Vince Carter, el hombre de las cuatro décadas

Carter, de 42 años, es considerado uno de los mejores clavadores de la historia. / AFP

Dicen los conocedores del deporte de alto rendimiento que lo importante no es llegar a jugar en una liga profesional, sino mantenerse. La exigencia física y el desgaste son cada vez mayores, por la cantidad e intensidad de partidos en cada temporada.

Por eso, decenas de miles de deportistas en diferentes disciplinas han sido flor de un día. Llegan, brillan algún tiempo y desaparecen.

Pero ese no es el caso del veterano escolta estadounidense Vince Carter, de los Hawks de Atlanta, quien a sus 42 años jugó el sábado en la noche un partido de la NBA, la liga de baloncesto de los Estados Unidos, en la cuarta década diferente, un registro inédito en las principales ligas del deporte estadounidense.

Fue en la Mainland High School donde descubrieron su talento descomunal, por allá en 1991. Vince saltaba muchísimo más que cualquiera de sus compañeros y rivales. Además tenía buen sentido de juego y una técnica muy depurada. Entendió que el baloncesto podría asegurarle un gran futuro cuando recibió una beca para estudiar en la Universidad de Carolina del Norte, la misma por la que pasó nada menos que Michael Jordan.

Allí, Carter trabajó para mejorar el drible y el lanzamiento. Además, por su carisma y personalidad se convirtió en figura con proyección para la NBA. Después fue seleccionado en el quinto puesto del draft de 1998 por los Warriors de Golden State, que lo cedieron a los Raptors de Toronto.

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Con el quinteto canadiense debutó el 5 de febrero de 1999, en un duelo con los Celtics de Boston, y pronto se consolidó como la figura y referente de la escuadra. De hecho, ganó el premio de novato del año y fue reconocido como Air Canada tras ganar el concurso de clavadas del fin de semana de las estrellas e integrar la selección estadounidense que ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000.

Durante ocho temporadas consecutivas fue elegido para el All Star Game, aunque su equipo no pudo estar si quiere cerca de pelear un título.

De 99 kilogramos de peso y 1,99 metros de estatura, Carter pasó después por los Nets de Brooklyn, los Magic de Orlando, los Suns de Phoenix, los Mavericks de Dallas, los Grizzlies de Vancouver y los Kings de Sacramento, antes de llegar hace dos años a los Hawks de Atlanta.

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Ya no es el máximo anotador, ni siquiera titular, pero sí aparece como alternativa cuando el equipo pasa por momentos complicados y necesita liderazgo dentro de la cancha. “Juega menos, pero aporta mucho, en puntos y en estado de ánimo para los chicos”, explica su entrenador, Lloyd Pierce.

Aún así, sus números también son buenos. En las 21 temporadas en la NBA, Vince Carter tiene un promedio de 17 puntos, cuatro asistencias y tres rebotes por partido, con cerca de 30 minutos de acción, unas cifras envidiables para cualquier novato y que él sigue alimentando a los 42 años. Una gran muestra de que lo importante no es llegar, sino mantenerse.