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Muchas más dudas que certezas dejó la doble jornada por la eliminatoria suramericana, que este domingo terminó para Colombia con la derrota 1-0 en Quito, ante Ecuador. La ilusión por la victoria frente a Perú, la semana pasada, se derrumbó en el estadio Atahualpa, en donde los dirigidos por José Pékerman jugaron igual de mal, pero no tuvieron la misma suerte que en Lima.
Colombia peleó, pero no jugó el partido. Si en vez de dedicarse a disputar a muerte cada pelota, correr y luchar contra sus rivales, los jugadores criollos se hubieran puesto a tocar la pelota y a atacar, tal vez habrían conseguido un mejor resultado en su visita a Ecuador, que con muy poquito sumó su tercera victoria en el torneo y ascendió a la cuarta posición.
Con apenas tres partidos oficiales, pero seis meses de trabajo del nuevo cuerpo técnico, el equipo nacional no ha mostrado nada diferente a lo que tenía cuando era dirigido por Leonel Álvarez. De hecho, el equipo juega peor y no genera opciones de gol.
Este domingo apenas tuvo un remate de James Rodríguez desde 25 metros, que no fue problema para el arquero local, Álex Domínguez.
El objetivo de la doble jornada, que era sumar al menos cuatro puntos, no se cumplió, por lo que Colombia sigue fuera de los cinco primeros en la tabla, es decir, después de seis fechas está eliminada.
A pesar de que se para bien atrás y no les permite muchas llegadas a sus rivales, la selección no tiene identidad. Carece de personalidad para asumir las riendas de los partidos e imponer su ritmo. Y a eso se suma que varios de sus jugadores, como Pablo Armero, Freddy Guarín y Dorlan Pabón, están muy lejos de su mejor nivel.
En la primera etapa Ecuador y Colombia fueron igual de discretos y apenas se arrimaron a los arcos. Eso sí, más los locales.
En el complemento el equipo nacional salió con una actitud diferente, más dispuesto a ir al frente, pero se encontró con el gol ecuatoriano. Tras un centro de costado, mal despejado por Aquivaldo Mosquera, Cristian Benítez la mandó al fondo de la red de golpe de cabeza.
Los dirigidos por José Pékerman no reaccionaron. La anotación les cayó como un baldado de agua fría, mientras que los locales, empujados por su afición, ahí sí se montaron en el partido.
De hecho, Benítez estrelló un balón en el travesaño y Joao Rojas desperdició una opción en solitario frente a Ospina.
Pékerman hizo un par de variantes, mandó a la cancha a Juan Guillermo Cuadrado y a Luis Fernando Muriel, pero ninguno pudo solucionar el problema de creación del equipo, que además no tuvo la entrega y el despliegue físico que mostró ante Perú y México.
A punta de pelotazos, en los minutos finales, Colombia metió a Ecuador en su propio terreno, pero no creó opciones claras. La única, tal vez, fue una acción en la que Dorlan Pabón anticipó al arquero Domínguez, quien salió tarde y le dio una patada en el brazo al delantero de Nacional. Pero el juez brasileño, de buena actuación, no consideró que hubiera sido falta.
En septiembre Colombia enfrentará a Uruguay en Bogotá y tendrá la obligación de ganar para seguir en carrera por un cupo a Brasil 2014. Los números todavía cuadran, pero el fútbol no permite soñar. La mano de Pékerman todavía no se ve ni en el planteamiento táctico, ni en las variantes estratégicas, ni en los cambios durante los partidos.
Tendrá que trabajar mucho el argentino para cumplir con su promesa de lograr la clasificación jugando para adelante, atacando y volviendo más eficaz el tradicional toque-toque, que en Colombia está desapareciendo.
“No hay que hacer un drama”
El técnico de la selección de Colombia, José Pékerman, aceptó con tranquilidad la derrota ante Ecuador y justificó el bajo rendimiento de sus jugadores.
“El partido salió como lo esperábamos. Ellos hicieron un gol y ganaron. Eso hay que aceptarlo. Colombia jugó un primer tiempo aceptable, con tres o cuatro insinuaciones peligrosas. El juego estaba parejo y el gol llegó en una pelota parada”, señaló.
Para Pékerman “no hay que hacer un drama por este resultado, hay que ser condescendientes con este grupo, que trabajó muchísimo para conseguir puntos y logró tres, que nos dejan en carrera para seguir peleando”.
El estratega dijo que “fuimos competitivos en Lima y Quito”, concepto que no compartieron los periodistas que acudieron a la sala de prensa del estadio Atahualpa.
De hecho, cuando le preguntaron,¿a qué juega esta Colombia?, en vez de contestar, lo que hizo fue ponderar la actitud de sus dirigidos y prometer “muchos de los errores que cometimos se podrán corregir en el futuro”.
Uno a uno, los jugadores de Colombia
7 puntos
Ospina
Aunque le faltó reacción en el gol, es el mejor jugador. Es un arquero seguro. Sus saques largos casi siempre llegan al contrario.
6 puntos
Mosquera
Si bien es el hombre más seguro de la defensa colombiana, lució impreciso en la jugada del gol ecuatoriano.
-puntos
Perea
Fue relevado por lesión a los 34 minutos del primer tiempo. Lució lento. Fue reemplazado por Camilo Zúñiga, quien dio ventajas en sus salidas.
5 puntos
Yepes
Se le vio mejor en el primer tiempo, rápido y decidido. Pero en la segunda parte se quedó físicamente y también se vio comprometido en la jugada del gol.
5 puntos
Armero
Sigue desenchufado con la selección. Da ventajas en la marca cuando sube, pero cuando lo hace no genera peligro.
5 puntos
Soto
Trató en los primeros 45 minutos de acompañar en lo ofensivo, pero luego se perdió y fue relevado por Luis Fernando Muriel.
6 puntos
Sánchez
Es uno de los mejores en el campo. Es sólido y asiste muy bien. Sin embargo, en el segundo tiempo también se perdió del compromiso.
5 puntos
Guarín
Jugador lento, pesado, muy lejos de la chispa y velocidad de otras presentaciones. Salió a los 20 minutos del s. t.
4 puntos
Rodríguez
James intenta y de hecho tuvo algunas llegadas con relativo peligro, pero al igual que sus demás compañeros terminó perdido.
4 puntos
Pabón
Individualista, como siempre, pero ayer jugó un partido fatal, para el olvido. Dorlan no tiene ahora nivel para jugar en la selección.
5 puntos
Falcao
Sufre de soledad absoluta. Nadie le pasa un balón. No tuvo ni una opción de gol.
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Cambios
Camilo Zúñiga entró por Luis Amaranto Perea (34 p. t.) y Juan Guillermo Cuadrado por Guarín (20 s. t.) y Muriel por Soto (27 s. t.).