Riccardo Ceccarelli: "No tiene sentido decir si volverá"

Ha pasado un mes y unos pocos días desde el desafortunado accidente del piloto polaco Robert Kubica, en el Rally de Andorra en Italia, días después de haber sido el más rápido en la primera sesión de pruebas de la Fórmula Uno de 2011. El auto que él iba a correr este año con el equipo Lotus Renault Gp lo conduce esta semana en entrenamientos el alemán Nick Heidfeld, con quien fue compañero de equipo en la escuadra BMW Sauber en el pasado.

Mientras tanto Kubica está en la primera etapa de una largo proceso de rehabilitación, en el que, según allegados suyos consultados por El Espectador, pasa por hasta siete agotadoras sesiones diarias de fisioterapia, dedicando casi todo el día a intentar acelerar su recuperación en el hospital Santa Corona en Pietra Ligure, Italia. Aún requiere de medicamentos para poder mitigar el fuerte dolor y su delgada y espigada figura ha perdido varios kilos.

El doctor Riccardo Ceccarelli, médico del equipo Lotus Renault GP, para el que correría este año el polaco, espera que la fortaleza mental y física de Kubica lo lleven a una plena recuperación, pues de lo que él es capaz de lograr hay historia. En 2007 quiso correr el Gran Premio de Estados Unidos una semana después de haber sufrido uno de los más fuertes accidentes en la historia reciente de la F1 en el Gran Premio de Canadá.

Ceccarelli habló en el Circuito de Cataluña, donde los equipos ultiman detalles para el inicio de la temporada el 28 de marzo.

¿Cómo ha evolucionado Robert?

Robert está mejorando cada día. Veo que él se está recuperando física y psicológicamente muy rápido. Esto no es una sorpresa para nosotros porque lo conocemos muy bien, pero sí es una sorpresa para los médicos del hospital y son buenas noticias. Ellos están satisfechos de cómo está reaccionando a la cirugía y a todas las heridas que sufrió. Estamos contentos por esta fuerte reacción, pues son señales positivas tras una situación dramática.

¿Hay planeadas nuevas intervenciones?

Sí, hoy será operado de nuevo un codo, en la que será su cuarta intervención quirúrgica.

¿Cómo es un día de Robert?

Su rutina diaria es fisioterapia. Está en ese departamento y los fisioterapeutas están con él casi todo el día. Ellos lo ponen en una silla y hacen algunos ejercicios, en su cama también. Es una rutina simple. Él trabaja al máximo posible en su cuerpo para recuperarse.

¿Podrá volver a correr este año?

Es algo que no podemos responder. Nadie puede decir cuándo o cómo se recuperará. Solamente podemos decir que los cirujanos hicieron un gran trabajo. Robert es fuerte y se está recuperando de manera positiva. Pero hay un tercer factor, que es la naturaleza. ¿Cómo se portará con Robert? No lo sabemos. Si será rápida o no su recuperación, es imposible de establecer. Sólo tenemos dos aspectos positivos: el gran trabajo que hicieron los médicos y la fortaleza de Robert. No tiene sentido decir si volverá, cuándo o cómo. No soy adivino.

¿De qué depende su recuperación?

El cuerpo tiene una capacidad de recuperación que varía de una persona a otra. Es como la puesta a punto de un auto, diferente para cada piloto. Tenemos que ver cómo evoluciona y qué tipo de rehabilitación necesitará más adelante.

¿Hace siete años tuvo una lesión también en el brazo derecho en un accidente de tránsito. Hay alguna semejanza entre las heridas que sufrió entonces y las que tuvo esta vez?

Esto es diferente. Es una situación más complicada pues esa vez fue un mes y medio de recuperación, mientras que acá será más. Yo sé que todos quieren saber cuándo estará de vuelta, pero atreverme a decir algo en ese sentido sería estúpido. Lo que sabemos es que será una larga recuperación. Robert está moviendo los dedos y la muñeca, lo cual son señales positivas también.

¿Qué opina de su recuperación?

Como dije, estoy contento porque he seguido todo el proceso desde el primer día. Tuvimos suerte de contar con especialistas de muy alto nivel desde un principio. Si me pregunta si guardo esperanza de que él se recupere al cien por ciento, le diría que sí. Si me pregunta si tengo una opinión, no la tengo.