En 2016, cifras con poca carne en el sector ganadero

El sector pecuario creció 0,9 %, jalonado por los porcicultores. La producción de ganado bovino y la de leche cayó en 2016, 5,4 % y 3,5 %, respectivamente.

María Alejandra Medina c.
24 de febrero de 2017 - 04:26 a. m.
La producción de leche cayó 3,5 % en 2016, según el DANE.  / Archivo
La producción de leche cayó 3,5 % en 2016, según el DANE. / Archivo

En 2016, la agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca crecieron 0,5 %, por debajo del promedio de incremento de las otras ramas de la economía, de casi 1,3 %. El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) explicó que el comportamiento de este sector se desprende principalmente del crecimiento de los cultivos transitorios, con 1,4 %, y de los cultivos permanentes, con 0,5 %. De hecho, el ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri Valencia, destacó la autosuficiencia que el país alcanzó en materia de arroz, cuya producción repuntó 22 %.

El DANE también le achacó parte de ese 0,5 % al sector pecuario, cuya producción tuvo un incremento de 0,9 %. Sin embargo, el protagonismo se lo llevaron los porcicultores, cuyo ganado creció por encima del 10 %. No en vano el gremio de los porcicultores, Pork Colombia, aspira a que en unos cinco años la carne de cerdo sea la segunda más consumida, después de la de pollo. El sector, según cifras que tienen los productores, se ha duplicado en los últimos seis años. El consumo per cápita hoy es cercano a los 8 kilos por año.

Pero entre los números que no son muy alentadores están los de las producciones de ganado bovino y de leche, que disminuyeron, respectivamente, 5,4 % y 3,5 % en 2016. El Ministerio de Agricultura explicó que la caída en materia de ganado bovino se dio “por el ciclo de retención de hembras para reponer y repoblar el inventario ganadero”, y atribuyó a la sequía de finales de 2015 y principios de 2016 la afectación en la disponibilidad de forrajes o pasturas “que incidió en la reducción del peso promedio de los animales sacrificados en pie”.

En un sentido similar, aseguró que el comportamiento de la producción de leche está principalmente explicado por la “disminución de la productividad de las hembras lecheras debido a la merma de forrajes o pasturas afectados por la sequía y la destinación de parte de la producción existente para la alimentación de los terneros resultados del ciclo de retención”. Sin embargo, el presidente de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), José Félix Lafaurie, expresó: “Acá ha hecho falta la gerencia. Las cifras no pueden ser más elocuentes y vergonzantes para la gestión de Aurelio Iragorri, que lleva más de dos años y medio y lo único que tiene para mostrar es un 0,5 % de crecimiento”.

Lo cierto es que todo el sector ganadero y lechero está atravesando una coyuntura de cambios y expectativa. El Gobierno, por un lado, acaba de publicar el incremento del precio de la leche que se le pagará al productor a partir de marzo y, por otro, lleva seis meses implementando la medida que les dio a los mataderos hasta 2018 como plazo para modernizarse, dos decisiones que también han sido criticadas por Fedegán. El aumento de 7 % en el precio le parece injusto, así como el plazo que tienen las plantas de sacrificio para terminar de implementar sus planes de cumplimiento.

El Invima, en cambio, ha destacado avances como el cierre de 71 plantas desde agosto del año pasado. No obstante, para el gremio ganadero, que el consumo se mantenga relativamente estable, pero que el sacrificio haya caído 5,4 %, es diciente del aumento de prácticas ilegales (sacrificio y contrabando).

Por su parte, Carlos Estefan, gerente del gremio de los productores de leche, Analac, afirmó: “El precio (que se le paga al productor) no había alcanzado los índices de inflación acumulada de 10 años atrás, y con este incremento, un poco por encima de la inflación, empezamos a recortar esa diferencia. Es apenas obvio que no se vea reflejado en el precio al consumidor”. Sobre la cifra de producción añadió: “Definitivamente el clima es el factor que más influye en cómo les va a los productores, y este resultado negativo para la producción en 2016 pone en evidencia, una vez más, la necesidad de que el Gobierno financie proyectos de suministro de alimento para el ganado en épocas de escasez y diseñe un plan de acompañamiento permanente para prevenir la afectación de la producción por fenómenos climáticos”.

A partir de la segunda semana de marzo se intensificará de nuevo la discusión por la licitación que entregará el nuevo fondo parafiscal del sector, la Cuenta Nacional de Carne y Leche, que se creó para reemplazar al Fondo Nacional del Ganado, cuya liquidación fue ordenada por la Superintendencia de Sociedades el año pasado y terminó de poner a Fedegán y al Gobierno en orillas opuestas. Mientras el primero argumenta ser objeto de persecución política por las críticas al proceso de paz con las Farc, el segundo, con base en la auditoría de la Controlaría General de la República, ha sostenido que el gremio de los ganaderos tomó decisiones inviables y riesgosas en el manejo de los recursos parafiscales.

El 13 de marzo, luego de tres modificaciones al cronograma publicado por el Ministerio de Agricultura, finalmente se expediría el acto de apertura del proceso de selección del nuevo administrador de los parafiscales ganaderos. Entre los interesados están Fedegán —que quiere recuperar el manejo de esos recursos—, Analac, Unaga y la Nueva Federación Ganadera, creada el año pasado. Sin duda, el nuevo responsable de cerca de $80.000 millones anuales tendrá un papel fundamental para poner el sector a tono con las otras partes del sector pecuario, teniendo en cuenta que los avicultores no se quedan atrás. Precisamente, esta semana la Federación Nacional de Avicultores de Colombia presentó sus cifras, que dan cuenta de un crecimiento de 4,4 % en 2016.

Por María Alejandra Medina c.

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