¿Cuáles son y cómo van los negocios del grupo EPM?
Aunque la empresa no ha sido ajena a los impactos de la pandemia, presentó un ambicioso presupuesto para este año y, sigue asegurando, terminará Hidroituango para 2022. Una radiografía de su alcance empresarial.
Pareciera que por estos días no hay semana en la que EPM no salte a los titulares por diversas razones.
El hecho fundamental de controversia en estas semanas fue la renuncia del ahora exgerente, Álvaro Rendón, que desató una nueva tormenta con fuertes tintes políticos por la injerencia (o no) de la Alcaldía de Medellín en el gobierno corporativo de la empresa.
El último de estos episodios está relacionado con la sugerencia del expresidente Álvaro Uribe sobre la posibilidad de que el Gobierno intervenga a EPM. La idea ya fue descartada por el presidente Iván Duque este lunes en una entrevista con la Radio Nacional en la que aseguró que “hoy en día, frente a esa hipotética propuesta, hay que responder que no existe causal de toma de posesión de la empresa. Al ser una intervención sin causal, sería ir en contra de la Ley 142, porque no hay una falla en la prestación del servicio, ni incapacidad de la empresa para prestar el servicio”.
Al margen de las peleas políticas en el interior de la empresa, hay que mirar la salud financiera de la empresa y cuál es su posición en los varios negocios y mercados en los que se encuentra. En muy buena parte, son estas las cifras que terminan influyendo las revisiones del grado de inversión, además de los temas sobre el gobierno corporativo.
Para el tercer trimestre de 2020 (los resultados más recientes), EPM registró un crecimiento en ingresos de 6 %, con $14,1 billones.
Lea también: El toma y dame en Twitter entre Álvaro Uribe y Daniel Quintero por EPM
“Entre enero y septiembre de 2020, el Grupo EPM tuvo un resultado operacional de $3,2 billones, con una disminución del 7 % con respecto al año anterior y un margen del 23 %. El Ebitda fue de $4,3 billones, con un decrecimiento del 4 % y un margen Ebitda del 31 %”, precisó la empresa a través de un informe.
De los ingresos logrados en el trimestre, 51 % de estos fueron aportados por la casa matriz del grupo empresarial, 33 % por las filiales internacionales y 16 % por las nacionales de energía y agua.
“Aunque el resultado de la operación al tercer trimestre de 2020 fue muy positivo, los resultados siguen siendo impactados por menores ingresos de caja y mayores costos en la prestación de los servicios, por efectos de la época de sequía y la baja hidrología en Colombia que se prolongó hasta finales de agosto pasado”.
Para este año, EPM asignó un presupuesto por $19,2 billones, que calificó como histórico. La compañía aseguró que destinarán $4,9 billones para sus servicios de energía, $1,8 billones para el segmento de aguas y $8,7 billones para inversiones como grupo empresarial, incluyendo a sus filiales nacionales e internacionales.
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La financiación del presupuesto para 2021 se hará a través de tres fuentes: disponibilidad de caja, por $3,9 billones (20 %), ingresos corrientes por los servicios públicos prestados de energía, gas, provisión de aguas y aguas residuales, con los que se espera recaudar $10,2 billones (53 %), y recursos de capital, que para el próximo año serán de $5,1 billones (27 %).
Los negocios de EPM
El grupo empresarial tiene una participación de 62 % en el negocio de la distribución de energía, 20 % en su generación, 11 % en la prestación de agua y 7 % en el de gas. Entre todas sus ramas, EPM es el mayor prestador de servicios públicos del país.
En el lado nacional del panorama, el grupo hace presencia en prestación de servicio de agua a través de seis filiales (Empresa de Aguas del Oriente Antioqueño, Aguas Nacionales EPM, Aguas de Malambo, Aguas y Saneamiento, Aguas Regionales EPM y Emvarias S.A.).
Lea: La nueva crisis en las Empresa Públicas de Medellín
En energía, el grupo participa en este mercado a través de Central Hidroeléctrica de Caldas , Centrales Eléctricas del Norte de Santander y Empresa de Energía del Quindío. Esto aparte de su atención al mercado eléctrico de la Costa Atlántica, concretamente para los usuarios de la difunta Electricaribe en Bolívar, Cesar, Córdoba y Sucre; esta porción representa el 10,9 % del mercado eléctrico de esta región, con más de 1,5 millones de clientes.
Por el lado internacional de sus negocios, el grupo tiene presencia con filiales en energía y agua en Panamá, México y Chile.
El grupo le presta servicio de electricidad a más de 4,5 millones de usuarios, atiende a más de 1,4 millones con agua y le llega con gas a más de 1,2 millones.
El gran lunar en la gestión de EPM es, y sigue siendo, Hidroituango: el proyecto hidroeléctrico presentó una gran emergencia en 2018, de la cual sigue recuperándose. Por estos hechos, la Contraloría le imputó cargos a 28 personas, entre ellas dos exalcaldes de Medellín y dos exgobernadores de Antioquia. La empresa asegura que entrará en operación en 2022, con unos cuatro años de retraso. Un análisis de la Universidad Nacional asegura que la central hidroeléctrica no dejará de presentar números en rojo durante los 50 años de su explotación a cargo de EPM.
