
James Rodríguez (amarillo), la figura de la selección de Colombia.
Foto: Federación Colombiana de Fútbol
El día después está bonito. No es como el que vivimos hace mes y medio, cuando Argentina nos ganó la Copa América. Para nosotros, los más entusiastas, por supuesto que todavía duele la final perdida. Era el partido que importaba. Sin embargo, este martes en Barranquilla, la selección se sacó “la espinita”. Más que una revancha, era una deuda pendiente, pues los que hemos seguido todo el proceso de Néstor Lorenzo sabemos que, en esa final, Colombia tenía herramientas para competir mejor de lo que lo hizo.
Influyeron muchas cosas, de las que la...
