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Una golondrina no hace verano. Pero una sola persona sí puede dejar muy en alto el nombre de su departamento. Eso fue lo que hizo César Mejía, el único deportista de Vichada en los Segundos Juegos Nacionales Paralímpicos, que terminan este sábado en Cali.
Con tan sólo 19 años de edad, César se convirtió en una de las revelaciones de las justas y en uno de los atletas más queridos por sus compañeros, debido a su carisma y espíritu de superación.
A pesar de llevar apenas cuatro meses entrenando y carecer de experiencia previa en competencias deportivas, su rendimiento sorprendió a los especialistas, quienes le auguran un promisorio futuro en las pistas.
“Es una lástima no haber tenido más tiempo para prepararme mejor, pues el nivel realmente es muy alto y sólo pude meterme en la final de los 100 metros. Sin embargo, estoy seguro de que con sacrificio y esfuerzo ganaré muchas medallas para mi departamento en el futuro”, señaló César, cuyo gran sueño es participar en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012.
Su entrenador, Ulises Mejía, piensa que el solo hecho de haber podido viajar hasta la ciudad de Cali para participar en las justas es un gran triunfo para su departamento. “Quiero agradecer a cada una de las personas que nos permitieron que este sueño se hiciera realidad. Lo que nos ha pasado a lo largo de la competición ha sido muy gratificante. Esta experiencia será para él una motivación enorme y servirá además para promover el deporte en las personas de Puerto Carreño, sin importar su condición”.
Ni César ni su técnico se sintieron amedrentados ante delegaciones como las de Bogotá, Antioquia o Valle, todas con más de 100 atletas. Al contrario, prometieron liderar el deporte paralímpico en su región para que dentro de cuatro años el equipo de Vichada sea mucho más numeroso.
“No imaginamos un evento tan grande y bien organizado, todo estuvo perfecto. Ahora vamos a ir a nuestra tierra a buscar apoyo económico para seguir fomentando y masificando la práctica deportiva. Queremos que muchos más coterráneos nuestros vivan la experiencia tan maravillosa que vivimos nosotros en Cali 2008”, dijeron emocionados antes de emprender el largo viaje de regreso a casa.