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Los mariscales de campo Tom Brady, de Nueva Inglaterra, y Eli Manning, de Nueva York, están de vuelta en los papeles principales de un Super Bowl de fútbol americano, tal como en 2008, cuando los Gigantes les arruinaron a los Patriotas una temporada invicta. Sin embargo, en el momento en que la 46ª edición del partido por el título de la NFL arranque mañana en Indianápolis con la patada inicial, ambos dependerán no sólo de su brazo, sino de sus protectores y líneas defensivas para llevar a cabo su trabajo.
En su quinto Supertazón en 11 temporadas en la Liga, Brady buscará la revancha por su única derrota en estos partidos: hace cuatro años, cuando los Gigantes vencieron a los Patriotas 17-14. “Cada derrota duele, pero hay que seguir adelante y usar estos tropiezos como oportunidades para aprender. Ahora estamos fuertes mentalmente”, señaló Brady, quien buscará igualar el récord de cuatro títulos de Super Bowl que comparten Joe Montana y Terry Bradshaw, hoy retirados.
Los Gigantes dicen también estar más enfocados, luego de dejar por el camino a favoritos como Atlanta, Green Bay y San Francisco. “A través de los playoffs siempre hemos tenido algo que demostrar, y nadie nos ha dado muchas posibilidades”, expresó Manning, cuyo único título de un Super Bowl es el de 2008. “Hemos superado un montón de cosas y nuestra mentalidad ha sacado provecho de nuestra capacidad”, concluyó el mariscal de los neoyorquinos.
Manning ya guió a los Gigantes a la victoria de la temporada regular (24-20) sobre los Patriotas, en noviembre. Desde entonces, los de Nueva Inglaterra no han perdido, mientras que los neoyorquinos cayeron en sus siguientes cuatro partidos antes de despertar y conseguir el pase a los playoffs en calidad de comodín.
El Super Bowl es el evento deportivo televisado más visto en EE.UU. En esta edición, todos estarán pendientes la segunda parte del duelo entre Brady y Manning.