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Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, se despidió públicamente de su cargo este jueves durante su última rueda de prensa al frente de la entidad. El organismo quedará en manos de Christine Lagarde, quien viene de dirigir el FMI.
Draghi se despidió pidiéndole a los gobiernos del bloque que dinamicen el gasto público para intentar contrarrestar una desaceleración económica que tiene visos globales y que, en algunos casos, podrían incluso trasladarse al terreno de la recesión.
El directivo ha instado de nuevo a los gobiernos con capacidad fiscal a “actuar de una manera efectiva y a tiempo" para combatir ese debilitamiento económico, mientras que en los países donde la deuda pública es elevada, los gobiernos deberían aplicar políticas "prudentes”: “Todos los países deberían intensificar sus esfuerzos para lograr una composición de las finanzas públicas que favorezca más el crecimiento”, aseguró.
El presidente saliente del BCE, entidad que presta a los bancos al 0 % semanalmente, ha dicho que los últimos datos económicos disponibles “indican un debilitamiento económico más prolongado de la economía de la zona del euro”.
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Draghi se refería a asuntos como el índice compuesto de directores de compras de IHS Markit, que subió a 50,2 en octubre. La lectura por encima de 50, un nivel que divide la expansión de la contracción, indica que el sector privado en la eurozona apenas está creciendo al comienzo del cuarto trimestre.
El panorama es sombrío, y las expectativas futuras se han hundido a su peor nivel desde 2013, según Markit. Un repunte en los servicios de Francia proporcionó cierto impulso y el ritmo del declive alemán se desaceleró, mientras que el resto de la región mostró debilidad.
Una divergencia clave entre Francia y Alemania siguió siendo el comercio. El primero registró un modesto crecimiento en nuevos negocios de los mercados internacionales, mientras que las exportaciones de Alemania se mantuvieron en un fuerte declive.
“El mandato de Mario Draghi al mando del BCE termina con una nota de PIB casi estancado, crecimiento de empleos más lento, precios casi estancados y un creciente pesimismo”, dijo Chris Williamson, economista jefe de negocios de IHS Markit, en declaraciones a Bloomberg.
Durante la rueda de prensa, Draghi ha hecho un balance de lo ocurrido durante sus ocho años de gestión como presidente del BCE y dijo que se siente orgulloso de la forma en la que el Consejo de Gobierno ha cumplido su mandato, que es garantizar la estabilidad de precios, algo que el BCE define como una tasa algo por debajo del 2 %.
El BCE va a reiniciar las compras de deuda el 1 de noviembre a un ritmo mensual de 20.000 millones de euros y adquirirá bonos hasta poco antes de que comience a subir los tipos de interés.
En su despedida, el banquero no ha revelado a qué se va a dedicar ahora y ha dicho a los periodistas que preguntaran a su mujer. Desde hace tiempo se ha especulado que podría convertirse en el próximo presidente de Italia.