Este jueves el tenista suizo Roger Federer no se ahorró ningún comentario después de que la Asamblea General de la Federación Internacional de Tenis (ITF) aprobara los diferentes cambios que tendrá el formato de Copa Davis, a partir de 2019, y que fueron apoyados por la empresa Kosmos, que es propiedad del español Gerard Piqué.
Entre las grandes modificaciones que tendrá la competencia es que en su fase final habrá una concentración a modo de mundial de selecciones. Por eso, Roger Federer afirmó que “la Copa Davis no puede convertirse en una Copa Piqué”.
El helvético manifestó en una rueda de prensa que “estas próximas semanas pueden ser muy interesantes. No he hablado con él, pero admito que resulta extraño ver a un futbolista entrometerse en el negocio del tenis”.
Sin embargo, el múltiple campeón reconoce que la Copa Davis necesitaba un cambio. Lo que molestó al suizo es que la Laver Cup, cuyo torneo se disputa anualmente entre Europa contra el resto del mundo, y que nació gracias al apoyo de Federer, puede crear un choque de conflictos con el nuevo formato de la Davis.
La molestia es que la Laver Cup se disputa después del Abierto de los Estados Unidos. Por lo que la reciente declaración que entregó Gerard Piqué en una entrevista en El País de España, en la que el jugador del Barcelona señaló que la fase final de la Davis podría disputarse en septiembre, y no en noviembre como se anunció, a petición de los jugadores, haría que las fechas se cruzaran con la competencia que ayudó a crear el suizo.
La Laver Cup, es un torneo en el que los dos capitanes, en la edición de 2017 y en la de este año, son el sueco Bjorn Borg y el estadounidense John McEnroe y seleccionan cada uno a dos jugadores, mientras que los otros dos restantes, para así completar los dos grupos de seis tenistas, salen producto del escalafón de la ATP.