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Fito Páez cantaba: “Cerca, Rosario siempre estuvo cerca”. Y entre tantas calles de bares santos, a 300 kilómetros de Buenos Aires, José Adolfo Valencia no será el ‘Capitán Piluso’, aquel mítico personaje que popularizó Alberto Olmedo, capocómico local, pero alegra los días de los hinchas de Central. Porque, al margen de los desniveles del equipo ‘canalla’, El Trencito tiene una eficacia que envidiaría hasta su propio padre, Adolfo, el inolvidable Tren que brilló en la histórica selección de Colombia que Pacho Maturana condujo en la década del noventa. En apenas una docena de partidos con la camiseta azul y oro, marcó cuatro goles, lo que representa un promedio de un grito cada tres encuentros. Sin ir más lejos, el último fin de semana, convirtió en La Bombonera. Y a pesar de la derrota (2 a 1) ante Boca Juniors, quedará entre sus mejores recuerdos, guardados en su smartphone. Es que cada vez que el delantero de 22 años deja su huella en el arco rival, copia el video en Youtube. “Revivir mis goles me da confianza”, le dice a El Espectador en la previa del clásico que paraliza a toda una ciudad. A la 1 p.m., Central enfrentará a Newell’s Old Boys, con Valencia como titular.
El Trencito prefiere que le digan José. No le gusta ese apodo que heredó de su padre. Sin embargo, no puede negar que lleva el gol en la sangre. Con sólo nueve meses en Argentina, anotó 11 goles: 7 en Olimpo de Bahía Blanca, 4 en Central. El propio jugador bogotano lleva las estadísticas de forma puntillosa. “Podría decir que estoy en mi mejor momento. En muy poco tiempo que llevo en Argentina, he podido marcar goles, estoy en una buena racha y ojalá todo siga de esta manera”, anhela Valencia.
Dejó Olimpo y Bahía Blanca para mudarse a Rosario, a un club con mayor poder de convocatoria como Central. ¿Cómo le sienta el cambio de equipo y de ciudad?
La verdad, fue un cambio un poco drástico en ese sentido. Pero creo que lo pude asimilar muy bien. Lo veo positivo. Me fueron bien las cosas en Olimpo, tuve una gran carta de presentación. Y vengo a Rosario, a un equipo grande como Central, con una hinchada exigente. Y gracias a Dios, todo me sigue yendo de la mejor manera.
Cuenta que copia los goles en Youtube. ¿Cuál fue el que más le gustó? ¿El que hizo el domingo pasado en La Bombonera?
La verdad, me dio mucha alegría. Días antes hablaba con Hugo Gottardi, asesor técnico del profesor Miguel Russo, y me decía que hacer un gol en La Bombonera era histórico. El premio es muy grande, me dio mucha repercusión hacer un gol en uno de los templos del fútbol, aunque nos haya dolido la derrota. Hubo otro muy lindo, el que le hice a Arsenal de vaselina y el campeonato pasado, con Olimpo en cancha de Quilmes, que fue clave para salvarnos del descenso.
Tiene un promedio de gol envidiable. ¿Siempre soñó con ser goleador?
Gracias a Dios todo ha salido bien pero hay que seguir ratificándole al profe que quiero hacer las cosas bien y que deseo progresar. No tuve la oportunidad de hacer pretemporada, por eso el comienzo fue un poco difícil. Poco a poco, Russo me dio confianza y cuando vio que yo estaba bien físicamente, me tuvo en cuenta. En los últimos partidos me ha dado más minutos y estoy convencido de que los he aprovechado.
¿Cuánto evolucionó desde que llegó a Argentina? Porque este es un campeonato áspero para los jugadores extranjeros.
Jugué en Colombia y en Estados Unidos, pero creo que esta es la más exigente de las ligas en las que he estado. El fútbol es más rápido y hay mucha fricción. He aprendido, el trabajo con Wálter Perazzo en Olimpo y con el profe Russo acá, en Rosario, me ha hecho evolucionar mucho, tengo un fútbol más fluido, más veloz, más agresivo. Estoy aprendiendo.
