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Novak Djokovic, el príncipe de Nueva York

El tenista serbio superó 6-4, 5-7, 6-4 y 6-4 al suizo Roger Federer en un vibrante partido, que duró tres horas y 20 minutos.

Redacción Deportiva
14 de septiembre de 2015 - 03:54 a. m.

Novak Djokovic, el número uno del tenis mundial, derrotó anoche en cuatro sets al suizo Roger Federer y se llevó su segundo Abierto de Estados Unidos, tras el que logró en 2011.

El serbio se impuso por 6-4, 5-7, 6-4 y 6-4 en un duro y espectacular partido, que duró 3 horas y 20 minutos, porque Federer peleó hasta el final y vendió cara su derrota.

Con su triunfo, Djokovic completa una espectacular temporada en la que alcanzó la final de los cuatro Grand Slam, ganando tres de ellos, y en la que volvió a dejar claro por qué es el mejor tenista del momento.

Y eso que anoche tuvo que lidiar con un Federer espectacular, que llegaba a la final sin perder un solo set en el torneo y que recientemente le había derrotado en Cincinnati.

El número dos del mundo -ganador del Abierto de EE. UU. en cinco ocasiones-, Federer, comenzó con dudas, más tímido de lo habitual, mientras Djokovic se valía de su solidez desde el fondo de la pista para anotarse el primer set sin complicaciones.

En el segundo reapareció el Federer agresivo de los últimos meses, sacando muy bien (acumuló 11 aces a lo largo del encuentro) y buscando golpes ganadores y rápidas subidas a la red, que lograron por momentos poner nervioso al serbio.

El suizo incluso utilizó en un par de ocasiones su último truco, esa subida a media pista ante el segundo servicio del rival que no ha dejado de sorprender a los contrarios en el campo de Flushing Meadows.

Cuando finalmente se llevó el segundo set, el estadio Arthur Ashe estalló en un enorme rugido que dejaba claro una vez más el amor que el público neoyorquino siente por Federer.

Sin embargo, el tenista suizo se relajó y lo pagó caro. Djokovic logró un break en los primeros compases del tercer set y, a pesar de muchas dificultades para ganar sus servicios, fue capaz de apretar los dientes e imponerse en un espectacular toma y dame. Al final, Federer desperdició dos bolas de break y su rival no perdonó para ponerse 2-1.

En el cuarto episodio Djokovic comenzó con fuerza y llegó a colocarse con 5-2, pero Federer peleó con uñas y dientes y llegó a disponer de una ocasión para situar el 5-5 en el marcador.

Sin embargo, volvió a flaquear en los puntos decisivos (sólo ganó 4 de las 23 oportunidades de break que tuvo en el partido) y Djokovic no perdonó.

Con su victoria, el serbio logró igualar a 21 el balance en sus enfrentamientos con Federer y anotarse su décimo grande. Lo hizo además en una pista en la que ha tenido poca suerte con las finales, perdiendo cuatro de ellas, en la que tenía al público en contra y tras una espera de más de tres horas para comenzar el partido a causa de la lluvia.

Por Redacción Deportiva

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