Por otro lado, pasó a ser el mayor prestamista del mundo, por encima del Banco Mundial, posición unida a la propiedad de US$900 mil millones en Bonos del tesoro norteamericano, que la convierte en una economía incontenible y, si nada extraordinario ocurre, podría superar la economía estadounidense en 2020, pero su única debilidad son los derechos humanos.
Nuestros países, están inundados de productos “Made in China”, que es el logotipo de productos orientales fabricados en esta potencia. Empresas americanas tienen fabricas en suelo chino (allí se produce el 70% de los juguetes del mundo), dentro de éstos están; Disney, Mahei, McDonald´s, Warner Bros y muchas más, empresas que abastecen a todos los negocios minoristas de Estados Unidos, como Toy’s are Us, WalmMart y Target.
La economía china comenzó copiando de manera muy socarrona e inteligente lo que hacían sus vecinos, antes llamados “Tigres” del Asia; Singapur, Taiwán y Hong Kong, que se basa en las exportaciones de productos a muy bajos precios, pero los chinos agregaron la depreciación de la moneda, lo que en últimas se traduce en vender productos más baratos que en cualquier parte del mundo.
Mientras la China crece al 10% anual, Estados Unidos sufre las consecuencias de la crisis que atraviesa calificaciones, le dio AA y seguramente su crecimiento va a ser muy bajo este año. Entre tanto, Japón también se ve resentido por los desastres del terremoto y el tsunami y Alemania sufre lo mismo de la Unión Europea, “crisis”. Esto nos hace pensar que China es impalpable, pues sin mirar otros factores macroeconómicos que podrían afectarla, se está convirtiendo no sólo en una economía que podría sobrepasar la americana en pocos años, sino que también se está convirtiendo en la caja menor del mundo, por los préstamos que ha dado a muchos países, convirtiéndose en el China World Bank.
Pero no todo es belleza, su debilidad está en los derechos humanos: Por un lado, los trabajadores de las fabricas de juguetes son de edades promedio entre 12 y 15 años, sus horarios llegan hasta 19 horas al día, su salario va de 6 hasta 40 centavos de dólar la hora y trabajan en recintos peligrosos, expuestos a químicos que podrían ser venenosos. Por otro lado, los chinos son represivos con los tibetanos, vigures o cualquier disidente, que son perseguidos.