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Óscar Andrés Tunjo estaba trabajando en silencio. Lo venía haciendo con el equipo Meritus, campeón de la Fórmula BMW asiática, pero con un objetivo claro, ser el mejor alumno de la escuela de esta categoría, con sede en Sepang. Y no sólo por el orgullo de conseguirlo y de demostrarse a sí mismo que tiene el talento y las capacidades para ser uno de los grandes en el automovilismo, sino porque gracias a ese resultado la posibilidad de obtener el permiso de la FIA para competir la temporada de 2010, puede ser más clara y viable.
Con 13 años de edad, Tunjo tuvo un gran reto y recibió un permiso especial, otorgado por BMW Motorsport, en Munich, Alemania, para poder estar en la pista, los pasados 1° y 2 de septiembre, en el circuito de Malasia, en Sepang, donde acudieron pilotos de 10 nacionalidades, entre los 16 y los 29 años, que lo superaban en estatura y experiencia.
Pero eso, como ha sucedido a lo largo de su carrera, no fue un obstáculo para el vallecaucano, sino más bien una fortaleza. Óscar Andrés se hizo “grande” en la pista y, al término de las dos jornadas, fue el más veloz, con tres décimas de diferencia sobre los demás.
Y los elogios, como suele suceder en estos casos, no tardaron en aparecer y se dieron con la misma velocidad con la que Júnior condujo su monoplaza. “Como instructor de la Fórmula-BMW quedé muy impresionado con Óscar, durante la reciente beca de aprendizaje que organizó la Fórmula BMW de Asia, en el circuito de Sepang, en Malasia. Para su edad, es un piloto que demostró tremenda madurez, compostura y, por encima de todo, velocidad durante los dos días de evaluación. Él se mostró muy confiado en sus habilidades y estuvo sonriente y relajado durante todo el evento. Pienso que Óscar es realmente un muy buen niño, con mucho talento y potencial; él será un gran producto para cualquier patrocinador”, expresó en una carta personal, Geoff Brabham (hijo del ex campeón de F-1, Jack Braham), instructor de la Fórmula BMW.
Los buenos comentarios no paran ahí. Dominic Schwager, director de BMW Racing Center, afirmó: “Para nosotros es un honor haber tenido la oportunidad de trabajar con un piloto con tanto talento como Óscar Andrés. Él tiene un excelente futuro y un gran camino por delante, ya que a su corta edad demostró tener mucha experiencia en el manejo de monoplazas. Le deseamos el mejor futuro en su carrera deportiva y esperamos que cumpla la meta de llegar a la Fórmula Uno, representando su país, como nos lo hizo saber durante la sesión de entrevistas”.
A la espera de un “sí”
Si bien Óscar Andrés se graduó con honores y con las mejores calificaciones, todavía no puede tener acceso al premio mayor (representado en una beca de 50.000 euros) para la Fórmula BMW asiática 2010. Necesita un aval especial del Automóvil Club de Colombia (ACC), que a su vez está a la espera de que la Federación Colombiana de Automovilismo certifique las condiciones del volante nacional, como lo hizo en su momento con Gabby Chaves, por mencionar sólo un nombre.
“Estamos a la espera de la hoja de vida de Óscar Andrés para poder hacer la carta que necesita el ACC”, le dijo a El Espectador Hernán Porras, presidente de la Federación Colombiana de Automovilismo Deportivo. Por ahora, la suerte de Júnior está en los escritorios. Amanecerá y veremos...