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Catherine Ibargüen: mi meta es el infinito

La antioqueña buscará desde el martes el título de la prueba del salto triple.

Luis Guillermo Ordóñez Olano
10 de agosto de 2013 - 09:00 p. m.
Su objetivo son los 15 metros. 4,83 es la mejor marca de Catherine en la temporada 2013, sólo superada por la ucraniana Olha Saladuha, que hizo 14,85. 14,80 fue el salto con el que la colombiana consiguió la plata en Londres 2012. Con 14,84 se colgó el bronce en el Mundial  de 2011, en Daegu.
Su objetivo son los 15 metros. 4,83 es la mejor marca de Catherine en la temporada 2013, sólo superada por la ucraniana Olha Saladuha, que hizo 14,85. 14,80 fue el salto con el que la colombiana consiguió la plata en Londres 2012. Con 14,84 se colgó el bronce en el Mundial de 2011, en Daegu.

Catherine Ibargüen tiene carácter. La vida le ha forjado una personalidad recia. Sabe lo que quiere y siempre se ve segura, incluso en los momentos de duda.

Tantos años viajando por el mundo, casi 20 de los 29 que tiene, le han enseñado que para triunfar en el deporte de alto rendimiento es tan importante la fortaleza física como la mental.

Por eso no pierde la calma en los momentos determinantes de sus competencias ni se deja presionar por la responsabilidad de ser la gran carta de Colombia en los eventos en los que participa.

Tampoco ahora en el Mundial de Moscú, al que llega como figura, porque la antioqueña nacida en Apartadó el 12 de febrero de 1984 es una verdadera estrella del deporte base.

Como será que la tienda principal de Nike en la capital rusa, apenas a dos cuadras de la Plaza Roja, está decorada con un afiche gigante de la morena colombiana, quien detrás de esa blanca sonrisa inocente y angelical, esconde a una fiera guerrera a la que las piernas se le estiran de manera sobrehumana a la hora de brincar y luchar por las medallas.

Lejos están los tiempos en los que caminaba Medellín de lado a lado para ir a entrenar. Ahora recibe tratamiento VIP en las reuniones atléticas internacionales y se mueve con naturalidad en aeropuertos y estaciones de Mónaco, Zúrich, París, Londres y Nueva York.

Pero no por eso ha dejado de ser la muchacha amable y dicharachera que se desvive por su familia, ni la amiga regañona pero incondicional. En esencia sigue siendo la Catherine que estudió primaria en el liceo San Francisco de Asís, esa a la que descubrió Wílder Zapata y pulió Regla Sandino. La misma que bajo las órdenes de Ubaldo Duany en 2011 logró la medalla de bronce en el salto triple del Mundial de Daegu y hace un año se colgó la plata en los Olímpicos de Londres.

¿Ahora le toca el oro?

Siempre salgo por el oro, siempre quiero darle alegrías a Colombia, pero en el deporte los resultados no se pueden garantizar, los pequeños detalles suelen ser determinantes.

¿Cuáles, por ejemplo?

Buen descanso previo, una estrategia acertada. Concentración, disciplina, una correcta alimentación, muchas cosas que la gente no ve.

¿Cómo llega al Mundial de Moscú?

Con la tarea hecha. Hice una buena preparación. Estuve los dos últimos meses en Valencia, España, terminando la puesta a punto, mejorando algunos aspectos técnicos, la velocidad y la explosividad.

Ha dominado la prueba en esta temporada, con cuatro victorias en la Liga de Diamante. ¿Lista para saltar 15 metros?

Sí, hemos ido mejorando y cumpliendo las proyecciones de mi entrenador. Ojalá llegue a los 15, sería maravilloso.

¿Cree que ahora las rivales la miran diferente?

Seguramente. Saben que yo les voy a dar la pelea y tal vez se intimidan un poco. Yo lucho hasta el último salto.

¿Qué hará después del Mundial?

Quedan dos paradas para el final de la Liga de Diamante, luego salgo a vacaciones.

¿Y después, piensa en Río 2016?

Mi meta es el infinito, espero mantenerme en un buen nivel algunos años más.

Por Luis Guillermo Ordóñez Olano

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