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"Yo transformé el ciclismo colombiano"

Jorge Ovidio González fue considerado el Mejor Dirigente en los premios del Deportista del Año El Espectador-Telefónica. Un premio a 25 años de gestión.

Santiago Martínez Hernández
16 de diciembre de 2012 - 11:44 p. m.
"Yo transformé el ciclismo colombiano"

Oriundo de Santa Bárbara, Antioquia, Jorge Ovidio González a sus 63 años ve los frutos de una larga lucha que ha sostenido para transformar su deporte del alma, el ciclismo. Los excelentes resultados en Juegos Olímpicos y campeonatos mundiales desplazaron este año las tradicionales portadas deportivas del fútbol por las medallas conseguidas por los atletas de esos caballos de acero.

Desde joven entendió que su sueño y misión era ser un dirigente del ciclismo colombiano. “Estaba con Raúl Mesa (entrenador de ciclismo) encima de una moto que acompañaba una carrera entre Medellín y Yarumal, y al vivir esa emoción me enamoré por completo del deporte”, dice recordando por qué decidió dedicarse al ciclismo.

Ser militar fue su primera opción, pero al graduarse como suboficial del Ejército se desencantó de la vida en la milicia. Entonces comenzó a colarse en clases de derecho internacional en la Universidad de los Andes, con la ayuda de un amigo. Después de muchas vueltas decidió estudiar contabilidad y al cabo de un tiempo ya oficiaba como representante de dos firmas antioqueñas en Bogotá. No aguantó mucho entre números y cuentas. Aburrido de las contabilidades, Jorge Ovidio González se devolvió a Medellín para convertirse en pionero del ciclomontañismo colombiano y latinoamericano, al crear su empresa de bicicletas americanas Romek.

Este deporte, poco conocido en Colombia, se convirtió en un imán en las nacientes carreras profesionales de ciclistas como María Luisa Calle y Santiago Botero, apadrinado este último por la batuta de González. Basta decir que los gastos del primer campeonato internacional que Botero ganó en su carrera deportiva, en Ecuador, fueron patrocinados por el actual presidente de la Federación Colombiana de Ciclismo.

Desde entonces, Jorge Ovidio empezó su gestión como dirigente y se enfrentó a una junta directiva en la Federación que se mostró reacia a incluir nuevas disciplinas en el deporte de las dos ruedas. Se dio a la tarea de romper esos esquemas tradicionales y logró crear la Comisión Nacional de Ciclomontañismo y Bicicross, que acaba de cumplir 20 años de existencia.

El siguiente paso sería escalar en la jerarquía del organismo rector del ciclismo colombiano. Desde hace 12 años empezó el proceso de la nueva junta directiva que él abanderó y que transformó radicalmente. Los resultados los contabiliza en números —como en otros tiempos—: ocho campeonatos mundiales, cuatro medallas olímpicas y más de 230 títulos internacionales en todas las categorías.

Hace cuatro años llegó a la dirección de la Federación y durante su gestión la balanza del patrocinio económico se equilibró, las gestas victoriosas comenzaron a sucederse y su objetivo fue asegurar el futuro del ciclismo para las próximas dos décadas. “El 75% de los ciclistas colombianos son menores de 22 años”. Sabe que las generaciones que vienen tienen procesos de formación que auguran más medallas y esa es su apuesta.

Con emoción recuerda los tres momentos más importantes de su trayectoria: el campeonato mundial de contrarreloj logrado en Bélgica por Santiago Botero; el campeonato mundial júnior de ciclomontañismo de Laura Abril y el histórico podio olímpico de Londres 2012 con las medallas de Carlos Mario Oquendo (bronce) y Mariana Pajón (oro) en BMX, y de Rigoberto Urán (plata) en ciclismo de ruta.

Tan consumido ha estado por la adrenalina del deporte, que también ha tenido una “encrucijada en el alma” —no como la de cierto expresidente—: su familia. “Cuando uno le mete tanta pasión y amor al ciclismo, hay otros amores que quedan relegados”. A sus cinco hijos los ha visto crecer a la distancia y su esposa Marta Helena Escobar ha vivido ese proceso a su manera con paciencia. “Cuando hay un gran amor, hay condescendencia. Mis hijos al ver el éxito de su padre quedan complacidos y entienden que esta es mi felicidad”.

El próximo 24 de enero terminará su gestión como presidente de la Federación. Las angustias, los insomnios, las batallas para impulsar nuevas figuras y reproducir triunfos más memorables para Colombia han sido recompensados con el reconocimiento que empieza a tener el ciclismo. Hace tres años la Unión Ciclística Internacional (UCI) lo designó como Mejor Dirigente del Mundo por sus aportes para el desarrollo del ciclismo. Ha sido el único colombiano en conseguirlo.

Además, Jorge Ovidio González le ha brindado al país la posibilidad de que Cali haya sido desde hace cinco años una de las cuatro ciudades sedes de las paradas de la Copa del Mundo de Pista. Los resultados fueron tan exitosos que la capital del Valle será la sede del Campeonato Mundial en 2014.

El antioqueño se despedirá de la Federación satisfecho por la labor cumplida. Agradece a los deportistas que lo han acompañado toda la vida y los resultados que con generosidad, amplitud y lucha le retribuyen 25 años de gestión que le han “permitido transformar el ciclismo en Colombia”.

Ahora espera que su legado se mantenga y afirma que solo le queda “luchar por un cupo en el Comité Olímpico Colombiano y seguir construyendo un camino lleno de bondades para el deporte del país”. Tendrá mas tiempo para dedicarle a su familia y al ciclismo, deporte que alguna vez practicó y le dejó la grata experiencia de correr, aunque haya sido una sola vez, junto al gran campeón ‘Cochise’ Rodríguez.

Por Santiago Martínez Hernández

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