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Fuertes ataques terroristas afectaron la infraestructura petrolera en la noche del sábado, en varias regiones del país, informó Ecopetrol.
La petrolera colombiana señaló que en Norte de Santander se registraron cuatro hechos violentos contra las operaciones del Campo Tibú y el oleoducto Caño Limón-Coveñas.
El primer ataque se registró contra dos activos del Campo Tibú. Grupos al margen de la ley activaron explosivos en la planta de inyección de agua M-30 y en el pozo T-611 ubicados en las veredas Socuavó y Palmeras.
Precisa el informe que los delincuentes dejaron cargas explosivas instaladas en el lugar. Los daños en la planta generan afectación sobre ocho pozos que producen diariamente 450 barriles de petróleo. (Contexto: Red de oleoductos ha sufrido 23 ataques terroristas en primer trimestre de 2019).
Igualmente, en la vereda Cerro Madera, un grupo de delincuentes, bajo amenazas, retiró el personal que se encontraba realizando labores de mantenimiento preventivo en el kilómetro 350+900 del oleoducto Caño Limón Coveñas, instaló explosivos y los detonó.
Este atentado dinamitero, además de poner en riesgo la vida de los trabajadores generó daños en el sistema de transporte.
En otro punto, antisociales retuvieron durante una hora a trabajadores de la caravana de carro tanques que realizan la evacuación de producto del punto de control operativo Caño Cinco, ubicado en la vereda Guachimán. Los delincuentes amenazaron con incinerar los cinco vehículos. Estos automotores transportan producto recuperado de atentados registrados al oleoducto Caño Limón-Coveñas. (Oleoducto Caño Limón-Coveñas ha sufrido 1.500 atentados).
Estos hechos terroristas atentan contra la integridad y seguridad de los trabajadores, afectando el medio ambiente y el normal desarrollo de las operaciones petroleras en Norte de Santander, denunció Ecopetrol.