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Las alas del vuelo chárter hacia Catar

Reinaldo Rueda está encontrando sus nombres. La selección colombiana jugó ante Chile uno de los partidos más emotivos y coloridos de los últimos tiempos. Así va el cuerpo de ese equipo.

Thomas Blanco
12 de septiembre de 2021 - 01:24 a. m.
El baile liderado por Borja tras su doblete en Barranquilla.
El baile liderado por Borja tras su doblete en Barranquilla.
Foto: FCF

En el mismo vuelo chárter, tras las duchas y el calor del resultado, 12 futbolistas, entre chilenos y colombianos, partieron a París para hacer escala rumbo a las ciudades de sus clubes europeos. Solo hubo buen rollo, aunque Arturo Vidal, Gary Medel y Erick Pulgar se montaron con la impotencia de entender que Catar 2022 seguramente no va a poder ser para ellos. Tras la primera mitad de las eliminatorias, Chile quedó con apenas siete puntos de 27 posibles. El DT Martín Lasarte fue transparente en la rueda de prensa, la mira, y eso, es apuntarle a quedarse con el puesto del repechaje. “Es que los números ya no dan... cachai”, les dijo Vidal, un hombre al que Luis Sinisterra, Daniel Muñoz y Carlos Cuesta no pudieron resistirse para pedirle una fotografía.

A Cuesta se le fue la pena tras su gran debut con la selección de mayores. El zaguero central de 22 años, que entiende el juego como muy pocos y sabe tomar buenas decisiones, fue vital con sus anticipos para cubrir los intervalos en las espaldas de Wílmar Barrios y Matheus Uribe. También mostró su criterio con la pelota en la salida, punto vulnerable de Dávinson Sánchez y Yerry Mina. No fue sorpresa para nadie, todos ya lo saben... Cuesta será el central de la década en la selección, probablemente junto a Yerson Mosquera, quien tras su paso en Atlético Nacional se está adaptando en el Wolverhampton de la Premier League. Cuesta, por su liderazgo (viene de ser el capitán de la última selección sub 20), madurez, pero sobre todo curiosidad, es el elegido a ser el futuro líder de la selección. Le gusta leer, aprender, entender los porqués de las decisiones de sus entrenadores, estudiar el juego. Un profesional integral con muy buenos conceptos técnicos y tácticos que se cuestiona a sí mismo todos los días.

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Y en la silla de más atrás, tímido como él solo, casi entre las sombras, con ganas de que el avión apagara las luces para irse ya a dormir, quedó Lucho Díaz, el patrón del Metropolitano. En la cancha se transforma... sobre todo cuando tiene la lamparita prendida. Le salió todo, todo. Cuando los titulares argumentan que Suramérica está traicionando sus raíces, su genética, que es la de la gambeta, Díaz firmó 11 regates exitosos ante Chile, un número escandaloso que rara vez, casi nunca, aparece en las estadísticas de alguno. Y no fue su primera vez: ante Argentina en las semifinales de la Copa América, torneo en el que fue el jugador revelación, también hizo 11. Todos los ojos están puestos en él y su futuro salto a la élite.

En ese pequeño mundo de la fantasía y las filigranas, tal vez el más valorado por los hinchas, está llegando a la altura de los dos mejores. Al menos en la Copa tuvo el mejor promedio de regates efectivos por partido, eso sí, junto a Lionel Messi (5,5). Y un poco más atrás quedó Neymar (5,2). Está jugando fútbol playa con la selección y por fin está encontrando el condimento que más le había faltado a su juego: consistencia. Mantener su rendimiento en el tiempo.

“El Lucho sigue en modo Copa América: lleva cinco goles, dos asistencias y ha generado un penal en sus últimos siete partidos con la selección. Cuando está no lo paran, quiere más”, las palabras de Carlos Van Strahalen, su representante, a la salida del estadio Metropolitano, quien además confesó que fue el mismo Díaz quien puso de su parte para rechazar la oferta que le hizo el Everton para ficharlo en una propuesta que incluía a James Rodríguez como parte de pago. El guajiro de 24 años quiere jugar el grupo de la muerte de la Champions League en los estadios del Liverpool, Atlético de Madrid y Milan.

Además, esa propuesta fue el catalizador para que el Porto sí lo prestara a él y a Matheus para esta triple fecha de eliminatorias, pues al comienzo la negativa era clara, pero trataron de generarle un terreno que le diera aún más argumentos para quedarse. Lo que pasa es que este sábado se juegan uno de los partidos de la temporada ante el Sporting, el campeón defensor de Portugal.

Lea: La electricidad de Luis Díaz, el flaco atrevido de la selección de Colombia

En otro avión privado viajó Rafael Santos Borré, esperando jugar este domingo ante el Stuttgart, desvirtuado por el fallo a par metros del arco, pero otro de los tipos que dinamitó el doble 5 de Chile con su hostigamiento de sabueso, para no dejarlos hilvanar pases con comodidad y generar el error. El mejor socio de cualquier delantero. Cualquiera. Hasta de lágrimas... lloró en los himnos con Miguel Ángel Borja en una genuina demostración del valor que tiene jugar con la absoluta. Y Borja, con su doblete, despliegue físico y desmarques de ruptura, tal vez la mejor de sus bondades, fue otra de las figuras. Parece que llegó a la Copa América como delantero back up por la ausencia de Falcao, pero hoy por hoy es el mejor “9” con el que ha contado Rueda. Él y Barrios son los únicos futbolistas que han disputado los 12 partidos de Reinaldo en esta selección.

