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Yardas, zona de anotación, gol de campo, tacleos y touchdown son expresiones propias del fútbol americano. Conceptos no muy conocidos en Colombia, pero que un grupo de jóvenes universitarios amantes de este deporte se han encargado en popularizar.
La tarea no ha sido nada fácil. Sin embargo, sus esfuerzos han dado fruto con los tres torneos nacionales que han realizado. En la actualidad se juega el tercero, cuya final será este domingo en Pereira, entre los Pumas de Bogotá y Lobos de Medellín.
No se trata de un torneo de amigos simplemente. La iniciativa, que nació como un hobby, ha ido evolucionando y superando obstáculos a lo largo de ocho años. Hoy, la Federación Colombiana de Fútbol Americano (Fecofa) es toda una realidad que cuenta con el reconocimiento de Coldeportes y la Federación Internacional de Fútbol Americano.
En 2002, un grupo de jóvenes bogotanos comenzaron a practicar de manera aficionada flag fútbol, una modalidad del fútbol americano en la que se juega sin protección debido a que no se permite taclear (derribar) al oponente. En vez del contacto físico, los jugadores deben arrancar de la cintura del rival que lleva el balón una bandera para terminar la jugada.
“Como primera instancia esta experiencia fue importante, pues sembró la semilla que permitió el avance de la idea de jugar fútbol americano puro en el país”, aseguró Juan Carlos Duque, presidente de Fecofa y entrenador de Pumas de Bogotá. “Sin embargo todo quedó ahí, nunca pasó nada más”, agregó.
Pasaron cinco años para que aquel grupo de amigos retomara la idea de jugar nuevamente, a principios de 2007. En esa ocasión se les unió Erick Quinn, quien había jugado fútbol americano en Estados Unidos a nivel universitario y le dio el empujón que se necesitaba. Esto dio pie para que todos decidieran dejar de lado las banderas del flag fútbol y comenzaran a practicar con el tacle (acción defensiva que busca derribar al oponente que transporta el balón). “La ventaja era que se contaba con alguien que había jugado allá y sabía las reglas y técnicas para poder implementarlas acá”, comenta Duque.
La iniciativa fue tomando fuerza. El grupo de amigos practicaba cada ocho días con el entrenador estadounidense en parques o terrenos lo suficientemente grandes para desarrollar las tácticas de juego que Quinn les iba enseñando. De esta manera nació el equipo Pumas de Bogotá. Para encontrar más equipos en el país y poder constituir un torneo nacional, abrieron un perfil en Facebook y aparecieron inicialmente los Lobos de Medellín, los Toros de Manizales, y uno más de Bogotá. Luego llegaron los Fantasmas de Sogamoso, los Hunters de Medellín y Skulls de Bogotá.
“Ha sido un reto bastante complicado por ser un deporte tan exigente en la parte física, pero ya podemos decir que completamos nuestro tercer campeonato”, explicó Duque, quien además dice que gracias a los medios electrónicos y redes sociales ha logrado que este deporte se extienda por toda Colombia. Por ello, alista la cuarta edición del campeonato nacional para poder cristalizar su sueño de popularizar el fútbol americano en el país. El panorama, inclusive, ya se amplió y equipos de ciudades como Bucaramanga, Pereira, Cali y Yopal se alistan para entrar en competencia y conquistar el cuarto título del Super Bowl criollo.
Objetivo del juego
Se enfrentan dos equipos de 11 jugadores, donde uno inicia a la ofensiva y el otro a la defensiva. El objetivo es anotar un touchdown (con valor de seis puntos). Para lograrlo, la ofensiva debe avanzar 9,144 metros como máximo cuatro veces; si lo logra, se le darán otras cuatro oportunidades y así hasta realizar la anotación.