Pareciera que por estos días no hay semana en la que EPM no salte a los titulares por diversas razones.
El hecho fundamental de controversia en estas semanas fue la renuncia del ahora exgerente, Álvaro Rendón, que desató una nueva tormenta con fuertes tintes políticos por la injerencia (o no) de la Alcaldía de Medellín en el gobierno corporativo de la empresa.
El último de estos episodios está relacionado con la sugerencia del expresidente Álvaro Uribe sobre la posibilidad de que el Gobierno intervenga a EPM. La idea ya fue descartada por el presidente Iván Duque este lunes en una entrevista con la Radio Nacional en la que aseguró que “hoy en día, frente a esa hipotética propuesta, hay que responder que no existe causal de toma de posesión de la empresa. Al ser una intervención sin causal, sería ir en contra de la Ley 142, porque no hay una falla en la prestación del servicio, ni incapacidad de la empresa para prestar el servicio”.
Al margen de las peleas políticas en el interior de la empresa, hay que mirar la salud financiera de la empresa y cuál es su posición en los varios negocios y mercados en los que se encuentra. En muy buena parte, son estas las cifras que terminan influyendo las revisiones del grado de inversión, además de los temas sobre el gobierno corporativo.
Para el tercer trimestre de 2020 (los resultados más recientes), EPM registró un crecimiento en ingresos de 6 %, con $14,1 billones.
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“Entre enero y septiembre de 2020, el Grupo EPM tuvo un resultado operacional de $3,2 billones, con una disminución del 7 % con respecto al año anterior y un margen del 23 %. El Ebitda fue de $4,3 billones, con un decrecimiento del 4 % y un margen Ebitda del 31 %”, precisó la empresa a través de un informe.
De los ingresos logrados en el trimestre, 51 % de estos fueron aportados por la casa matriz del grupo empresarial, 33 % por las filiales internacionales y 16 % por las nacionales de energía y agua.
“Aunque el resultado de la operación al tercer trimestre de 2020 fue muy positivo, los resultados siguen siendo impactados por menores ingresos de caja y mayores costos en la prestación de los servicios, por efectos de la época de sequía y la baja hidrología en Colombia que se prolongó hasta finales de agosto pasado”.
Para este año, EPM asignó un presupuesto por $19,2 billones, que calificó como histórico. La compañía aseguró que destinarán $4,9 billones para sus servicios de energía, $1,8 billones para el segmento de aguas y $8,7 billones para inversiones como grupo empresarial, incluyendo a sus filiales nacionales e internacionales.
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La financiación del presupuesto para 2021 se hará a través de tres fuentes: disponibilidad de caja, por $3,9 billones (20 %), ingresos corrientes por los servicios públicos prestados de energía, gas, provisión de aguas y aguas residuales, con los que se espera recaudar $10,2 billones (53 %), y recursos de capital, que para el próximo año serán de $5,1 billones (27 %).
Los negocios de EPM
El grupo empresarial tiene una participación de 62 % en el negocio de la distribución de energía, 20 % en su generación, 11 % en la prestación de agua y 7 % en el de gas. Entre todas sus ramas, EPM es el mayor prestador de servicios públicos del país.
En el lado nacional del panorama, el grupo hace presencia en prestación de servicio de agua a través de seis filiales (Empresa de Aguas del Oriente Antioqueño, Aguas Nacionales EPM, Aguas de Malambo, Aguas y Saneamiento, Aguas Regionales EPM y Emvarias S.A.).
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En energía, el grupo participa en este mercado a través de Central Hidroeléctrica de Caldas , Centrales Eléctricas del Norte de Santander y Empresa de Energía del Quindío. Esto aparte de su atención al mercado eléctrico de la Costa Atlántica, concretamente para los usuarios de la difunta Electricaribe en Bolívar, Cesar, Córdoba y Sucre; esta porción representa el 10,9 % del mercado eléctrico de esta región, con más de 1,5 millones de clientes.
Por el lado internacional de sus negocios, el grupo tiene presencia con filiales en energía y agua en Panamá, México y Chile.
El grupo le presta servicio de electricidad a más de 4,5 millones de usuarios, atiende a más de 1,4 millones con agua y le llega con gas a más de 1,2 millones.
El gran lunar en la gestión de EPM es, y sigue siendo, Hidroituango: el proyecto hidroeléctrico presentó una gran emergencia en 2018, de la cual sigue recuperándose. Por estos hechos, la Contraloría le imputó cargos a 28 personas, entre ellas dos exalcaldes de Medellín y dos exgobernadores de Antioquia. La empresa asegura que entrará en operación en 2022, con unos cuatro años de retraso. Un análisis de la Universidad Nacional asegura que la central hidroeléctrica no dejará de presentar números en rojo durante los 50 años de su explotación a cargo de EPM.