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Víctor Danilo Pacheco ahora tiene tiempo de llevar a dos de sus tres hijos al colegio, pasar más tiempo en casa con su esposa y acompañar a su hijo mayor, Víctor Enrique (19 años, volante cinco), a las prácticas de la Uniautónoma de la segunda división. “Ya no juego allí, pero sí me dejan entrenar. Lo hago para no perder la forma. No alcancé a coincidir con mi pelado, porque esa era la idea. Es bueno, pero me salió pata brava”, explica, con la amabilidad de siempre, el nacido en Suán, Atlántico.
El mediocampista, de 37 años, sin contrato con ningún equipo pero incrédulo ante su retiro inmediato del fútbol, se dedica al showbol. Cada tanto juega partidos en una cancha sintética cerca a su casa en el barrio Modelo de Barranquilla. Se escuchan los “uf” de los curiosos que pasan por el sitio y se ve el desconcierto de sus rivales: Pachequito no pierde la costumbre de pisar y anotar. “Uuh, ya perdí la cuenta de los goles que hice hoy”, bromea.
No olvida, en todo caso, los dos que marcó el 6 de junio de 2004 con la selección de Colombia frente a Uruguay. Ese día, con el 10 en su dorsal, también asistió a Tressor Moreno en el segundo de los cinco tantos que el entonces equipo de Reinaldo Rueda le encajaría al de Jorge Fossati. Los recuerdos lo atacan aún más en la víspera del mismo partido por las eliminatorias al Mundial de Brasil 2014, que se disputará el viernes a las 3:30 p.m. en el Metropolitano, estadio donde debutó con Júnior hace 20 años y donde festejó los títulos del 93 y el 95.
El primero lo celebra gritando y sin camiseta. El segundo, bailando con el banderín. ¿Cuál canción?
Vallenato. Uno de Diomedes. Soy ‘diomedista’. Durante mi carrera siempre los iba cantando por ahí, en los entrenamientos, luego de anotar. Y cómo no, si acababa de marcar con la selección en una eliminatoria y contra Uruguay. Es inolvidable.
¿Ese día sí asimilaban ir ganando por ese marcador?
¡Era increíble! Yo pensaba que lo que estábamos haciendo era algo imposible. Antes del juego por supuesto que queríamos ganar, pero quién se iba a imaginar que lo haríamos de esa forma, con esa calidad de goles. Metimos casi todo lo que tiramos.
Y usted que no jugaba para la selección hacía tanto...
Casi siete años. Me llegó la citación al Atlante de México, donde jugaba entonces, y yo no lo podía creer, no me la esperaba. Jugué un amistoso previo y a Reinaldo Rueda le gustó lo que hice. Ya contra Uruguay, imagínate, anotar dos, asistir una vez y ganar así. Fue muy bonito todo.
¿Qué se dijeron en el camerino?
A cantar Diomedes Díaz, como siempre. A festejar con tranquilidad. Recuerdo que después del partido salíamos a vacaciones y disfruté mucho con la familia.
¿Es merecida la convocatoria de Macnelly Torres?
Lo es. La costumbre de Colombia siempre ha sido tener a uno o dos de ese corte creativo. Hace siete años jugamos Tressor Moreno y yo. Ahora también están James Rodríguez y Giovanni Moreno. El problema es que acá reprochan cuando juegan los 10, pero también pelean porque no los llaman. No los entienden.
¿Como el caso de Giovanni Hernández?
Es un crack y anda en un excelente momento con Júnior. Esa clase de jugadores tienen que estar siempre en la selección.
¿Siempre es mejor llamar a jugadores de la casa para jugar en Barranquilla, como Macnelly y Teófilo Gutiérrez?
No tiene nada que ver. Ser paisa, bogotano, lo que sea, es lo mismo. Esta ciudad acoge bien a cualquiera. Aunque sí es una ventaja si ese jugador está aclimatado a las condiciones de la temperatura.
¿Y ahora cómo?
Todo está parejo. La temperatura va a estar muy brava, pero les va a costar a los dos por igual. No creo que eso sea ventaja o desventaja para alguno. Colombia tiene jugadores muy importantes a nivel internacional y necesita el calor de la gente para que saquen un resultado favorable.
¿Gana Colombia por cuánto?
Ojalá que se repita el 5-0 (risas). Me encantaría, pero son otros tiempos, diferentes jugadores y técnicos. Que Colombia gane, así sea 1-0, pero que gane. Estamos obligados a hacerlo. Estaré en el Metropolitano el viernes apoyándolos. Aunque, carajo, no me he puesto en la tarea de buscar boleta.