Queda hablar de dos más. Yairo Moreno, etiquetado como “atacante natural”, pero el lateral izquierdo que tanto le hacía falta al rompecabezas de Rueda. Su pausa, técnica, facilidades en la salida y fantasía hicieron que el Metropolitano coreara su nombre. El principal responsable del partido que tuvo Luis Díaz. Y hasta el hombre que más buscó a Quintero -de hecho, lo asistió en el gol que le anuló el VAR- así flotaran en costados opuestos con cambios de orientación quirúrgicos.

El “10”, por su parte, de gran partido, su primera función por eliminatorias en el Metropolitano, metió sus puñaladas con pases entre líneas precisos, profundos, que solo imagina él, que solo descifra él, porque sabe esconder el pie para engañar a sus rivales. Un gran complemento a las rupturas de Borja. Él sigue en vacaciones, la fase dos de la Superliga china se jugará hasta diciembre y él deberá encontrar las fórmulas para mantener el estado físico que tiene y tratar, al menos lo que pueda, no perder el ritmo de competencia para la triple fecha de eliminatorias que viene en menos de un mes ante tres rivales delicados: Uruguay en Montevideo y Brasil y Ecuador en Barranquilla.

Pero esta era la ventana de las eliminatorias más importante para la selección y el negativo de la fotografía carga muchas cosas positivas, muchas. Tras ese partidazo con un primer tiempo inolvidable, la selección tocó un nervio al que no había podido llegar. Un nervio que puede ser el punto de quiebre para crecer en el futuro, pues el juego, hasta ahora con Reinaldo, había estado lejos de esa propuesta suya en la que el primer mandamiento es tener, tener y tener la pelota, oler sangre y luego hacer daño con profundidad.

“No podemos lanzar campanas al vuelo, queda un camino muy largo. Fue un lindo juego, se va encontrando el equipo, se logró la armonía en este tercer juego, contento, pero somos conscientes de que estamos en déficit aún en la tabla, pero esto motiva a mejorar”, dijo Reinaldo Rueda , a quien se le había criticado su dirección de campo, pero que el jueves, tras el ingreso de Charles Aránguiz, el comandante del juego de Chile, quien llegó entre algodones, supo enderezar el funcionamiento del equipo utilizando a Juan Guillermo Cuadrado de interior para que Matheus Uribe y Wílmar Barrios pudieran tener equilibrio en la mitad neutralizándolo a él y a Pulgar. La lectura y los cambios le salieron al DT vallecaucano, que se reencontró con el plantel en el que trabajaba hasta hace menos de un año. Uno por uno, los jugadores chilenos fueron a saludarlo a él y al resto del cuerpo técnico antes del partido, un gesto que destapó el aprecio que quedó entre ambas partes, a pesar de la distancia.

Lea también: El arbitrario espejo retrovisor de Reinaldo Rueda en la selección colombiana de mayores

“Quedé muy emocionado por el saludo de los muchachos chilenos. Mi gratitud es eterna, como se lo manifesté a ellos. Fue un acto que dice mucho de la relación que tuvimos, son jugadores muy nobles”, sentenció Reinaldo en la rueda de prensa.

Llegó Juanfer Quintero al panorama, también Falcao, el equipo y los nombres comienzan a coger forma y hasta a alinearse las estrellas para Reinaldo. Solo falta una para completar la constelación, todos lo conocen, todos saben que hace falta. Sale mucho jugando Warzone en Twitch, pero como él bien dice, va día a día. Su relación con el entrenador del Everton es helada, distante. Y aún quedan sentimientos por soltar con Rueda y sus compañeros para regresar. Èl vive una situación delicada a nivel personal y profesional. Pero el vuelo chárter a Catar es con él, tiene que ser con él.

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Héctor(00564)12 de septiembre de 2021 - 08:42 p. m.
Excelente columna. Bien escrita, con metáforas hermosas y, bella prosa. Un análisis bien hecho, me deleitó, ojalá, algunos cronistas que buscan lectores destruyendo a la selección a Rueda, sus jugadores, tuvieran la objetividad, claridad para elaborar una crónica, sobre nuestra selección Colombia. Ahora, que la selección afina puntería para ir a Catar, muchos se colgarán del chárter . Así son
  • Thomas(lfuyn)12 de septiembre de 2021 - 09:25 p. m.
    Muchas gracias Héctor por tus amables palabras. Un abrazo, Thomas.
JOSE(21911)12 de septiembre de 2021 - 03:39 p. m.
Aunque pensé -por su análisis- que James ya no hacía falta, creo que James tiene un problema grave, bien grave: no ha superado aún la etapa de su niñez. Adicionalmente, para él, más que disciplina para aprovechar su innegable calidad futbolística, lo mas importante es aparecer en las revistas del JetSet y en redes sociales con la modelo, en la discoteca, en el yate y dándose la gran vida social.
Andres(11973)12 de septiembre de 2021 - 02:08 p. m.
James sufre de un problemita grave. Se cree mejor que sus compañeros y entrenadores. Por eso cinco, cinco entrenadores lo han descartado. Así que Colombia juega mejor sin él.
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