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Este miércoles, el dólar cerró en un nuevo récord histórico: $3,477. Es la cuarta vez que lo hace en el mismo mes: el 5 de agosto llegó $3.456, con lo que superó su anterior récord, de $3.440 y que permaneció inquebrantable por tres años y medio, desde el 11 de febrero de 2016. El 12 de agosto, tras las elecciones en Argentina, cuyos resultados arrastraron las monedas de los mercados emergentes como Colombia, alcanzó los $3.456. El 15 de agosto, finalmente, cerró en $3.471.
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Durante la jornada del miércoles, la divisa llegó a $3.490 pasadas las 9 y media de la mañana, cada vez más cerca del techo de los $3.500. En lo corrido de 2019, el dólar ha subido 7,3 %: comenzó el año por encima de los $3.200 y, según la más reciente encuesta de analistas que realiza el Banco de la República, para 2020 hay proyecciones de un dólar a $3.600.
Hay que recordar que entre las principales razones de esta escalada está la guerra comercial de Estados Unidos y China. Algunos analistas hablan de una guerra de monedas en la que países como Colombia se han visto afectados: el récord que rompió el dólar el pasado 5 de agosto tuvo que ver con la depreciación del yuan por parte del Banco Popular de China.
La estrategia consiste en que, como China exporta a Estados Unidos más de lo que importa, depreciar la moneda le genera más ganancias en el intercambio, afectado por los aranceles que impuso el gobierno norteamericano. Donald Trump, por su parte, se ha quejado de que un dólar tan fuerte afecta la competitividad de las empresas y ha reclamado a la Reserva Federal que baje aún más las tasas de interés (el precio del dinero).
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En este panorama, quienes más se pueden ver afectados son las empresas y personas colombianas que tienen deudas en dólares o que importan bienes o servicios. En cambio, se pueden ver beneficiados los exportadores, así como el turismo nacional: no solo por la atracción de extranjeros sino por el fomento de los viajes dentro del territorio nacional.
Asimismo, podría haber un efecto sobre el índice de precios al consumidor (IPC), teniendo en cuenta además que, como ha destacado la firma Raddar, el porcentaje de bienes importados que hacen parte de la canasta familiar pasó del 11 al 15 % tras la actualización de febrero de 2019.
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