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Por sexto año consecutivo Bogotá y Antioquia fueron confirmadas como las regiones más competitivas de Colombia, mientras que Chocó y La Guajira se mantienen como los departamentos con mayores oportunidades de mejora.
La clasificación fue determinada en la sexta edición del Índice Departamental de Competitividad (IDC), calculado por el Consejo Privado de Competitividad (CPC) y la Universidad del Rosario.
El índice de este año se compone de 94 indicadores agrupados en tres factores y diez pilares de competitividad, dice el informe de prensa. Explica que este año fueron ajustados los pilares de Sostenibilidad Ambiental, Eficiencia de los Mercados, e Innovación y Dinámica Empresarial, en función de cambios metodológicos propuestos por las entidades que reportan la información.
De acuerdo con comentarios de expertos nacionales y regionales, se fortalecieron los pilares de Infraestructura, y Educación Básica y Media.
Destaca el estudio que este año se presenta por primera vez al departamento de Arauca, para incluir un total de 26 departamentos y la ciudad de Bogotá.
Según el comunicado de prensa, el primer puesto le corresponde a Bogotá, región que obtuvo una calificación de 8,24 sobre 10. El segundo lugar lo ocupa Antioquia, con 6,78. Le siguen en su orden los departamentos de Caldas, Santander y Risaralda.
Son cuatro los departamentos que avanzan frente a 2017, precisa el informe. Caldas pasa del cuarto puesto al tercero, en tanto que Quindío asciende cuatro posiciones y se ubica en el décimo lugar del ranking, siendo el departamento que más puestos avanza frente al año anterior. Cauca y Magdalena ganan una posición y se ubican en los puestos 16 y 17, respectivamente. En contraste, Santander desciende una posición y regresa al cuarto puesto del escalafón. Casanare, Norte de Santander y Huila retroceden dos posiciones.
Según el informe de competitividad, Risaralda, Valle del Cauca, Cundinamarca, Atlántico, Boyacá, Bolívar, Meta, Tolima, Nariño, Cesar, Córdoba, Sucre, Arauca, Caquetá, Putumayo, La Guajira y Chocó, no presentan variaciones en el Indice de 2018 frente a los resultados de 2017.
“No basta con ser una de las tres economías más competitivas de América Latina en el año 2030. Es necesario que, además de realizar grandes esfuerzos en el ámbito nacional, se reduzcan las brechas existentes a nivel regional pues es en los territorios donde ocurre en últimas el desarrollo productivo”, señaló Rosario Córdoba, presidente del Consejo Privado de Competitividad.
Alejandro Cheyne, rector de la Universidad del Rosario, indicó que “A través de los años, el índice ha tenido variaciones, siguiendo la metodología del Foro Económico Mundial, con el fin de mantenerse en su rol de ser el análisis más completo de competitividad para orientar decisiones de inversión y de gobierno".
Sostuvo que "este indicador se ha consolidado como una herramienta que sirve para identificar áreas prioritarias de intervención, y para monitorear el progreso de las regiones en dichas áreas. A la luz de los resultados y su comportamiento histórico, podemos evidenciar que la competitividad en el país sigue siendo frágil. La educación superior, la innovación, la dinámica empresarial, la sofisticación y la diversificación del aparato productivo representan algunos de los principales desafíos para la mayoría de las regiones”.