La etapa formativa de Matheus, James y Juanfer en Envigado
Hernán Londoño, quien los instruyó en el club paisa, habla de las cualidades de ellos cuando eran niños y soñaban con llegar a primera división. Hoy comparten en la selección nacional y anhelan jugar juntos en Catar 2022.
“Ayúdale a un hijo de una compañera del trabajo a ingresar a la escuela del Envigado”, escuchó Hernán Londoño de parte de su hermana. Él fue a ver a ese niño y quedó asombrado por sus condiciones, por lo que inmediatamente lo puso a jugar. Sin embargo, lo hizo sin hacer la inscripción oficial a la escuela, por lo que se ganó un memorando del club, cuyos dirigentes no podían creer el enorme talento de Matheus Uribe, quien antes de jugar en primera división con Envigado se fue al Deportivo Español de Argentina.
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“Ayúdale a un hijo de una compañera del trabajo a ingresar a la escuela del Envigado”, escuchó Hernán Londoño de parte de su hermana. Él fue a ver a ese niño y quedó asombrado por sus condiciones, por lo que inmediatamente lo puso a jugar. Sin embargo, lo hizo sin hacer la inscripción oficial a la escuela, por lo que se ganó un memorando del club, cuyos dirigentes no podían creer el enorme talento de Matheus Uribe, quien antes de jugar en primera división con Envigado se fue al Deportivo Español de Argentina.
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“Era un jugador inteligente, que todo el partido corría. Tenía muy buena técnica. Jugaba como un ‘8′ que llegaba al gol: lo que hace hoy en día. Como juega hoy en día, lo hacía desde niño”, le contó Londoño a este diario. Lo formó y el jueves en la noche celebró el gol que cerró la goleada de la selección colombiana sobre Bolivia, partido que comenzó como titular James Rodríguez, a quien también Londoño ayudó a educar.
Lo vio cuando un equipo de Tolima fue a Medellín a disputar el tradicional torneo Pony Fútbol. Envigado se lo quedó y Rodríguez terminó siendo el más disciplinado de su categoría. Se quedaba solo practicando su pegada después de los entrenamientos y era el que siempre iba adelante en los trotes colectivos.
“Si los ponía a dar quince vueltas a la cancha, él daba veinte. Si los ponía a hacer veinte abdominales, él hacía cuarenta. Era muy exigente consigo mismo y con su físico. Ahora como que se dejó llevar por el dinero; podría estar en un lugar donde el nivel sea más exigente”, dijo sobre James el hombre que aún sigue trabajando en las divisiones menores de Envigado, club reconocido por su práctica de sacar desde su cantera enormes talentos al profesionalismo.
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Otro zurdo que deleitó al formador en mención fue Juan Fernando Quintero. Lo conoció cuando tenía once años. Con esa edad era mejor que los de trece. También jugó el Pony Fútbol, donde fue goleador y figura. Como la mayoría de quienes tienen como pierna hábil la izquierda, siempre le costó intentar hacer cosas con la derecha y fue en lo que Londoño se enfocó con él.
“Era muy sobrado. Siempre ha sido un ‘calidoso’, un niño que tenía una mentalidad de un crack de veinte años. Le corregía para que manejara un poquito más la derecha. Prácticamente era muy poco lo que había que hacer con él, porque, a pesar de tener las piernas muy flaquitas y ser muy delgado, era capaz de hacer un cambio de frente de un lado al otro, de 40 o 50 metros, sin coger impulso”, manifestó el formador del hombre que milita en River Plate.
En sus respectivas etapas de formación con Londoño en Envigado, Matheus Uribe, James Rodríguez y Juan Fernando Quintero soñaban con ser futbolistas profesionales. Se siguen divirtiendo cuando juegan a la pelota, aunque ahora la hermosa práctica esté colmada de responsabilidades. La más próxima es en Puerto Ordaz.