Mario Alberto Yepes, un referente que también llegó a la Liga Argentina, dice que ahora el jugador colombiano está más maduro. A pesar de su juventud, ¿usted siente que ha crecido en ese aspecto?
Sí, son muchos detalles los que hacen que uno sea más profesional, que tenga más templanza. El fútbol evoluciona día a día y el jugador colombiano se ha dado cuenta de las cualidades que tiene, se está viendo en la Liga Argentina, en Europa. Hubo un progreso muy grande.
¿Cómo lleva el hecho de ser “el hijo de”? ¿Le genera mayor presión el portar el apellido? También le pasa a su amigo Sebastián Rincón.
Siempre vamos a cargar con ese peso encima. Pero es una valía por lo que fueron nuestros padres. En mi caso, un goleador, un excelente delantero, que estuvo en el 5 a 0 de Colombia ante Argentina. La referencia siempre va a estar. Hay que aprender a jugar y hacer carrera con nuestros apellidos. Tiene cosas en contra y cosas a favor. Hay que saber aprovechar las buenas.
¿Tiene contacto con su padre?
No tengo mucha comunicación, toda la vida me crio mi madre. Y era muy chico cuando él estaba jugando. De cualquier modo, es un referente, veo muchos videos de su época y las pocas veces que nos contactamos, nos dedicamos a hablar de fútbol. Él siempre me dice que hay que tener mucha personalidad y tranquilidad para definir, que ese es el secreto del éxito.
Además de ‘El Tren’, ¿quiénes son sus referentes en el puesto? ¿Copia los movimientos de algunos delanteros consagrados?
Uno trata de tener su propio estilo. Pero si tengo que elegir a uno, me quedo con Cristiano Ronaldo. Soy hincha del Real Madrid. De los colombianos, me gustan mucho Falcao y Adrián Ramos, son dos grandes jugadores.
Entre tantas figuras, ¿se ve con alguna posibilidad en la selección?
Tengo algo muy claro: en mi posición, lo único que te abre las puertas son los buenos resultados y los goles. Poco a poco me voy dando a conocer y voy mostrando mis condiciones para tener una posibilidad en la selección. Yo estuve en los juveniles, pero quiero una oportunidad con la mayor. Sueño con el día que me llame Pékerman.
Va a tener una linda competencia con su amigo Rincón, que la está rompiendo en Tigre.
Seba vive una linda etapa como delantero, pero su puesto original es de carrilero. Claro que me da felicidad el momento que está atravesando. Generamos una linda amistad, hablamos todos los días. Soy consciente de todo lo que le ha tocado pasar, más acá, en Argentina, ha sobrellevado situaciones difíciles y hoy está disfrutando.
¿Ya le contaron lo que significa jugar el clásico de Rosario?
Ya me han hablado mis compañeros. Y también los hinchas. Ellos se cruzan conmigo en la calle y me piden que le haga un gol a Newell’s. Pero yo estoy tranquilo, aprendiendo a vivir con la presión de la ciudad. Ojalá podamos hacer un gran partido y ganar, lo que nos permitiría dar un salto y afirmar la mejoría del equipo.
Se fue muy joven de Bogotá. ¿Le quedó alguna cuenta pendiente en el Santa Fe?
Completé como 50 o 60 partidos, pero entonces estaba en la transición con la selección juvenil y jugaba 15 o 10 minuticos, nunca me pude asentar en el equipo. Me gustaría volver algún día. Tengo contacto permanente con compañeros que dejé allá, hasta con el presidente (César Pastrana) hablo seguido. Santa Fe es mi cuna deportiva, no me pierdo ningún partido. Vamos punteros. Ojalá se nos pueda dar el campeonato.
Entre sus sueños hay un pase a Europa. ¿O antes le gustaría dar el salto a un equipo grande de la Argentina?
Eso no me genera ningún dolor de cabeza. Yo estoy muy tranquilo con el momento que estoy pasando en Central. Paso a paso, todo llega.
DAvellaneda@agea.com.ar
@davellaneda77