El espejismo de la eficiencia en los negocios, una conversación con Martin Reeves

Miembro del Boston Consulting Group, es una de las voces más escuchadas en términos de estrategia empresarial en el mundo. Habla de cómo la resiliencia o la diversidad son factores claves para la supervivencia de una compañía en un escenario lleno de incertidumbres.

Santiago La Rotta.
11 de agosto de 2017 - 03:00 a. m.
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La eficiencia no es importante, o al menos no tan importante como creemos. Le ayuda a ser exitoso ahora, pero no a sobrevivir siempre. Si la pregunta es cómo creo una compañía que sobreviva 100 años, la respuesta no siempre es tener una empresa eficiente”. El argumento lo repite Martin Reeves en conferencias llenas de empresarios, hombres de negocios entregados a maximizar los beneficios y reducir los costos. En últimas, personas que aspiran a ser la encarnación de la eficiencia.

¿Cómo reciben los empresarios este tipo de frases? “Pues ahora mucho mejor que hace cinco o diez años. ¿Qué ha cambiado? Que todos entienden que el reino digital y la tecnología son dos factores que no sólo cambian sus negocios y empresas, sino que pueden extinguir ambas cosas en unos meses. Hoy ya no fruncen el ceño, sino que me preguntan ‘bueno, ¿qué podemos hacer al respecto’”. (Lea "Cómo ejercer el liderazgo desde los valores")

Reeves se ha hecho un nombre en el mundo de los negocios con una carrera como el principal estratega del Boston Consulting Group, director del Instituto Henderson de esta firma, además de una obra que, entre informes, ensayos y un libro, le pasa revista a la construcción de estrategias en el mundo de los negocios.

No se trata de autoayuda para empresarios, un género que hoy vende libros y mitos, con resultados finales cuestionables, por decir lo menos. Reeves no ofrece fórmulas mágicas ni balas de plata para un mundo plagado de incertidumbre económica y política. Su discurso está más del lado del análisis calmado, la reflexión e, incluso, el sentido común.

La estrategia no es un solo elemento, sino la suma de una serie de factores. Y una solución para una empresa puede no servir para otra: una talla no les sirve a todos. Lo que sí hemos encontrado es que las empresas que sobreviven y triunfan en escenarios impredecibles son las que implementan varios pasos, como leer sus ambientes y no ser complacientes con las cifras, con el confort del éxito”.

En el fondo, de lo que Reeves está hablando es de la diversidad a la hora de pensar en estrategia. No sólo diversidad de género y de profesiones en la oficina (dos factores importantes), sino entender que un problema no se soluciona con un único enfoque, sino con varios. El consultor lo llama ser ambidiestro: “Es la posibilidad que tiene una empresa de ser exitosa en su negocio y de reinventar el negocio al mismo tiempo. Muy pocas lo logran, menos de 4 %, probablemente”.

Martin Reeves.

En una conferencia, cuya versión en línea tiene más de millón y medio de visualizaciones, Reeves asegura que parte de la inspiración para construir una compañía duradera puede encontrarse en el sistema inmunológico humano, entre otras cosas, precisamente por su capacidad para enfrentar una infección con diversos métodos. “Creo que una de las ideas más poderosas que he encontrado en mi cabeza es des-promediar una situación o un escenario: entender que no hay un promedio, una tabla o una implementación que funcione para todas las compañías, pues hay que tener en cuenta variables como el mercado, el momento de aplicación, el contexto económico, cómo sostenerlo en el tiempo”.

El ejercicio de Reeves lo ha llevado a conocer empresarios de todo el planeta, lo que a la vez le ha permitido tener una suerte de paleta de la condición humana en el ejercicio del capitalismo. “Uno de los defectos humanos más comunes en los negocios está alrededor de la ejecución. Una de las razones por las que existe la consultoría como profesión es para mejorar este aspecto. Es curioso, pero uno encuentra muy fácilmente que los individuos saben qué se necesita hacer, pero el colectivo no lo hace, no toma acciones. Pero a la vez, es sencillo que una empresa se centre en acciones, en ejecutar más rápido que su competidor, y esto puede hacer que se pierda la capacidad para reflexionar sobre por qué hacen lo que hacen o cómo cambiar todo el modelo cuando necesiten hacerlo”. (Lea "El mito del buen gerente")

Lo anterior tiene mucho que ver con la complacencia del éxito: el confort y la seguridad que entrega una hoja de balance con buenas cifras. Reeves asegura que las razones para esto abundan en cualquier compañía, pero a la vez es uno de los mayores peligros para la supervivencia de una empresa. “Hay que instaurar una especie de estado de emergencia constante. Y esto implica mirar quiénes son los competidores que más se salen del molde. La pregunta acá no es qué pasa si esa startup triunfa, sino qué viene luego de que esa idea se vuelva exitosa. Ese tipo de análisis es el que lleva a prepararse para cambiar el modelo de negocio, para alterar el paradigma”.

En el Congreso Empresarial Colombiano de la Andi en Cartagena, la conferencia de Reeves girará en torno a cómo ganar en tiempos inciertos. Entre las muchas variables que invoca para diseñar una estrategia en escenarios cambiantes y volátiles, el estratega habla de resiliencia. Se entiende por dos cosas: una de las pasiones de Reese es la biología y la capacidad de resistencia y adaptación son dos de los activos más preciados para una compañía. “No es un factor que nos importe mucho o que midamos constantemente. Pero suele ser más relevante que la eficiencia actual de una compañía, pues no nos dice tanto acerca de qué tan bueno es mi negocio ahora, sino cuánto va a durar y en cuánto y cómo puedo modificarlo”.

Por Santiago La Rotta.

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