mundial Fifa futsal en el país. Su historia.

Luis Guillermo Montenegro
20 de septiembre de 2016 - 04:13 a. m.
Carlos Andrés Ñáñez, arquero de la selección colombiana de futsal. / EFE
Carlos Andrés Ñáñez, arquero de la selección colombiana de futsal. / EFE
Foto: EFE - Christian Escobar Mora

En el barrio San Antonio de Cali nació y creció Carlos Andrés Ñáñez, el arquero de la selección colombiana de futsal, que este martes (8:00 p.m., ante Paraguay) buscará el paso a los cuartos de final del Mundial FIFA que se disputa en Colombia. De niño era difícil que se quedara quieto, siempre quería estar en actividad, por eso la solución para que no se desesperara en la casa era darle un balón y que jugara en la calle. Así nació el amor de Carlos por el fútbol. Sin darse cuenta, la pelota comenzó a ser importante en su vida y afortunadamente para él, siempre contó con el apoyo de Matilde y Carlos, sus padres, quienes le patrocinaron la pasión y lo inscribieron en escuelas de fútbol en Cali.

Y desde aquellos juegos infantiles, Carlos Andrés descubrió que la posición que más disfrutaba era la de evitar goles, ser arquero. No le importó la ingratitud de ese puesto, en el que se deja de ser figura por un minúsculo error que signifique un gol del contrario. Estuvo en las divisiones inferiores del Deportivo Cali, luego pasó a la Escuela Sarmiento Lora y hasta entrenó con Millonarios en Bogotá. Sin embargo, por falta de oportunidades, su sueño de ser profesional en el fútbol no se hizo realidad.

Pero cómo dejar de hacer lo que más disfrutaba y lo que lo hacía feliz. Esa no era una opción en su vida y por eso siguió jugando de manera recreativa en equipos en Cali y daba clases a niños que quisieran ser arqueros en escuelas de la ciudad vallecaucana. También comenzó a trabajar en una notaría y a estudiar derecho, carrera que no terminó porque se dio cuenta de que no era lo suyo. Y en 2011 iniciaría su camino como jugador de futsal. Gracias a su rendimiento como arquero en torneos aficionados, lo invitaron a hacer parte del Deportivo Lyon, equipo de la ciudad vallecaucana que participaría en la Liga Argos Futsal.

Pero la técnica del arquero en el fútbol es totalmente diferente a la del futsal y por eso tuvo que entrenarse con intensidad. El preparador de arqueros de Lyon, Douglas Franco, fue su maestro, le dio algunos tips y él rápidamente se adaptó a este deporte del balón revolucionado. Y en el arco pequeño se consagraría como uno de los mejores arqueros del futsal colombiano, siendo campeón con Lyon en 2011. Por eso, con tan sólo un año de experiencia a nivel profesional, llegó a integrar la selección colombiana, que terminaría logrando un histórico cuarto puesto en el Mundial FIFA en Tailandia. En esta cita orbital, Carlos Andrés tapó en los partidos ante Islas Salomón e Italia, dejando una grata impresión al DT Ósmar Fonnegra.

En el Valle se volvió un referente del futsal, lo conocen como El Perro, apodo que proviene del de su abuelo, quien era policía en el pueblo San Bernardo de Dagua, Valle, y lo llamaban Perro Viejo. A ese lugar van de vacaciones en familia. Allá se hacen torneos recreacionales en los que el premio para el equipo que gane es un uniforme autografiado por Carlos Andrés.

Hombre de familia

Por estar ligado al deporte desde tan temprana edad, su vida ha sido muy tranquila y sana. No ha sido rumbero ni ha tenido problemas por adicciones. Su familia ha sido lo más importante y hoy en día no hay nada que disfrute más que estar tiempo con su hija María José y su esposa Sandra, quienes lo acompañan en absolutamente todos los partidos que dispute en Colombia o en el mundo.

Vivir del futsal en este país es una tarea casi imposible, mucho más mantener a una familia, pero afortunadamente él cuenta con el apoyo de su esposa, quien es economista con dos especializaciones y una maestría y trabaja como asesora de varias empresas en el Valle del Cauca.

Así que Carlos Andrés solo piensa en divertirse y llegar aún más lejos. A nivel nacional ya llegó al techo, porque es el titular en el arco de la selección y ha disfrutado campeonatos con su equipo en la Liga Argos. Pero espera que tras este Campeonato Mundial FIFA en Colombia pueda mostrarse y darse el lujo de jugar por lo menos por unas temporadas en el exterior. “Muchos de los muchachos de la selección están compitiendo para que se les abran las puertas en el exterior. Ese es un sueño general”, reconoció el asistente técnico del equipo tricolor, Roberto Bruno. Y según fuentes consultadas por El Espectador, a Carlos Andrés ya le han hecho dos ofertas, pero no decidirá sino cuando termine el Mundial.

Justamente, este martes Colombia buscará avanzar a la siguiente fase. No obstante, Paraguay es un rival de categoría y hay bajas significativas en la nómina, como Angellot Caro y Jorge Abril, habitualmente titulares. La buena noticia es que podría ser de la partida el juvenil Yulián Díaz, quien recientemente firmó contrato con el Benfica de Portugal y no ha podido disputar los últimos juegos de este Mundial por una lesión. Quien seguro estará, será Carlos Andrés Ñáñez, que espera seguir siendo figura para dar el salto al exterior.

Por Luis Guillermo Montenegro

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