El desempleo creciente, dolor de cabeza del Gobierno

La tasa de desempleo nacional del trimestre marzo-mayo 2019 fue 10,6 %, cuando la del trimestre móvil de hace un año fue del 9,5 %.

Jorge Sáenz V. jsaenz@elespectador.com
14 de julio de 2019 - 02:00 a. m.
El creciente desempleo es una sombra que acompaña a la actual administración Duque. / Bloomberg News.
El creciente desempleo es una sombra que acompaña a la actual administración Duque. / Bloomberg News.

El deterioro del mercado laboral ha comenzado a perturbar el sueño del Gobierno y ha puesto en alerta a la población ocupada que se mantiene a la expectativa, pero sin definir nuevos mecanismos de inversión para impulsar el consumo. Según un estudio realizado por la firma Sodexo, el 57 % de los encuestados, en un universo de 2.000 personas, destacó al trabajo como el factor que más afecta su estabilidad emocional. “Este se ha convertido en el principal motor que mueve los aspectos emocionales de las personas”, dice.

Según el DANE, la tasa de desempleo nacional del trimestre móvil marzo-mayo 2019 fue del 10,6 %, con un aumento de 1,1 puntos porcentuales respecto al mismo trimestre móvil de un año atrás, cuando se registró una tasa de desocupación del 9,5 %.

El economista principal de Scotiabank Colpatria, Sergio Olarte, explica que durante el último año y medio el mercado laboral ha estado marcado por un deterioro importante: la tasa de desempleo pasó de 9,1 % en 2016 a 9,7 % en 2017, y en lo que lleva del año a mayo ha subido a 11,3 %, cifra que es 1,1 puntos porcentuales más grande que la tasa observada en los primeros cinco meses del año pasado. “Estos datos adquieren una mayor relevancia cuando se contrastan con las cifras de crecimiento económico, que demuestran que la actividad económica se está recuperando de manera gradual, haciendo que el crecimiento de la tasa de desempleo sea aún más preocupante”, comenta Olarte.

Varios analistas argumentan que en el último año ha sido muy débil la demanda laboral reflejada en los pocos puestos de trabajo ofrecidos. La tasa global de participación (TGP), que es la relación entre la población económicamente activa y la población en edad de trabajar, acelera la presión sobre el mercado laboral.

Jaime Tenjo, director del Departamento de Economía de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, considera en escrito en El Espectador que “la principal explicación del desempleo creciente es la poca capacidad para abrir nuevos puestos de trabajo, lo cual se debe a problemas estructurales de la producción y al modelo de crecimiento que hemos elegido. Dependemos demasiado de factores que escapan a nuestro control (como el precio del petróleo)”.

Las metas

El presidente Duque tiene muchas esperanzas de poder atacar el desempleo y llevarlo a cifras históricas, según las propuestas contenidas en el Plan Nacional de Desarrollo. Durante su intervención en la OIT (Organización Internacional del Trabajo), sostuvo que “queremos llegar a una tasa de desempleo que esté por debajo del 8 %, siendo la más baja de las últimas tres décadas en Colombia”. Para conseguir este objetivo espera que el país genere al menos 1,6 millones de nuevos empleos.

“El mercado laboral se ha venido deteriorando tanto en el componente urbano como en el total nacional, al punto de que los dos indicadores se encuentran en cifras de dos dígitos. El aumento de la tasa de desempleo se ha sustentado en la destrucción de puestos de trabajo, que alcanzó la mayor caída interanual desde mediados de 2007”, sostiene Carolina Monzón, jefe de análisis económico de Itaú en Colombia.

Los resultados del mercado laboral actual “son en cierta medida coherentes con una recuperación económica pausada”, y con un PIB expandiéndose por debajo “del potencial de la economía colombiana”, señala un estudio del Banco de la República.

Recuerda el informe que el crecimiento económico para el primer trimestre de 2019 fue de 2,8 %, por debajo de lo pronosticado por la mayoría de los analistas. “En el primer trimestre del año la demanda laboral mostró una leve mejoría, con un incremento de casi 0,25 pp (puntos porcentuales). Dicho incremento se explica por una reciente mejoría en las condiciones del mercado asalariado”, sostiene el Banco Central.

El deterioro del empleo viene desde 2017, producto de la fuerte desaceleración económica entre 2015 y 2017 que produjo una baja demanda de fuerza laboral.

El profesor de la Universidad Javeriana César Ferrari considera que la caída se debe en parte a que “dos de los sectores que son intensivos en mano de obra, o están creciendo muy poco o están decreciendo”, como es el caso de la agricultura y de la construcción. Recuerda que el DANE muestra que, en términos anuales, la agricultura creció 1,4 % respecto al primer trimestre del año 2018, mientras que la construcción decreció 5,6 %. “En general, respecto al trimestre anterior, el PIB total se estancó: creció 0 %”, argumenta.

La analista de Itaú en Colombia sostiene que “varios sectores económicos se han visto afectados en lo corrido del año, dentro de los que se resaltan la agricultura, el comercio y la actividad inmobiliaria. A su vez, se ha registrado una caída de los ocupados por cuenta propia, pero que no ha sido contrarrestada por la dinámica del empleo público o gubernamental, evidenciando así la fragilidad del mercado laboral”.

Nuevo escenario

Para el presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, es preocupante el aumento del desempleo. “Ello nos obliga a ser muy prudentes al momento de ponerle más sobrecostos a la nómina de las empresas. El palo no está para cucharas”, dice.

