Este fin de semana, empresas del Valle del Cauca se manifestaron a favor del diálogo en el marco de las movilizaciones del paro nacional. Cali, la capital del departamento, se ha convertido en epicentro de la protesta social y en una de las ciudades en donde el desabastecimiento se ha vuelto cada vez más pronunciado
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En un comunicado firmado por 44 seccionales de gremios como la Andi, Camacol, Fenalco, Asocaña, Fenavi y el Comité de cafeteros del Valle del Cauca, los empresarios aseguraron que ya están participando en espacios de discusión que han surgido en los últimos días para construir soluciones.
No obstante, pusieron a disposición de los mandatarios locales y del gobierno nacional su voluntad, experiencia y capacidades, así como las de las distintas fundaciones privadas de la región, para concertar una agenda social del departamento a corto, mediano y largo plazo.
“A quienes trabajamos en y por el Valle del Cauca nos duele la situación de todas las víctimas vallecaucanas. Reconocemos las necesidades urgentes de los distintos actores sociales que piden respuestas en el marco del respeto y haciendo buen uso de los mecanismos de expresión ciudadana que nos da la democracia”, afirman las asociaciones.
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En esa línea, aseguraron que son defensores del derecho a la protesta pacífica y que rechazan cualquier tipo de violencia sin importar su origen. “Nos solidarizamos con las familias de todos aquellos que han perdido a sus seres queridos o hayan visto afectada su integridad y la de sus bienes durante estos días de zozobra”, agregaron.
Los gremios también solicitaron que, mientras se construye el diálogo, se restablezca la movilidad de las personas, la producción y transporte de alimentos y bienes esenciales para evitar “mayor angustia” al interior de los hogares, para impedir que artículos de primera necesidad se hagan más escasos y costosos, y para reactivar la dinámica empresarial de la cual dependen más de un millón de familias en la región.
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“Lo ocurrido en el Valle del Cauca impacta directamente la dinámica social y económica de todo el suroccidente colombiano y los efectos ya se sienten en departamentos como Cauca y Risaralda. Es fundamental que trabajemos juntos, construyendo desde la diversidad para resolver de manera pacífica, respetuosa y colaborativa nuestras diferencias, y que así, nuestro departamento y la vida de nuestros ciudadanos renazca”, concluyeron.