El banco central de Argentina mantuvo la tasa de interés en el 60 %, la más alta del mundo, el martes tras un alza inesperada hace dos semanas como consecuencia de la caída del peso.
Los miembros del banco central dijeron en su comunicado que la inflación se aceleró en agosto y que continúa haciéndolo en septiembre, citando datos de alta frecuencia. Pronostican que la economía estará en una recesión este año y el próximo.
También reafirmaron su compromiso de agosto de no bajar las tasas hasta diciembre en un esfuerzo por estabilizar el peso, que se ha desplomado más del 50 % en lo que va de año.
Los responsables de política monetaria elevaron las tasas al 60 % desde el 45 % el 30 de agosto, ya que el peso estaba en caída libre debido a la incertidumbre sobre los planes de Argentina de recortar el gasto público según un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
Ésta fue la quinta subida inesperada de las tasas este año por parte del banco central, cuyo liderazgo cambió en junio por la caída del peso.
Además de la subida de tasas, el presidente del banco central, Luis Caputo, ha vendido reservas internacionales, ha aumentado los requisitos de reservas bancarias y ha anunciado un plan para eliminar una parte de la deuda pública.
La economía de Argentina se ha descarrilado este año por una sequía histórica, mercados mundiales volátiles, errores de comunicación por parte de responsable de política y, a veces, políticas confusas. El ministerio de Economía estima una contracción de al menos 1 % este año.