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Desde el próximo domingo 29 de abril las aerolíneas Easyfly y Satena trasladarán su operación a la terminal Puente Aéreo (T2) y los vuelos de Avianca pasarán en su totalidad al Aeropuerto El Dorado (T1).
De esta forma se dará continuidad a la operación aérea comercial, se reducirán las interrupciones y se optimizarán los tiempos de desplazamiento y conexiones, en beneficio de la experiencia de los pasajeros.
El gerente general de Opaín, Álvaro González, anunció un monitoreo de la operación durante la primera semana para asegurar que sea eficiente, así como una serie de medidas de apoyo que incluyen duplicar la frecuencia de la flota de buses que conectan ambas terminales y coordinar el apoyo a los pasajeros que lleguen a la terminal equivocada.
Además, El Dorado pondrá a disposición de las aerolíneas y los viajeros un equipo que se encargará de proveer información las 24 horas, así como reaccionar ante cualquier contingencia. Por otro lado, un grupo de 20 personas ofrecerá información detallada a los viajeros en los puntos clave de ambas terminales.
Así mismo, las aerolíneas se comprometieron a reacomodar a las personas que pierdan su vuelo durante esos días, a fin de que se completen sin dificultad los traslados, y a exonerarlos de eventuales penalidades. Sin embargo, insistieron en la importancia de que los pasajeros lleguen a las terminales con suficiente anticipación y verifiquen el estado de su vuelo a través de los diferentes canales disponibles.
Avianca, que se estima moverá 15,7 millones de pasajeros domésticos desde el Aeropuerto El Dorado este año, espera que con la unificación de las operaciones pueda ofrecer un mejor servicio, mayor conectividad, eficiencia y comodidad a los pasajeros. Dentro de los cambios anunciados está un incremento de 250 colaboradores en el personal de apoyo y una sala VIP de 3.000 metros cuadrados para recibir a los más de 10.000 pasajeros diarios que llegaban al Puente Aéreo.
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Por su parte, se espera que Easyfly y Satena presten sus servicios a más de 1,2 millones de pasajeros al cierre de 2018 desde el Puente Aéreo, lo que significaría una expansión de su operación, un aumento de los destinos nacionales y una mejora en la experiencia al cliente, que se beneficiará con la reducción de entre 50% y 60% del tiempo que toman actualmente las etapas previas y posteriores al vuelo.
Con los cambios, que son producto de un trabajo conjunto entre autoridades y aerolíneas, se espera que se mejore la eficiencia en los sistemas de check in y de manejo de equipaje, se integren las operaciones en las terminales, se reduzcan los tiempos de espera para los pasajeros y se optimice el uso de posiciones, salas y recursos aeroportuarios.
El Puente Aéreo fue construido por Avianca hace más de 35 años. Luego de una inversión de más de $34.000 millones en mejora de infraestructura pasó de ser un edificio de 10.000 metros cuadrados a uno de 15.000 metros cuadrados y de tener una plataforma de embarque de 16.000 metros cuadrados a 42.000 metros cuadrados.
El Aeropuerto El Dorado también ha sido objeto de transformaciones en los últimos años desde la inauguración de la terminal internacional en 2012 hasta la fecha con el traslado de la operación regional, un proceso de mejora que le significó ser reconocido como el mejor aeropuerto de Sudamérica durante tres años consecutivos.