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“Soy feliz en Ferrari”: Fernando Alonso

El español, doble campeón del mundo, cuenta que está lleno de expectativas e ilusiones con su nueva escudería. Dice que ahora utiliza más la cabeza, que es más paciente y calmado.

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Manel Serras / Especial de El País de España para El Espectador
17 de abril de 2010 - 01:46 p. m.
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Debutar en Ferrari con una victoria en Bahrein supuso para Fernando Alonso el espaldarazo que le faltaba. Desde que se confirmó su fichaje por la escudería de Maranello a finales del año pasado, el asturiano se convirtió en el referente del equipo, dejando al brasileño Felipe Massa en un segundo término.

La adaptación de Alonso en Ferrari está siendo perfecta y el asturiano es uno de los más serios candidatos al título de la Fórmula Uno, que este fin de semana corrió el Gran Premio de  China. Con 28 años, Alonso ya no habla de retirarse a los 30, sino que cree que le quedan seis o siete años de vida en la F-1.

¿Imaginaba que podía tener un inicio tan bueno?

No. Todo ha ido mejor de lo esperado. Piensas en comenzar con buenas sensaciones y buenos resultados, pero nunca sabes en qué posición estás cuando haces las pruebas invernales. Ha sido una buena noticia que fuésemos competitivos y que respondiéramos a las expectativas.

Pensaba que habiendo ganado dos títulos mundiales, ya había alcanzado todos los objetivos. Pero su padre le recordó que todavía faltaba Ferrari.

Siempre me decía que correr para Ferrari iba a ser algo especial y que ese recuerdo permanecería toda la vida. Es un paso más en mi carrera. Cuando conocí el mundo Ferrari, comprobé que tenía razón. Porque descubrí lo que significa este equipo y estoy orgulloso de pertenecer a él.

Antes de llegar a Maranello decía que no se veía corriendo a los 30 años. ¿Ha cambiado?

Bueno... quedo abierto a otras posibilidades. Tengo ilusión y soy feliz de correr con este equipo. El ambiente es genial. Te sientes cómodo y no te pones metas sobre cuándo puedes cansarte de todo eso. Seguiré hasta que deje de pasármelo bien. Me quedan seis o siete años buenos.

Ahora que ha corrido y ha ganado con ellos, ¿cuál es el aspecto más diferencial de Ferrari?

El trato familiar, tanto los de mercadotecnia, como los cocineros, mecánicos, ingenieros. Todos saben que forman parte del equipo y que no hay diferencias. Se sienten iguales.

¿Creía que podrían ofrecerle un F10 como el que tiene, tras el desastroso 2009?

Tenía esperanzas. Sabía que los ingenieros habían estado trabajando y estaba convencido de que iban a hacer algo bueno. Pero pensé que íbamos a empezar el año con un poco de déficit y que íbamos a recuperarlo a lo largo del año. Así que fue una grata sorpresa empezar bien.

¿Le sorprende haber tenido una integración tan rápida?

No. Siempre he tenido bastante facilidad para adaptarme a las cosas nuevas. Y aquí eran todos italianos y conocía a gran parte del equipo.

¿Se siente ya querido por la prensa italiana y los tifosi?

No he vuelto a Europa desde la primera carrera, así que no sé nada de primera mano. Supongo que sí. Tengo ganas de regresar a Maranello y saludar a todo el mundo. Espero que los seguidores estén orgullosos.

¿Cuando se sienta al volante piensa en que está conduciendo un Ferrari o le da lo mismo que sea un McLaren o un Renault?

En el carro no piensas en nada ni sientes ninguna presión extra. Pero el fin de semana en general, cuando estás en el paddock o cuando te concentras para iniciar la carrera, sabes que tienes una responsabilidad mayor que en cualquier otro equipo, porque el 60% de las gradas están con gorras de Ferrari, la gente en casa está siguiendo a los monoplazas rojos en China, en Australia, en Italia. Eso crea una responsabilidad y también te ofrece una motivación.

¿Es cierto que mientras conduce a 300 km/h puede estar pensando en cualquier otra cosa?

Sí. En las carreras menos, porque estás muy concentrado, pero en los entrenamientos, esos días que das 130 vueltas al circuito, a veces piensas en otras cosas, lo más banal: ¿dónde tengo las llaves del auto?, la llave del hotel no me abrió esta mañana y tengo que pedir otra... cosas así.

¿Con el paso de los años se ha vuelto más conservador en la conducción?

Sí, porque utilizas más la cabeza. La experiencia te da lecciones y sabes lo que necesitas para ganar un campeonato: ser regular, no tener fallos, acabar las carreras. En momentos de alta tensión o en momentos críticos mantienes la calma. Antes seguía más mi instinto.

La gente dice que lo que más le distingue es que es un piloto global: diagnostica bien, conoce el auto, ayuda a los ingenieros, es rápido y cerebral.

Intento hacer mi trabajo lo mejor posible y no sólo consiste en conducir el domingo. Tengo que ser un profesional y ayudar siempre a los técnicos a preparar bien las carreras. El trabajo de un piloto es mucho más que conducir rápido. Intento suplir mis defectos con más trabajo en aspectos colaterales.

¿Cómo se refleja la madurez que ha adquirido en la F1?

Ni siquiera sé si se refleja. Intento hacer lo mismo desde que llegué en 2001. Lo que más ha mejorado es que en estos momentos me siento más cómodo y feliz durante todo el fin de semana. Más paciente, con más calma. He eliminado los momentos de estrés que antes me daban más dolor de cabeza.

¿Sabe que Hamilton asegura que se equivocó en muchas cosas y que ahora le respetaría más?

Él no hizo nada reprochable. Éramos dos pilotos que queríamos lo mejor. Lo de 2007 no tiene nada que ver con la relación entre Hamilton y Alonso. Tiene que ver con quién dirigía las marionetas. Ese año fue uno de los mejores para mí, independientemente de que no pudiera ganar. Fue una temporada de muchas lecciones y de enriquecimiento personal y como piloto. Y la decisión de irme de McLaren fue la mejor, sin duda, porque ahora estoy sentado aquí, vestido de rojo. Mejor, imposible.

¿Le resultó frustrante no ganar el título? Porque lo tuvo en la mano.

Los títulos se deciden por muchas cosas. Si no lo gané fue porque en algún momento no hicimos bien las cosas. Me faltó un punto. Y ya no pienso en ello, sino en aprovechar la siguiente oportunidad, que espero que sea este año.

¿Le crea presión saber que todo el mundo espera sólo verle ganar?

No. Sé que hay gente detrás y muchas expectativas, pero es normal y prefiero correr con la presión y las ganas de este año, que sin presión como los dos anteriores en Renault.

Por Manel Serras / Especial de El País de España para El Espectador

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