Sin Messi, hay paraíso

Gustavo Bolívar debía estar en su casa escuchando las noticias de un nuevo proceso rumbo a un Mundial de Fútbol. La lesión de Carlos Alberto Sánchez cambió los planes de todos, los de Bolívar incluidos. Su llamado, no exento de polémicas —pues se consideraba que otros ya concentrados podían cumplir el papel del volante del Valenciennes francés—, fue respaldado por el técnico Leonel Álvarez con una palabra: marca.

Ante Venezuela, y sin ser descollante, el mediocampista del Tolima cumplió. Lo suficiente como para que Álvarez lo considere el principal candidato para seguir reemplazando a Sánchez, que pese a su lesión permanece en el grupo. En esa medida, los consejos del chocoano para el antioqueño son básicos. Un tema es recurrente: Messi.

“Le diría que la idea es cortarle los circuitos, no darle espacios. Que cuando él reciba tenga a uno o dos que puedan recuperar la pelota, y sin falta, porque esos tiros libres pueden ser peligrosos”, recomienda Sánchez, que habla con la humildad del que no pontifica.

Bolívar, por su parte, ejerce la diplomacia. “Aún no sabemos quiénes van a salir. Si me toca, sería un orgullo jugar frente a un rival tan importante como Argentina. Y no sólo es Messi; todos los jugadores argentinos son grandes, pero Colombia tiene ganas de hacer las cosas bien y eso es lo más importante”, dice.

“Por eso, uno concentra 22 o 23 jugadores, porque todos están en un buen momento. Al que le toque jugar, va a tratar de hacer las cosas lo mejor posible”, sostiene. “Uno está a la expectativa de lo que el técnico quiera. Usted puede jugar un partido bien, pero si en el otro el profesor quiere otras cosas, puede jugar o no. Hay que estar preparado por si le toca, entrar de la mejor manera”.

Bolívar prefiere ser simple al referirse al 10 argentino y a cómo tomarlo. “No hay estrategia… eso no viene mucho al caso. Se trata de estar concentrados, bien parados, y cuando le toque a uno quitarle al balón, hacerlo”, reconoce.

Aparte del lugar de origen —ambos nacieron en Apartadó, en el Urabá antioqueño—, el volante tiene en común una tarea vital con Aquivaldo Mosquera —el otro reemplazante—: mantener el orden y la solidez del grupo. Bolívar sabe que de su buena actuación depende que las líneas estén juntas y el grupo compacto.

Sin embargo, no cree que los albicelestes vengan a arrasar. “En esta eliminatoria, ningún equipo visitante sale a regalarse. Todos salen a esperar un poco. A medida que el partido vaya corriendo, iremos viendo cómo se van planteando las cosas”, apunta.

Bolívar prefiere no perder la cabeza con Messi. “No sólo es él. Hay otros famosos que juegan en esa selección; es él y ellos, que son buenísimos. Hay que estar atentos, porque es un partido que tenemos que ganar, y esperemos que, juegue el que juegue, lo haga muy bien”.