Estas son las actividades económicas que alberga la Sierra Nevada de Santa Marta

Además de la riqueza natural que guarda este lugar, familias de la región han diversificado la producción de bienes y servicios más allá de la caficultura.

Diego Ojeda.
16 de septiembre de 2017 - 03:02 p. m.
Flickr - Alejandro Bayer Tamayo
Flickr - Alejandro Bayer Tamayo

La Sierra Nevada de Santa Marta es un lugar imponente, una especie de muralla verde que se levanta en el departamento del Magdalena. Esta icónica maravilla natural esconde en su interior actividades económicas que le dan sustento a las familias que viven en ella.

Caficultura

La caficultura es una de las principales actividades económicas que tiene la Sierra. Según cifras de la Cámara de Comercio de Santa Marta para el Magdalena (CCSM), en la región existen cerca de 22.000 hectáreas de cultivo de café, permitiendo, por las características únicas de su suelo en Colombia y el mundo, un producto diferente al de muchas otras zonas del país, apetecido en mercados como Japón, uno de los principales compradores del grano cultivado en la región. (Lea "Cambio climático y mejores ingresos, las preocupaciones actuales de los cafeteros")

No obstante, una de las problemáticas que enfrentan los caficultores de la zona es el flujo de caja inactivo que en algunos meses del año les produce el cultivo, ya que la cosecha en esta región solamente se presenta una vez al año, por lo que muchos han considerado como alternativa implementar otras labores paralelas que les permita tener ingresos económicos de forma más continua.

Apicultura

La crianza de abejas para aprovechamiento de la miel es realizada, actualmente, por unas 150 familias en la Sierra Nevada de Santa Marta.

“Como complemento a las actividades asociadas a la caficultura, y como parte de la diversificación de la producción, se ha empezado a construir una propuesta de apicultura de conservación que ayuda a mejorar el flujo de caja de nuestros asociados”, afirmó el gerente de la red Ecolsierra y director comercial de Ecolsierra Export, Víctor Enrique Cordero, al referirse a esta iniciativa.

Dentro de los atributos que involucra la apicultura es que requiere poca mano de obra, lo que ayuda a incrementar las ganancias. Esta actividad deja ingresos anuales,  para los apicultores que tengan instaladas entre 10 y 20 colmenas, que oscilan entre medio y un salario mínimo mensual legal vigente.

Según Cordero, se encontró en la apicultura una actividad compatible con los agroecosistemas de la Sierra Nevada de Santa Marta, ya que se requiere que la finca que la desarrolle garantice la existencia de árboles y flores para la cosecha, por lo que pasa el examen desde la mirada medioambiental.

Combustible y banano

Para Javier Jiménez, director de competitividad de la CCSM, son tres las apuestas productivas en las que actualmente se encuentran concentrados y que se radican, a su vez, en tres ejes: logística y comercio exterior, comercio y agroindustria.

“En agroindustria tenemos tres actividades que están posicionadas: exportadoras de café, banano y palma”, señaló Jiménez al afirmar que en palma actualmente rondan las 55.000 hectáreas plantadas. Y agrega que esperan quedar con las dos plantas de biodiesel más grandes del país: Biocombustibles Sostenibles del Caribe, que hace parte del Grupo Daabon, y otra que está próxima a entrar en operación que hace parte del Grupo Biocosta. (Lea "El resurgir de la palma de aceite en María la Baja")

“En banano tenemos cerca de 11.000 hectáreas de banano, incluidas casi 2.000 de banano orgánico que están hacia el lado de la Guajira, pero son empresas del Magdalena”, concluyó Jiménez.

Turismo

Esta es uno de los principales atractivos de la Sierra, tanto en Colombia, como afuera del país. No obstante, aunque se reconoce el potencial turístico que tiene este lugar, este no siempre resulta ser del todo atractivo para los que viven en la región.

“Hay mucha gente interesada en hacer turismo en la Sierra, pero no son conscientes de los impactos que trae un turismo desorganizado que no tiene control de las autoridades”, dijo Cordero al expresar la preocupación de que no exista un turismo controlado que permita la preservación de la Sierra. “Sería muy  triste que una actividad que tiene todo el potencial en nuestros territorios termine afectando los ecosistemas, economías y cultura de nuestra región”, concluyó.

Por su parte, Jiménez concuerda con Cordero en el desarrollo responsable del turismo en la Sierra y propone que lo ideal sería cobrar precios altos para que el número de personas que vayan como turistas a la Sierra sea reducido, aclarando que este servicio integraría una serie de garantías como alojamiento, seguridad y transporte para que el turista sienta que el valor pagado por la experiencia vale la pena.

“El potencial que le queremos dar a la Sierra es un turismo de naturaleza, contemplativo. Tenemos, por ejemplo, avistamiento de aves y Ciudad Perdida que son de los mejores gracias a su alta demanda”, dijo el directivo de la CCSM al agregar que toda apuesta turística y de infraestructura que se haga en la Sierra debe respetar a las comunidades indígenas de la zona, que la conciben como una tierra sagrada.

Estas son algunas de las prácticas económicas que se realizan en la Sierra Nevada de Santa Marta, que en la actualidad, según la organización The Nature Conservancy (TNC), cuenta con el 85% de sus ecosistemas afectados por la deforestación asociada a la expansión agropecuaria, por lo que se torna aún más importante que cualquier actividad económica en este lugar se realice con miras a la preservación del mismo.

Por Diego Ojeda.

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