El “boom” hotelero de Cartagena

La apertura de 3.500 habitaciones pondrá al destino turístico y de negocios con más de 14.000 disponibles en el 2017. ¿Hay espacio para tanto?

Edwin Bohórquez Aya @EdwinBohorquezA
20 de febrero de 2017 - 02:00 a. m.
Pixabay
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Para ver resultados hay que hacer cuentas, entonces las cuentas son más o menos así: la construcción de hoteles entre 2015 y 2017 en Cartagena le aportará 3.500 nuevas habitaciones a la ciudad, cada una de ellas permitirá generar 1,5 empleos directos, unos 5.200, y 3 indirectos, esto es, más de 10.000; y teniendo en cuenta que quienes van a usar esas camas son turistas o ejecutivos o empleados de compañías que asisten a eventos corporativos y que le dejan a la ciudad unos $500.000 diarios cada uno, las cuentas van engordando.

Sigamos: en la ciudad hay más de 2.500 hectáreas en desarrollo para este sector, lo que permitirá hacerla crecer en un 30 %, buscando que todos los proyectos se terminen conectando entre sí. Abrieron marcas como Hyatt, se construyó incluso en la zona de Mamonal, en el casco histórico se están modificando varias casas para construir hoteles boutique y hasta NH Hoteles está pensando en una nueva edificación en esa ciudad. El boom sigue en La Heroica.

Pero, ¿por qué? Porque al principal destino de sol y playa de Cartagena llegan, en promedio, 4’500.000 pasajeros, 1’800.000 son turistas y 250.000 arriban en barco al año. Hay turistas que pagan por el servicio más elevado hasta $2 millones por una habitación y pueden poner entre sus cuentas el servicio de un yate que por llevarlos hasta donde pidan y los atiendan como exijan, cobra más o menos $12 millones por día. Claro, también hay otro nicho, aquel que llega “echando dedo” y busca hostales para quedarse. De todo se ve en la capital de Bolívar.

La proyección indica que si todo sale como está en los planes, Cartagena lograría consolidar más de 14.700 habitaciones en el 2017, si se es muy aspiracional, o mínimo 13.600, si se es conservador, dictan las cifras de la Cámara de Comercio de Cartagena, que son las que calculan los proyectos que ya están andando o incluso ya abrieron, pues los datos tienen como base 13 grandes proyectos hoteleros de las principales cadenas hoteleras del mundo: Holiday Inn Express, Proyecto Santa Catalina, Ibis, Estelar, Sheraton, Hilton Conrad - Karibana, BD Cartagena, Viceroy, Delano, Meliá, Four Seasons y Best Western Plus.

“Son cadenas muy bien posicionadas que vende a la ciudad en su red de aliados en el mundo, en sus distribuidores”, cuenta María Claudia Páez, presidenta ejecutiva de la Cámara de Comercio de Cartagena. “En diciembre la ocupación hotelera bajó, pero porque la oferta de hoteles subió, llegamos a más del 90 % de esa ocupación”, apunta, después de dar los créditos respectivos: “Decameron creyó cuando aquí no había nada... el Caribe, el Hilton. Ellos construyeron una cultura y crearon una ciudad con turismo de hotel”.

Felipe Jaramillo, presidente de Procolombia, cuenta que “en los últimos cinco años la inversión extranjera en infraestructura hotelera creció más de 700 %. Desde Procolombia hemos facilitado la instalación de 53 proyectos hoteleros entre 2010 y 2016 de cadenas internacionales como Accor, Radisson, Hilton, Marriott, Atton, Cityexpress, entre otras, con inversiones por US$1.470 millones y que estiman la generación de 16.525 empleos en el sector”, detalla refiriéndose en términos generales al sector en todo el país.

Un panorama en el que coincide la ministra de Comercio, Industria y Turismo, María Claudia Lacouture: “Con las regiones hemos impulsado la inversión extranjera en hotelería. La presencia de marcas internacionales en el país es sello de garantía para los viajeros que buscan estos establecimientos. Desde 2010, las inversiones en este sector han aumentado 741 % en todo el país”.

Entonces, ¿cuáles son los retos? Servicios públicos para la ciudad, infraestructura pública, información al ciudadano, sostenibilidad ambiental. “La ciudad puede seguir creciendo pero, ¿cuál es el límite?”, se pregunta Páez. “Se deben tomar decisiones de cómo atender mejor al turista para que pueda convivir con el residente”, advierte la ejecutiva. Tiene razón: el crecimiento hotelero es productivo. Así las cosas, ¿cuál es el límite que debe tener la ciudad amurallada?

Por Edwin Bohórquez Aya @EdwinBohorquezA

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