Vive su mala hora

La noche del 20 de diciembre del 2006 el rumbo de la carrera profesional y de la vida de Jorge Luis Bernal cambió radicalmente. Su equipo de siempre, el Tolima, acababa de perder la final de la Copa Mustang II contra el Cúcuta. El llanto de la tristeza pasó a ser de emoción porque allí mismo, sobre el césped del General Santander, recibió la oferta para reemplazar a Jorge Luis Pinto en el equipo motilón, pues había sido nombrado DT de la selección Colombia. Bernal dejó de ser el técnico de repuesto del Tolima, el “apaga incendios”. El trabajo de más de dos décadas con divisiones menores daba fruto.

Y con ese impulso llegó a la semifinal de la Copa Libertadores y su cotización subió como espuma. Fue escogido como el mejor técnico del año por El Espectador, pero sólo unos meses, en el Once Caldas, ha empezado a correr la suerte de los técnicos que al no conseguir los resultados son reprochados y maltratados. Pero El cacique, como lo apodaron, siempre pone la otra mejilla y no se da por vencido. No cree que su carrera como DT esté en declive.

“Así se ha desarrollado siempre el fútbol en nuestro país: en las victorias hay muchos elogios, sobran calificativos que le hacen agradecer a uno que se haya ganado el corazón de todos. Por eso en las derrotas uno tiene que estar preparado, tiene que afrontarlo y vivir lejos de la crítica”, dijo Bernal, quien tuvo un respiro el pasado domingo luego de que su equipo le ganara al líder Tolima 2-0 y, con 20 puntos, quedara con una posibilidad matemática de clasificar a los cuadrangulares semifinales del torneo Finalización.

Once Caldas debe ganar al menos siete puntos de los nueve que le quedan y debe visitar a Millonarios y Cúcuta, además de recibir al Pereira. “El campeonato no ha terminado aún para nosotros, lo que pasa es que hemos dado ventajas”, dice Bernal, quien trata de encontrar respuestas.

“Hubo partidos en donde jugamos como equipo y otros donde no lo hemos sido y muchas veces se me sale de las manos”, dijo. Y también acepta que se han cometido errores. “Contra Cali, muchos jugadores se equivocaron y en su afán de querer ayudar, descuidaron demasiado la parte defensiva. De pronto yo colaboré en desproteger el sistema defensivo. Todos estamos preocupados por atacar, aportar y a veces uno pierde la cabeza cuando quiere hacerlo.

A raíz de la goleada 4-1 frente al Cali, arreciaron las críticas de la prensa especializada de Manizales, que se encuentra decepcionada con el rendimiento de Bernal.

“Aquí se despotrica, se censura, se dicen fantasías incluso. Por eso yo no escucho, pero me llaman mis amigos a contarme. Uno no puede desgastarse en esas cosas”, anotó.

Para Bernal se trata de una reacción normal en un equipo que hace poco se codeó con los mejores del mundo al ganar la Copa Libertadores. “Aquí también hay voces de aliento y les agradezco mucho. Son esos son hinchas de verdad, que quieren a la institución y que esperan que su equipo se recupere”.

Bernal reemplazó en el cargo a Juan Carlos Bedoya, quien en el primer semestre sólo consiguió 19 puntos, tuvo un rendimiento del 35 por ciento y quedó en el puesto 15, luego de que cerrara con ocho fechas sin ganar. El técnico tolimense

“En Tolima me fue más fácil, porque venía con esos jugadores desde tiempo atrás, cuatro años en reservas”.

Profesor Bernal, ¿pasó de la gloria al infierno?

No, tanto como al infierno no. Yo estoy muy agradecido con la sociedad manizaleña, a la gente del departamento que me ha apoyado. Sólo que hay algunas personas que expresan, como humanos que son, más críticas destructivas que constructivas. Son algunos y no tengo ningún resentimiento con ellos.

¿Usted cree que todo lo bueno que hizo en el 2006 y 2007 quedó borrado de tajo por esta campaña con el Once Caldas?

No se ha derrumbado todo. Los últimos cuatro campeonatos siempre han estado en finales. Los dos del 2006 y los dos del 2007. 

¿Toda esta presión le ha hecho pensar en retirarse?

No, nunca, porque eso sería darle razón a los que critican. Además, hay millones de personas en el mundo que viven dificultades más grandes que la mía, entre ellos todos los colombianos que siguen secuestrados en las selvas. Y a pesar de todo, no se suicidan, sino que se apegan a su fe y a sus convicciones.

¿Qué responsabilidad han tenido los jugadores?

Yo les he dicho que cuando el equipo pierde, perdemos todos, entonces no hay porque hacer señalamientos a los jugadores, son seres humanos, no son máquinas. Sé que todos hacen el mayor esfuerzo posible por hacer las cosas bien, a veces se equivocan y lo único que le queda a uno es corregir, sin perder el ánimo. A todos se nos presentan dificultades, pero ante el primer inconveniente uno no se puede suicidar, sino que tiene que seguir siendo ejemplo, trabajando, esforzándose.

¿La crítica de la prensa es injustificada según usted?

Ahora sólo oigo medios nacionales, porque necesito estar enterado de los rivales. Los locales los escuché al principio y todos me apoyaban. Pero el día que le ganamos en un partidazo, jugando muy bien, al América, al otro día se lanzaron con todo con sus críticas. Entonces dije, “si me dan duro cuando ganamos, cómo será  cuando perdamos”. No quiero imaginar que dirían cuando nos golearon 4-1.

¿Usted es un técnico que vive actualizado con el fútbol de hoy?

Ahora tenemos muchas facilidades por la televisión, donde podemos ver la Eurocopa, las ligas del mundo. También se encuentran muchas cosas en internet, en libros. Yo siempre me he preocupado por aprender, desde niño pregunto, consulto, no me da pena preguntar. Incluso hoy en día llamo a mis colegas consultándoles sus opiniones.

¿Por qué no tuvo una buena salida del Cúcuta?

Por unas diferencias con los directivos por el tema de los jugadores que salieron y que yo no quería que salieran. Además, me sentía un poco enfermo.

¿Y eso tiene que ver con la operación de la garganta a la que se sometió hace poco?

Sí, porque ya no podía comer, me ardía la garganta, estaba indispuesto todo el tiempo y para completar, no me dieron gusto en el Cúcuta para conformar el equipo que quería. Por eso preferí hacerme a un lado, tratando de encontrar una razón del porqué mi voz había cambiado. Hasta me dijeron que podría ser cáncer.

¿El nivel del fútbol colombiano es bueno?

Hay partidos muy buenos.

Eso quiere decir que el nivel no es bueno...

No, creo que el nivel es bueno y que hay jugadores muy importantes . Si no, cómo se explica que el año pasado, con el Cúcuta Deportivo, hayamos sido terceros en la Copa Libertadores y que años atrás el Once Caldas haya sido campeón. Sin embargo, creo que tanto partido televisado le ha quitado hinchas a los estadios. Se ha perdido el fervor en los estadios, esa pasión. Con poquita hinchada, muchas veces no se le encuentra brillantez a lo que se ve.

¿Está viviendo, como dicen de todos los técnicos, con la maleta detrás de la puerta?

Por ahora le ruego a Dios todos los días que me dé fuerza interior, humildad y los argumentos que me ayuden a aportarle a mis jugadores. Oro todos los días por ellos, por sus familias. Pero por ahora estoy en lo que estoy, tengo un contrato firmado con Once Caldas. Seguramente estoy como muchos técnicos en Colombia, como debe estar ‘Bolillo’ Gómez de Santa Fe, y eso que es un técnico de una gran trayectoria, o cómo está Julio Comesaña, del Júnior, otro técnico destacado. Lo que digo es que hay que preocuparnos por el hoy y mañana miraremos.

Van seis técnicos despedidos

Los cinco últimos equipos de la tabla del torneo Finalización, junto a Nacional, que es décimo y sigue con opciones matemáticas, han cambiado de técnico por bajo rendimiento. En el colero, Cúcuta, Pedro Sarmiento salió y en su lugar vino el uruguayo Aníbal Ruiz. En el Pasto, puesto 17, Jorge Bermúdez perdió su puesto y fue  reemplazado por Bernardo Redín. Huila (casilla 16) despidió a Javier Álvarez y en su lugar nombró a Guillermo ‘Teacher’ Berrío. En Envigado (puesto 15) que pelea por no descender, sacaron a Jesús Barrios y nombraron a Rubén Bedoya en calidad de encargado.

Bucaramanga, otro que lucha por mantener la categoría, desechó a Víctor Luna y encargó a Arturo Reyes. Y en Nacional Gabriel Jaime Gómez fue reemplazado por José Fernando Santa.