Los empresarios le piden al Gobierno tener en cuenta los cambios que se están dando en el mercado laboral mundial producto de los cambios tecnológicos. Fedesarrollo sostiene que uno de los mayores retos que enfrenta la industria naranja para su consolidación es el fortalecimiento de sus condiciones laborales. (Contexto: ¿Cómo se calcula la tasa de desempleo?).

“Es el momento ideal para que el país aborde sin prevenciones la conveniencia de efectuar una reforma laboral, que esté acorde con las nuevas realidades del mercado, de la tecnología y que recoja las nuevas tendencias mundiales”, señala Cabal.

Los empresarios del país también consideran los nuevos modelos tecnológicos. El presidente de la ANDI, Bruce Mac Master, destacó la discusión alrededor de cierto tipo de plataformas electrónicas: “Este es un tema que se debe analizar para tomar medidas, teniendo como panorama la nueva economía”.

Desde el lado del sindicalismo también hay reclamos. “La tesis neoliberal, de que quienes causan desempleo son los salarios y los contratos de trabajo formales, ha fracasado, pues hoy con todas las reformas laborales y pensionales con las cuales redujeron los ingresos y flexibilizaron la relación laboral, mantenemos altos índices de desempleo y el país no despega en una marcha continua de progreso”, argumenta Fabio Arias, secretario de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).

Migrantes y algo más

Varios son los hechos que se consideran pueden afectar el mercado laboral, que no muestra cifras optimistas. “Hay factores coyunturales que pueden estar incidiendo en el aumento de desempleo como la población migrante”, sostiene el presidente de la ANDI.

Admite el gremio empresarial que “desde mucho antes de que se presentaran estas cifras en materia de desempleo, habíamos afirmado que los grandes retos en el área laboral para el país son la creación de trabajo, contar con empleo competitivo y pertinente, y generar las condiciones para eliminar la informalidad”.

El tema debe verse desde un punto de vista más estructural en la medida que Colombia debe hacer un esfuerzo importante por crear mejores condiciones de empleo y por hacer atractivo generar trabajo para todo tipo de empresarios: desde los pequeños hasta los más grandes, piensa la ANDI.

Explica el Banco de la República que a pesar de que la inmigración venezolana se ha incrementado como porcentaje de la población económicamente activa (PEA) en los últimos tres años, “la tasa global de participación (TGP) mantiene tendencias anuales negativas, sobre todo en el ámbito urbano”.

Según la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH), a diciembre de 2018 los inmigrantes venezolanos en la PEA duplicaron con creces los registros del mismo mes del año pasado, ya sean los que ingresaron a Colombia en el último año o aquellos que ingresaron hace cinco años, destaca el estudio del Banco Central.

“Este movimiento de población venezolana hacia Colombia probablemente contribuyó a aumentar la participación laboral urbana, pero no alcanzó a compensar la caída anual de 0,5 pp, que mostraron en diciembre de 2018 tanto las 13 como las 23 ciudades en dicho indicador”, sostiene el informe.

Para Olarte es claro que el alza tan significativa del desempleo este año, adicional al deterioro observado desde 2017, “tiene que ver en parte con la fuerte inmigración venezolana, generando un desplazamiento de mano de obra nacional por mano de obra venezolana que, gracias a una informalidad en crecimiento, es más barata”.

En este sentido, el Banco Mundial señala que la competencia de los migrantes presiona a la baja los salarios de los trabajadores poco calificados.

Proyecciones

Carolina Monzón dice que para 2019 “esperamos que la tasa de desempleo aumente por cuarto año consecutivo a 10,3 % (9,7% para 2018). El debilitamiento del mercado laboral, junto con un crecimiento por debajo del potencial y una inflación controlada le daría un mayor espacio al Banco Central para ajustar la política monetaria”.

Por su parte, Anif, que espera para 2019 un crecimiento del PIB-real de solo el 3 %, proyecta un desempleo estancado en el 9,7 % en el promedio anual.

“La segunda mitad del año estará marcada por una recuperación gradual en la tasa de desempleo, sin dejar de ser alto por cuenta de la inmigración venezolana”, insiste el economista principal de Scotiabank Colpatria.

“Creemos que el desempleo estructuralmente alto de Colombia va más allá de efectos de corto plazo y se necesitan reformas estructurales como de infraestructura, educación, salud, entre otras, que produzcan una mayor productividad real de los factores y ayuden a una baja estructural en la tasa de desempleo a largo plazo”, señala Olarte.

Reformas

Mientras tanto, el presidente de Fenalco advierte que “el mercado avanza más rápido que la ley y debemos responder rápidamente para tomar ventaja de lo que está pasando en el mundo. Es el momento para hacer una reforma al régimen laboral, que Colombia pide a gritos para aumentar la productividad y la competitividad”.

El dirigente del gremio de los comerciantes insiste en propuestas que se han venido escuchando, pero con voz tenue: se deben estudiar otras modalidades, como la contratación por horas y eventualmente abordar el salario mínimo por región.

La ministra de Trabajo, Alicia Arango, ha tocado el tema de la flexibilización laboral argumentando que el país necesita un sistema de trabajo por horas, lo que permitiría que la cotización a la seguridad social sufra importantes cambios.

Arias expone que una estructura económica arraigada en la economía real de un fuerte sector productivo agrario e industrial debidamente coordinado con un sector de servicios y todo ello acompañado con un buen consumo de hogares derivado de unos buenos ingresos de los trabajadores termina por ser el mejor escenario para un desempleo marginal. “Se requiere revisar toda la política de libre comercio y los TLC (tratados de libre comercio)”, expone.

Por Jorge Sáenz V. jsaenz@elespectador.com

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