“La inversión extranjera no es un fin en sí mismo”: Sebastián Mantilla

El investigador postdoctoral del Instituto de Derecho Público de la Universidad de Bonn (Alemania) presentará este 7 de noviembre en la Universidad Javeriana su más reciente libro "Full Protection and Security in International Investment Law".

Steven Navarrete /Especial para El Espectador
06 de noviembre de 2019 - 09:43 p. m.
Pie de foto: Sebastían Mantilla es abogado egresado de la Universidad Javeriana e investigador posdoctoral Universidad de Bonn (Alemania). 

 / Archivo particular
Pie de foto: Sebastían Mantilla es abogado egresado de la Universidad Javeriana e investigador posdoctoral Universidad de Bonn (Alemania). / Archivo particular

Sebastián Mantilla es hijo de dos de los más prestigiosos matemáticos del país, el exrector de la Universidad Nacional, Ignacio Mantilla y la profesora titular Liliana Blanco. Y, a pesar de la formación de sus padres en el área de las ciencias exactas, Mantilla se decantó por el derecho y las ciencias sociales. Desde muy joven se destacó como uno de los estudiantes más aventajados de su cohorte en la Universidad Javeriana en Bogotá por su profundo conocimiento de la historia y su pasión por la lectura.

Este jueves presenta, en el Auditorio Quintana, a las 11:30 de la mañana, su más reciente libro Full Protection and Security in International Investment Law, publicado con la editorial Springer. La obra sistematiza las fuentes relevantes, analiza los debates académicos y prácticos alrededor de la garantía de protección y seguridad de la inversión, desarrollando un argumento coherente sobre la estructura y alcance de la obligación, abordando críticamente el papel del Estado en este escenario en el que interactúa estrechamente lo local y lo global.

Hablamos con él para conocer más sobre esta área del derecho.

¿Se puede hablar de que Colombia tiene un marco normativo y jurídico que garantiza la inversión extranjera?

Durante décadas, Colombia ha hecho un gran esfuerzo por ofrecer condiciones favorables para la inversión extranjera. Y eso ha dado resultados. A pesar de haber sido escenario de un conflicto armado por largos años y de sus constantes convulsiones políticas, Colombia genera mucha más confianza inversionista que otros países de la región.

Háblenos un poco más de ello…

Además de las garantías que ofrece el sistema jurídico nacional, Colombia ha venido celebrando acuerdos de inversión extranjera que ofrecen ciertas garantías a inversionistas protegidos y prevén la posibilidad de hacerlas efectivas ante un tribunal arbitral internacional. Dichas garantías incluyen el derecho a una compensación en caso de expropiación, la prohibición de discriminación frente a inversionistas nacionales o extranjeros, un trato justo y equitativo, y protección y seguridad plenas. La garantía de protección y seguridad es justamente el tema de la obra que acabo de publicar.

¿Qué papel debe cumplir el Estado frente a la inversión?

Para responder esa pregunta hay que empezar por la pregunta opuesta: ¿qué papel debe cumplir la inversión para el Estado? Y lo digo porque la inversión extranjera no es un fin en sí mismo. Atraer inversionistas y darles una protección especial es un medio para alcanzar otros objetivos: generación de empleo, desarrollo económico, transferencia de conocimiento, etc. El Estado debe definir primero para qué quiere atraer inversionistas y decidir qué tipo de inversiones necesita.

Corresponde al Estado velar porque su política de inversión le permita al país alcanzar esos objetivos. Eso implica procurar generar un clima de inversión adecuado, actuar con transparencia y respetar las obligaciones contraídas. Pero exige también firmeza para proteger el interés general. El Estado puede y debe exigir que los inversionistas cumplan con el derecho interno, no contaminen el medio ambiente, no financien grupos ilegales, etc.

¿Y en dónde comienza la defensa del interés general?

En la negociación de instrumentos internacionales. Algunos acuerdos negociados por Colombia ya incluyen algunas disposiciones dirigidas a esos objetivos. El tratado firmado entre Colombia y los Emiratos Árabes en 2017, aunque aún no está vigente, es un buen ejemplo. El acuerdo exige que las inversiones sean conformes al derecho interno, aclara que el Estado no debe proteger inversiones originadas en actividades ilícitas, contiene una cláusula sobre medidas de carácter laboral o ambiental e incluye excepciones en materia de seguridad, salud pública, entre otros.

¿Sus padres son matemáticos de formación, por qué eligió el derecho como carrera?

A pesar de venir de una familia de matemáticos, desde que tengo memoria fueron las letras las que atrajeron mi interés. Mi papá me dijo en su momento que el derecho tiene más en común con las matemáticas de lo que se cree porque ambas áreas exigen una estructura de pensamiento lógica y formal.

¿Por qué se decidió por el derecho internacional y no otras ramas más comunes?

La razón fue que el derecho internacional despertó mi curiosidad intelectual. En ausencia de un “legislador universal”, el internacionalista debe enfrentarse a un sistema de fuentes muy distinto al que se maneja en otras áreas. Quien se dedica al derecho internacional debe interesarse además por los procesos históricos y políticos de los que surgen las normas que está estudiando. Esos procesos no son un asunto de puro interés académico. Por ejemplo, muchas disputas internacionales involucran debates acerca del alcance o la existencia misma de la norma que se invoca, particularmente cuando se trata de normas consuetudinarias, es decir, basadas en la costumbre. Ahí es necesario entrar a analizar notas diplomáticas, declaraciones u otros documentos que reflejan la práctica de los Estados. Al hacer ese ejercicio, el internacionalista debe empaparse de los conflictos y tensiones que dieron lugar a la norma. Es a partir de ahí que se construye un argumento normativo.

Y al interior del derecho internacional, ¿cuál es el campo que más le llamó la atención?

Dentro del derecho internacional, el derecho de las inversiones me pareció particularmente fascinante. Se trata de un área que, como tal, es relativamente nueva, si se tiene en cuenta que el primer acuerdo de inversión moderno se celebró hace apenas 60 años. Pero los fundamentos del derecho de las inversiones están en el derecho de protección a extranjeros, que es una de las áreas más antiguas, más complejas y más controvertidas del derecho internacional.

¿Qué tan difícil es hacer un doctorado en Alemania?

El doctorado es muy exigente. Pero lo cierto es que Alemania ofrece excelentes condiciones para investigar. Durante el doctorado hay una gran libertad académica. Se tiene mucha autonomía y eso exige disciplina. En mi caso, tuve la fortuna de contar adicionalmente con una generosa beca de la Hanns-Seidel Stiftung, que me permitió concentrarme exclusivamente en mis estudios durante esos años.

¿Cuáles serían sus recomendaciones para quienes quieren estudiar en Alemania?

En mi experiencia, para hacer el doctorado, el paso más importante es identificar qué profesores trabajan en el área de interés y encontrar un profesor dispuesto a dirigir la tesis doctoral. También es esencial tener, desde antes de viajar, financiación adecuada y buenas bases de alemán.

Por Steven Navarrete /Especial para El Espectador

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar