Ya es un arquero clásico
Por más que se precie de tener una memoria privilegiada, a la hora de acercarse al menos a la cifra de partidos que acumula defendiendo el arco de Independiente Santa Fe, Agustín Julio en medio de su tradicional sonrisa, apenas se atreve a adelantar que son muchos, pero no los suficientes para sentirse viejo.
Fabián Mauricio Rozo Castiblanco
De todas formas, una cuenta que lleva el cartagenero, “aparte de las bancarias”, bromea, es la de las veces que ha tenido la camiseta azul al frente y por eso ya con la seriedad que la rivalidad exige y con el mismo cálculo al que le va a cada pelota, afirma que son “más de 20”.
En efecto, el Uno es el más clásico del plantel albirrojo y del juego en sí que el sábado enfrenta una vez más a los dos tradicionales equipos bogotanos. No en vano, para Julio el de esta noche será el derby capitalino número 26 (ganó cinco, empató 14 y perdió seis).
Suficiente cantidad para definir esta clase de encuentros como los “que siempre se esperan con ansiedad por todo lo que está en juego y de ahí que sean tan especiales, sobre todo los que se ganan”.
Recuerdos no le faltan, pero el mejor confiesa ser demasiado reciente: “Los del año pasado me dejaron un buen sabor porque ganamos dos y empatamos los otros, así que no perdimos y eso cuenta mucho”
Tampoco olvida que vio la roja en el revés más abultado (3-1), con tripleta de Carlos Castro (septiembre 9 de 2001), aunque igual la estadística la deja en el camerino sur y más ahora porque “el que ellos no lleguen de la mejor forma a este partido, los convierte en un rival aún más difícil”.
Más de una década después de su primer clásico (febrero 18 de 1996, 1-2), Julio sabe que la mejor manera de celebrar hoy es dejando su arco en cero. Lo demás correrá por cuenta de sus compañeros.
De todas formas, una cuenta que lleva el cartagenero, “aparte de las bancarias”, bromea, es la de las veces que ha tenido la camiseta azul al frente y por eso ya con la seriedad que la rivalidad exige y con el mismo cálculo al que le va a cada pelota, afirma que son “más de 20”.
En efecto, el Uno es el más clásico del plantel albirrojo y del juego en sí que el sábado enfrenta una vez más a los dos tradicionales equipos bogotanos. No en vano, para Julio el de esta noche será el derby capitalino número 26 (ganó cinco, empató 14 y perdió seis).
Suficiente cantidad para definir esta clase de encuentros como los “que siempre se esperan con ansiedad por todo lo que está en juego y de ahí que sean tan especiales, sobre todo los que se ganan”.
Recuerdos no le faltan, pero el mejor confiesa ser demasiado reciente: “Los del año pasado me dejaron un buen sabor porque ganamos dos y empatamos los otros, así que no perdimos y eso cuenta mucho”
Tampoco olvida que vio la roja en el revés más abultado (3-1), con tripleta de Carlos Castro (septiembre 9 de 2001), aunque igual la estadística la deja en el camerino sur y más ahora porque “el que ellos no lleguen de la mejor forma a este partido, los convierte en un rival aún más difícil”.
Más de una década después de su primer clásico (febrero 18 de 1996, 1-2), Julio sabe que la mejor manera de celebrar hoy es dejando su arco en cero. Lo demás correrá por cuenta de sus compañeros.